A tan solo una hora de Bogotá, comienza este recorrido que no es solo un viaje en el presente, es una conexión con nuestro pasado, y que es mucho más que un paseo en bicicleta, es un encuentro con la naturaleza y los paisajes de Cundinamarca.
La Ruta Güecha es solo una de las nueve rutas que componen la BiciRegión, proyecto impulsado por la RAPE – Región Central para integrar a los departamentos de Boyacá, Meta, Tolima y Cundinamarca, incluida Bogotá, a través del cicloturismo.
Esta ruta se denominó así en honor a los güechas, guerreros muiscas, quienes ubicados en la frontera entre las tierras del Zipa y el Zaque, principales gobernantes de la región, libraron una fuerte batalla justo donde inicia este recorrido: la represa del Sisga.
Desde el inicio los viajeros se encontrarán con vayas informativas que relatan los orígenes de la presencia de los indígenas en el altiplano Cundiboyacense, así como las tradiciones que se han labrado en la región, hasta cómo el ferrocarril se compenetró con la naturaleza para conectar a Cundinamarca, Boyacá y hasta Santander con el Ferrocarril del Nordeste.
Junto a las vallas, el recorrido está guiado por balizas, pequeños postes que contienen información como la distancia recorrida, señalizan por dónde se debe seguir e indican algunos puntos de interés, esto facilita que estas rutas puedan realizar de manera autónoma, aunque hacerlo en compañía de un guía es muy enriquecedor, por los relatos que este nos pueda compartir.
Profundizando en el recorrido este se extiende por alrededor de 50 kilómetros y se puede realizar en uno o dos días, siendo esta última la mejor opción para poder descansar entre jornadas y apreciar por completo el escenario natural durante la pedaleada.
De esta manera, el recorrido propuesto es de 17 km para la primera jornada, dejando atrás la represa del Sisga, en Chocontá, y llegando a Suesca, pero antes de ello realizar un ascenso que puede llegar a ser fuerte o tomar el desvío señalizado para llegar directamente a la cabecera municipal.
En nuestro caso hicimos durante el primer día 15 kilómetros en cerca de dos horas, incluyendo el ascenso para luego hospedarnos en Niddo, un glamping ubicado en medio de la montaña, propicio para desconectarse en entorno diseñado para ser sostenible y rodeado de actividades de aventura.
Y avanzamos hacia el segundo día…
El segundo tramo desde la cabecera de Suesca es de 33 kilómetros, llegar al pueblo es una valiosa oportunidad de conocer la historia del municipio y activar energías para el primero de dos ascensos programados para este día, ascenso prácticamente finaliza en uno de estos túneles, testigos del paso del ferrocarril.
Foto: Tomás Molina – ColombiaCycling
Después de esto el camino da un poco de tregua, siendo generalmente más plano y sin mayores dificultades, esta condición permite relajarse más y disfrutar del paisaje, pasando por los Monolitos y rodeando la laguna de Suesca para rematar con un ascenso donde es posible apreciar una vista generar de este cuerpo de agua.
Después de esta parada, es necesario completar el ascenso para después realizar un descenso el cual debe hacerse cuidadosamente pues es pronunciado y donde luego de este nos encontramos con la baliza que nos indica que llegamos al fin del recorrido, en Cucunubá, municipio que se caracteriza por sus casas blancas, apacibilidad y el trabajo en lana que realizan sus artesanos.
Completamos esta segunda jornada en alrededor de cuatro horas y de esta forma culminamos la Ruta Güecha. Una experiencia imperdible y que es tan solo una de las nueve que conforman la Bici Región, si quieren conocer otras rutas como Camino de Arcilla en Boyacá, de la Templanza en Tolima o Sendas de Agua Torrentes de Paz en el Meta, visiten biciregion.regioncentralrape.gov.co.
Esta crónica fue posible gracias al apoyo de la RAPE – Región Central y su programa Bici Región.