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Mi voto

El 25 de octubre es el día, ahí llegamos al momento decisivo. Vamos a votar por las diferentes autoridades que decidirán el futuro de nuestro entorno local. Presupuestos y necesidades gigantes requieren los mejores administradores, requieren personas que conozcan a profundidad el territorio y que tengan calidades bien definidas, seriedad y credibilidad, de las más necesarias.

Para la elección hay varias opciones, unas mejores que otras, y unas particularmente pésimas. Para la alcaldía de Medellín ya mencioné en mi columna “El canto de la polarización ideológica” algunas razones de por qué voy a votar por Federico Gutiérrez y lo reitero, sin duda su programa está centrado en las necesidades de los que vivimos acá, le apunta a una visión de ciudad clara pero con acciones concretas, esas que solucionan problemas reales, con acciones realizables ajustadas a las posibilidades presupuestales y materiales de la ciudad, es un candidato que ha recuperado su centro y que sabe construir desde la diferencia, que ha venido haciendo una campaña basada en el respeto. Gutiérrez pica en punta como la opción independiente y eso lo ha venido reconociendo la ciudad.

Para la Gobernación, también lo he expresado con claridad, estamos entre el oscuro pasado de la improvisación y la politiquería que deja abierta la puerta de entrada a la corrupción y la continuidad de un modelo que ha llevado la transformación hasta los más recónditos territorios. Llueven críticas y es común, 15 años de ostentar el poder generan muchas más expectativas que las que a veces se logran cumplir, pero sin duda Compromiso, en cabeza de Fajardo, como otrora lo hiciera en Medellín, le ha puesto un rumbo a Antioquia, un horizonte y avanza decidido en ello, el centro está en la educación, pero la verdad es que ese es solo el tema detonante, porque la inversión en infraestructura, por ejemplo de vías, pero también en centros de desarrollo infantil, instituciones educativas, sedes de la Universidad de Antioquia y en salud. Y todo ese horizonte puede hacerse más claro con Federico Restrepo.

Restrepo es un riguroso ingeniero con la sensibilidad y la disciplina de un músico. Esos elementos que parecen la descripción del hijo que muchos padres podrían soñarse es quien aspira a gobernar Antioquia. Es un tipo serio y de probada capacidad de administración. Para solo hablar de su recorrido por lo público, como Director de Planeación de Medellín le puso orden a todas las ideas de ese gabinete magnífico que puso al frente de esta ciudad Sergio Fajardo en 2004. Para 2007, asumió el liderazgo de EPM y llevó a esa empresa, no solo la cercanía de un gerente sencillo y cercano, sino todo el toque humano que una empresa de la dimensión de EPM no puede olvidar, y acercó la luz a los lugares apartados de la ruralidad y construyó viviendas sin afectar el patrimonio de la empresa y alcanzando records ambiciosos, como la mega de ingresos por 5.000 millones de dólares al terminar 2012 cuando la fecha esperada para ello era 2015, y se la voló llevando los ingresos hasta los 6.000 mil millones de dólares. Si eso no es talento para la gerencia, no sé qué pueda serlo.

El caso es que esos logros no llegan solos y Federico Restrepo es muestra de ello, su trabajo es discreto pero ordenado y tiene como base la planeación y eso me da la plena confianza de votar por él, no solo por ser la continuidad de Fajardo, sino por él y todas las habilidades y capacidades que tiene para asumir los retos que en los próximos 4 años asumirá Antioquia.

Para el concejo de Medellín mi opción también es clara, voy a apostarle a la lista de Creemos, esa lista me sorprende por la gente de altas calidades que allí encuentro, la mayoría jóvenes y todos profundamente apasionados desde sus capacidades, ahí todos tienen de donde escoger, desde el urbanista estudioso que le apuesta a la cultura ciudadana desde la convivencia en las barras de fútbol y la bicicleta, hasta el administrador enfocado en la educación y el emprendimiento como motores para activar la economía de la ciudad y mantenerla lo suficientemente activa para garantizar el derecho al empleo. En definitiva, si yo estuviera indeciso me regalaría la oportunidad de acercarme a la lista de Creemos, leer las hojas de vida de sus integrantes, pues seguro se sentirán identificados con alguno porque, aunque son líderes en sus áreas son ciudadanos y no figuras herederas de algún poder político tradicional, ahí está todo el material para renovar el concejo, que es algo que esa institución pide a gritos.

Dentro de la lista de Creemos yo le apuesto a Andrés López que va con el número 4. Andrés es un hombre serio y estudioso, un administrador a quien le reconozco una inmensa serenidad y claridad, elementos fundamentales para una institución como el concejo, donde hemos visto cómo han bajado el nivel del debate casi hasta los puños. Con Andrés, esos espectáculos grotescos están descartados de entrada. La obsesión de Andrés es el desarrollo económico y el empleo, él sabe que para llegar a esa meta hay que centrarse en la educación, el aumento de la calidad de ésta y el acompañamiento a los procesos de emprendimiento. Andrés tiene claro el rol de un concejal y no anda en las calles prometiendo cosas absurdas. No se dejen confundir y elijan bien, lean a sus candidatos, obsérvenlos y tengan claras sus funciones, sobre todo para el concejo, que muchos andan prometiendo a dos manos sin que eso les corresponda.

Por estas sencillas razones me voy con estos tres, Federico Gutiérrez para la Alcaldía de Medellín, Federico Restrepo para la Gobernación y Andrés López para el concejo de Medellín, en cada uno de sus municipios abran sus ojos y voten pensando siempre en el bien común.

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