Bike The Way

Publicado el Andrés Núñez

Un acto de fe

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Si uno ve un titular como «Asesinan policía por robarle una bicicleta» ¿Qué podemos esperar nosotros los que pedaleamos a diario totalmente indefensos? El robo de bicicletas es un problema real y las autoridades siguen tratándolo como casos aislados.

Los días en bici están llenas de historias, unas buenas y otras no tanto, como las de este tipo:

-«Se me acerco alguien amablemente, me echó un cuento y me robó la bicicleta…»

-«Me cerraron tres ñeros y me bajaron de la bicicleta…»

-«Dejé la bicicleta encadenada y cuando regresé ya no estaba…»

-«Un carro no colocó direccionales, me tumbó y se voló…»

-«Un taxista se comió el semáforo y casi me lleva por delante…»

-«Me fui por un hueco y me dañó la bicicleta…»

-«Había un carro parqueado en la ciclorruta…»

-«Llovió y me pegué una lavaaaada…»

A pesar que Bogotá es una ciudad emblemática para la movilidad en bicicleta, no está exenta de múltiples problemas para rodar, aún así la gente sigue rodando y cada vez son más ¿por qué? quizás porque «rodar por Bogotá es un acto de fe».

Definitivamente, solo una persona con una conexión tan especial con su medio de transporte puede ser tan terca de seguir transportándose en bicicleta después de leer noticias como estas, es verdad, pero tenemos que seguir haciéndolo. Hace muchos años Antanas Mockus siendo alcalde explicaba a la ciudadanía que para tener calles más seguras la solución no era replegarse en las casas, era abandonar el miedo y salir a las calles ¡Pero cómo! si es precisamente la calle donde está la inseguridad, la hipótesis del alcalde de Bogotá era que si las calles estaban bien iluminadas, el espacio público era generoso y la gente salía en multitud por las calles, era la delincuencia la que resultaría replegada.

Esta es una invitación para las autoridades, para que por fin nos presten atención, el problema de inseguridad para los ciclistas es real, es serio y también está cobrando vidas; este mensaje no es solo para la Policía Metropolitana, es también para la Alcaldía y el Concejo quienes desarrollan las políticas públicas de la ciudad, es también para la Secretaría de Movilidad para que fomente la seguridad vial, también para Codensa, para que la oscuridad en el espacio público deje de ser cómplice del ladrón.

La invitación es también para los ciclistas: hay que seguir rodando y superando los obstáculos, si las ciclorrutas nunca están solas le estamos robando la oportunidad a los delincuentes de aprovechar la soledad para atracarnos, si somos más se quedarán sin espacio para actuar, si somos ejemplares nos ganaremos la admiración del resto de la ciudadanía y dejaremos atrás los prejuicios que tanto nos han perseguido. Sigamos rodando como un acto de fe por la bicicleta y por nuestra ciudad.

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