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El espacio sin Space

Por: Andrés López (@andresflopez)

La próxima semana se volverá a revivir la tragedia de lo sucedido en octubre del año pasado y en febrero de este año con la implosión de la torre 5 del edificio Space. Con la realización de mil 100 perforaciones aproximadamente y los explosivos necesarios, las otras cuatro torres se vendrán abajo. Hay que resaltar la gran labor que ha venido realizando el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Medellín (Dagrd) antes, durante y después de todo lo que ha acontecido alrededor de Space.

La unidad residencial ubicada en El Poblado se convirtió en un referente negativo de ciudad y de país en el tema de la construcción. Permitió que se identificara la misma situación en otras unidades de la misma constructora (Lérida CDO) en la ciudad, lo que significó salvar más personas de posibles desastres. A nivel nacional se abrió la discusión sobre los proyectos de propiedad horizontal, las curadurías y los permisos que se requieren para llevarlos a cabo.

Uno esperaría que después de un año, el tema estuviera solucionado con los damnificados y la implosión de las otras torres sólo fuera algo de trámite. Pero la realidad es otra. Las familias de las 12 personas que murieron ese 12 de octubre, en su mayoría obreros, recibieron apartamentos como indemnización, pero al parecer dichos apartamentos ya presentan fallas estructurales. No todas las personas que perdieron sus apartamentos han sido indemnizadas, y por si fuera poco, la constructora CDO ha adelantado demandas contra algunos porque sus palabras en los medios de comunicación «han lesionado la imagen de la compañía». Suficiente han hecho ellos mismos con la irresponsablidad de construir algo sin las exigencias necesarias, no cumpliendo la norma de sismorresistencia nacional, utilizando materiales deficientes y haciendo dps pisos más del los 23 que se habían planeado según la Fiscalía General de la Nación, y aún así vendían apartamentos a personas que iban a vivir allí con sus familias. No necesitan ayuda de nadie para dañar su imagen y reputación. Sumado a esto, la insistencia de Lérida CDO para repotenciar los apartamentos. ¿Alguna persona cuerda se le mediría a vivir en un apartamento de esos repotenciado? Más aún, ¿CDO cree que podría convencer a gente de vivir en ellos si la Alcaldía le permitiera mejorarlos?

Pero dejando lo anterior a un lado y viendo hacia el futuro próximo, la demolición total de Space no nos puede hacer olvidar a los damnificados, ni mucho menos lo que vivió la ciudad y El Poblado en ese momento, no podemos olvidar el trasfondo de esta situación y la discusión alrededor del tema de la construcción responsable. El espacio que quedará tras la desaparición del gigante de cemento debería convertirse en un icono de Medellín, un espacio público, una excusa más para recuperar espacios para la gente. Dudo que alguna empresa constructora se le mida a realizar otro proyecto allí, así el problema con Space no haya sido el terreno, o que alguien viva en otro proyecto realizado en ese mismo espacio. La ciudad necesita sanar esa herida, y hacer de este un espacio diferente puede ser el comienzo, pero la cicatriz quedará para no olvidar. No se vale olvidar.

 

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