Bajolamanga.co

Publicado el Bajolamanga

Campañas: solo dos propuestas

Por: ANDRÉS PRECIADO (@andrespreciado3)

Chris Christie es el actual gobernador de Nueva Jersey, hasta hace algunos días era el casi seguro candidato republicano para competir por la Casa Blanca con la señora Clinton, casi segura candidata demócrata a la próxima elección presidencial. El fortachón republicano parecía ser el abanderado de un partido que por poco está arruinado, gracias a la ortodoxia conservadora del Tea Party.

Con un carisma increíble para acercar visiones irreconciliables dentro de su partido y un don de gente que le permite osadías como reelegirse con el 60% de votos a favor en un estado liberal, Chris había demostrado que su cercanía con la comunidad, su capacidad ejecutiva y de eficiencia administrativa – demostrada en el manejo exitoso de los estragos del huracán Sandy – y su conservadurismo moderado lo podían acercar al primer cargo público en USA, es más, en diciembre pasado aventajaba a Clinton en la intención de voto presidencial.

No obstante las aspiraciones de Christie se fueron al suelo estrepitosamente porque en un acto despreciable, políticamente hablando, algunos de los miembros de su equipo cerraron dos de los tres carriles del puente George Washington que comunica a New Jersey con New York armando un trancón de horas durante todos los días de una semana, para vengarse de un alcalde local demócrata que no acompañó a Christie en su reelección, a costa del bienestar de millones de ciudadanos para los que este puente es paso obligado a diario. ¡Chau Casa Blanca! Dice el republicano en estos momentos, pese a negar su participación en el asunto y haber destituido a los funcionarios implicados, jamás podrá librarse de la mala imagen que quedó sobre sí.

Esta historia no es más que una introducción a dos reflexiones importantes sobre la manera como los candidatos a cargos públicos enfrentan las campañas en Colombia. En ocasiones gastan demasiado esfuerzo y energía en elaborar propuestas diferenciadoras, desmarcarse de los demás contendientes con temas novedosos e incluso buscando asuntos que como prioridad sean los primeros en tratar.

Lo que yo le diría a un candidato es que su campaña debería centrarse en dos mensajes básicos: que va a cumplir con su tarea y deber en caso de salir elegido, y que va a decir la verdad. Puede parecer demasiado simple pero póngase amigo lector a pensar a cuál candidato se lo ha escuchado decir recientemente, si no las dos, al menos una de las sencillas propuestas ¿Difícil de contestar, no?

Los políticos desprecian el valor de la eficiencia y la popularidad que puede representarles el trabajo esforzado y cumplido. Si lo entendieran las maquinarias no existirían, pues estas surgen por la necesidad de soporte económico para que un candidato obtenga un puesto que no merece y que no está en capacidad de llevar a feliz término desde la efectividad. Las componendas serían innecesarias si un político comprendiera que la mejor publicidad y forma de captar votos es haciendo bien su trabajo y procurar hacerlo mejor cada vez que tenga una nueva oportunidad.

La segunda propuesta es también un aparente lugar común, decir la verdad creería uno es un presupuesto innegociable en un político, pero ellos no lo recuerdan con mucha frecuencia, piensan que su deber es decir a los ciudadanos lo que ellos quieren escuchar, y eso si que es un error garrafal. La ciudadanía espera que sus líderes le digan cuando las cosas están bien y cuando no lo están, que no lleguen a prometer en reuniones con comunidad asuntos que no cumplirán y que cumplan con aquellos a los que la ley y su palabra les obligan.

Amigo candidato, decir que va a cumplir con su tarea de manera responsable y que va a decir la verdad, no le resta seriedad, al contrario, le abona sinceridad y credibilidad. Entienda el valor de madrugar a trabajar y dejar de pasear lo más posible mientras ejerce como representante político y tenga claro que un “No” bien sustentado es posible y más provechoso que un “Sí” que no cumplirá con el ciudadano que le espera y que de incumplirle jamás le volverá a elegir.

Por último, tenga muy presente que los ciudadanos no somos pendejos y que por más que lo niegue, muchas veces los sucesos son más evidentes que sus declaraciones. Piense en el caso de Christie, nadie le cree que no tenga nada que ver.

 

Ésta y otras columna puede leerlas en www.bajolamanga.co (@bajo_lamanga)

Comentarios