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Sobre la encuesta de calidad de vida

Por: JUAN FELIPE SUESCÚN (@jfsuescun)

La semana anterior la Gobernación de Antioquia, la Alcaldía de Medellín y el Área Metropolitana del Valle de Aburrá presentaron los resultados de la Encuesta de Calidad de Vida 2013.

Esta encuesta se realizó con el fin de construir dos índices, el de Condiciones de Vida –ICV- y el de Condiciones de Vida Multidimensional ICV-MD, el cual incorpora dimensiones y variables adicionales que permiten explicar con mayor profundidad la calidad de vida de las personas.

Estos índices, al igual que el Índice de Desarrollo Humano (IDH) elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el coeficiente de Gini que mide la desigualdad, entre otros, hacen parte de una serie de indicadores que se han creado desde diferentes instituciones: universidades, centros de investigación, ONG`s, organismos multilaterales, entre otros, con el fin de “medir” desde diferentes perspectivas, temas relacionados con las condiciones de vida de las personas.

Desde hace más de una década el ICV lo ha implementado la Alcaldía de Medellín y posteriormente fue adoptado por otras Alcaldías y por la Gobernación de Antioquia ¿Por qué se eligió este índice y no otro? Porque tal vez por su características éste es el que mejor se adapta a la realidad de la ciudad y el departamento (lo qué se pretende medir), o tal vez en su momento era el que más le convenía medir al gobierno de turno (el que contrata la encuesta para desarrollar el índice).

En todo caso es importante anotar que al ICV, a partir de nuevos desarrollos teóricos sobre el tema, se le han incorporado variables y dimensiones, con el fin de conocer más a profundidad sobre la calidad de vida de los antioqueños. Como lo han sustentado varios autores, la calidad de vida va más allá de una simple dimensión económica, y se expande hacía dimensiones como el medio ambiente, la movilidad, la participación, la libertad, entre otros, para lo cual se creó el ICV-MD.

El ICV combina 16 variables agrupadas en 5 dimensiones (acceso a servicios públicos; capital humano y escolarización; calidad de la vivienda y capital físico; demográficas; seguridad social en salud y empleo), mientras que al ICV-MD lo componen 40 variables agrupadas en 15 dimensiones, dentro de las cuales se encuentran las del ICV.

Ahora bien, la Encuesta de Calidad de Vida 2013 arrojó resultados importantes que vale la pena analizar con detenimiento. El ICV en Antioquia pasó en el año 2007 de 68,38 a 66,05 en 2009, afectado por la crisis económica que se presentó a nivel mundial ese año. Este índice se comenzó a recuperar, y en 2011 pasó a 66,76, y finalmente en 2013 registra un 67,27.

Esta misma tendencia se observa a nivel urbano para estos mismos años. De hecho en 2013 el departamento presenta un índice de 71,55 mayor que en 2007 cuando fue de 70,96. Entre tanto, a nivel rural no se presentó esta tendencia, y el resultado en 2013 fue 55,76, levemente inferior al año 2011 cuando fue de 55,78, y lamentablemente muy lejos del 60,39 que se presentó en 2007.

Sobre estos resultados a nivel regional, cabe destacar que Medellín y el Valle de Aburrá continúan presentando los índices más altos, mientras Bajo Cauca presentó una disminución en el ICV-MD impulsado tal vez, por el paro minero que se desarrolló en la época en la cual se realizó la encuesta.

Ahora bien, pueden encontrar más información sobre la encuesta en (ver enlace) y sacar sus propias conclusiones. Sin embargo, sobre esta encuesta y sobre estos índices quisiera decir lo siguiente.

La encuesta, como su nombre lo indica, es una encuesta, es decir, es un conjunto de preguntas sobre diversos temas. En este sentido, los resultados que arroja obedecen a la percepción de las personas, y no precisamente a una medición técnica de las variables. La contaminación del aire, la seguridad, o la movilidad, son algunos de esos temas que incluye la encuesta, pero sobre los cuales no se desarrolla una medición concienzuda.

En relación con el ICV y el ICV-MD cabe recordar que éstos están compuestos por múltiples variables, unas más sensibles a una afectación, positiva o negativa, que otras. En ese sentido, el número de Kilómetros pavimentados puede aumentar en varios meses y con esto la percepción sobre el estado de la vía puede cambiar. Sin embargo, una política seria sobre la calidad de la educación requerirá muchos años para afectar positivamente estos índices. Es por esto que no podemos olvidar que tanto el ICV como el ICV-MD son una “fotografía” del estado de la calidad de vida en el momento en que se hizo la encuesta, y no es un valor absoluto para el bienio 2012-2013.

Esto me sirve finalmente para recordar que si bien la calidad de vida de las personas, hasta cierto punto, es responsabilidad de las administraciones públicas, esta encuesta no debe ser usada por los políticos de turno para mostrar resultados, ni por sus adversarios para atacarlos, en la medida en que los resultados que arroja la encuesta están atravesados por múltiples variables.

En ese sentido, teniendo presente que las administraciones actuales comenzaron en el año 2012 y sólo hasta mitad de ese año tuvieron su Plan de Desarrollo, me atrevo a decir que los resultados de la Encuesta de Calidad de Vida 2013 son el fruto de la administración anterior, así como los resultados de la encuesta 2015 y 2017, independiente de la próxima administración, reflejarán el trabajo que desarrollaron las actuales administraciones.

 

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