“Lo trascendental de la cuestión aparece cuando llegamos a la concepción de una sociedad civil que incluya a mis primos, o las dinámicas de esta familia: la sociedad civil de abajo”
Cesar Augusto Tapias Hernández
Fumando Mañas
2010
El sociólogo y matemático noruego Johan Galtung, un estudioso de los temas relacionados con los conflictos sociales y la paz, ha establecido dos tipos de visiones de la paz una negativa y una positiva, las cuales se aplicarán al caso Colombiano de los Diálogos de Paz entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo – FARC EP-.
El pasado 19 de abril de 2015 el Consejo Gremial Nacional – los empresarios colombianos representante de los diferentes sectores de la economía – reunidos en el Palacio de Nariño con el Presidente de la República Juan Manuel Santos, dieron ante todos los medios de comunicación, un falso respaldo al proceso de paz o su visión de lo que es la Paz: La rendición de las FARC EP ante el Gobierno Colombiano, la entrega total de las armas, la garantía de la propiedad privada urbana y rural que han adquirido estos mismos, el castigo de cárcel para los miembros del grupo, entre otras exigencias que muestran estar de acuerdo más con la posición de Álvaro Uribe, una posición de ultraderecha que no reconoce sus propios problemas y los daños que le han hecho al país y le endilgan la culpa al “enemigo del Estado”, visión que concuerda a la perfección con la teoría de Galtung de una visión negativa de la paz, la cual plantea que la solución a los conflictos armados se ha entendido como la rendición incondicional de la contraparte, la entrega de armas, el sometimiento a la justicia penal, la entrega de los activos y el sometimiento a las normas vigentes.
Frente a esta visión negativa de la paz como lo plantea Johan Galtung existe una visión positiva en la cual la solución del conflicto pasa por varios puntos fundamentales, el primero es entender que no es pueden pensarse ganadores y perdedores, lo más importante es generar las condiciones para un desarrollo social conjunto, sin exclusiones y buscando el respeto por las diferencias siempre; en segundo lugar, es fundamental entender las razones por las cuales el conflicto surgió y permanece – tal como lo hace la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas en su Contribución al Entendimiento del Conflicto (2015) –; en tercer lugar es necesario, más que prioritario iniciar una reconciliación nacional no entre las FARC-EP y el Gobierno de Colombia, sino entre la Sociedad Civil Colombiana en su conjunto, tal como lo he mencionado en otra columna, la profesora Maria Teresa Uribe de Hincapié Doctora Honoris Causa en Ciencias Sociales y el cura – guerrillero Camilo Torres plantearon que es más que prioritario acabar la brecha que existe entre ricos y pobres, lo cual nos lleva a plantear una idea de justicia restaurativa y no punitiva, pues si seguimos sembrando odios, ideas de victorias o pérdidas no podremos lograr la transformación profunda que pretendemos y es necesaria hacer, está visión es la que la Sociedad Civil Colombiana ha tratado de visibilizar en el marco del Proceso de Paz, a la par que se han fundamentado no en un empirismo acrítico, sino que basados en su realidad y apoyados en estudios adelantados por diferentes científicos sociales y las diferentes Comisiones e insumos que estás generan como mecanismos de aporta a la solución positiva del conflicto armado.
No podemos entonces dar pasos atrás en el terreno ganado, la apuesta por la transformación de las condiciones sociales, políticas, económicas y culturales que han generado el conflicto armado y han permitido una escalada de violencia de tal magnitud que se tiene a Colombia en el vergonzoso segundo puesto entre los países del mundo con mayor número de desplazados y ha generado con este desplazamiento una cantidad de problemas que han evolucionado y permanecen hasta tanto se modifiquen de raíz.
La apuesta es por encontrarnos, entre ricos y pobres, generar espacios comunes de diálogo, de reflexión, de fiesta, de amor, en los cuales se pueda conocer al otro, compartir con él, ponerse en su lugar y comprender las situaciones por las que ha atravesado y atraviesa, de esta forma podemos dar saltos cualitativos en materia de resolución de conflictos y en pro de la construcción de una paz con justicia social, es decir una paz positiva para todos y no para unos pocos como ha sucedido en las anteriores ocasiones.
Los invitamos a seguir Bajo La Manga en Twitter: @bajo_lamanga y a visitarnos en www.bajolamanga.co