Por: ANDRÉS PRECIADO (@andrespreciado3)
Podríamos decir con cierta certeza que desde mediados de enero estamos en el ambiente propio de las campañas electorales al congreso, pronto será más notoria la campaña a presidencia. Esta es la época de la visualización de las formas de hacer política, de los recorridos y discursos, de las propuestas y debates en donde el político aspira a tener la suficiente imagen y mensaje para convencer al elector de apostar a él su voto.
En realidad las campañas son todas muy similares, llenas de lugares comunes y mensajes repetidos que crean cierto fastidio en el electorado y la ciudadanía en general, a esto se debe que sean vistas más como formas de contaminación visual que como medios de difusión de una forma de pensar la política y la conducción del estado, sea desde el ejecutivo o el legislativo.
Por esto quisiera aventurarme a señalar algunas de las principales fallas identificables en una campaña política y tratar de presentar, de alguna manera, propuestas de subsanarlas.
Lo primero que es muy evidente es que el contenido visual de las campañas es malo, feo y muy poco diciente. La trillada foto del candidato con el número que tiene en el tarjetón en una anuncio gigante lleno de colores vivos poco impacto genera en el electorado, a veces incluso genera imagen negativa. Cuesta creer que en medio de avances importantes en el diseño digital, la fotografía y la publicidad, como los que se han hecho evidentes desde por lo menos los últimos 20 años, no exista una mejor manera visual de presentar un candidato, a uno que esté en campaña le diría que se arriesgue a algo diferente, a cambiar el molde, vale la pena tratar y escuchar a los que saben de diseño y publicidad.
Otro de los errores comunes, en especial de los candidatos a cámara y senado, es tratar de mostrar una imagen de político estatista, aquel que conoce todas las ramas y temas de la administración pública. Nada más errado, cuando se trata de política legislativa es mucho más rentable apostar a 3 temas, 3 mensajes que el electorado establezca y particularice como suyos. Esos serán sus caballitos de batalla y ante el maremágnum de candidatos serán su única posibilidad de lograr destacar.
Finalmente es necesario mencionar algo que los políticos olvidan reiteradamente: la ciudadanía los vota para que sean un canal entre sus demandas y las formas de atención del estado. En una campaña es vital que el candidato logre dejar claro cuáles serán los mecanismos de entendimiento en cuanto a manejo y trámite de demandas de sus electores. Un candidato al congreso que ya ha sido representante o senador pierde su curul en el momento en que es incapaz de conectar su trabajo como legislador con las demandas de los que le votaron, o peor aún, obtiene la imagen de político de votos, ese que aparece en campaña y desaparece en mandato.
Un comentario final: amigo candidato si usted ya ha estado en más de dos campañas, algunas las ha ganado y otras no, ha estado más de 15 años en política, está rodeado de políticos y su esfera es la de la administración pública, no crea taimados a los electores sosteniendo un supuesto discurso de apatía política en donde los políticos son otros y usted no lo es. Gran parte del electorado lo identifica como político, usted se sabe como tal, sostenga que hace política de una forma diferente o que es un político bueno y eficiente, pero no se mantenga en esa posición necia de separarse de lo político, acaba con su credibilidad.
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