A la Palestra

Publicado el Juan Sebastián López M

El Polo y el material de los barcos

Con cada jornada electoral surge una nueva versión sobre la desaparición del partido más importante que ha tenido la izquierda colombiana en su historia. En esta oportunidad, no pocos pronosticaron que el Polo no alcanzaría el umbral y perdería la personaría jurídica. Vaticinios realizados en un contexto bastante desfavorable para la oposición y la democracia colombiana.

Sin explicación válida al Polo le negaron la inscripción de varios testigos electorales, le retrasaron los anticipos para financiar sus campañas y no se le permitió realizar actos públicos en algunas plazas del país, entre otra serie de cuestionables sucesos. Todo esto realizado con la anuencia de un Consejo Nacional Electoral controlado en un 100 % por los partidos de gobierno.

Si se hiciera un concurso de lo más corrupto del país el sistema electoral pelearía el podio. Si esto es así, ¿Por qué no lo cambian? Porque está hecho a la medida del voto amarrado y es adverso para el voto de opinión, con él ganan los musas y los ñoños y sobretodo porque resulta servil al modelo económico y político que rige en el país. Sin embargo, y muy a pesar de sus enemigos, el Polo salió avante y otra vez se quedaron con los crespos hechos quienes auguraron su final.

Estas siete razones prueban los buenos resultados conseguidos por el POLO en las pasadas elecciones legislativas.

  1. Pasar el umbral en ambas corporaciones, Senado y Cámara: El único partido que se ha declarado oficialmente en oposición al gobierno de Juan Manuel Santos, logró una bancada de ocho congresistas; cinco senadores y  tres representantes, todos probados luchadores sociales.
  2. Voto de opinión vs mermelada: Mientras los políticos de Santos tenían gobernaciones, alcaldías, feudos clientelistas en entidades públicas y el burdo financiamiento de sus contratistas, la campaña del Polo fue austera, con voluntarios y buscando el voto de opinión.
  3. El Polo aumentó sus curules: Se ha dicho que el Polo pasó de ocho senadores a cinco, pero en la práctica pasó de tres a cinco; veamos por qué: de los ochos senadores elegidos por el Polo en 2010, tres se fueron para la Alianza Verde: Avellaneda, Guevara y Romero. Los votos de otros dos candidatos verdes al Senado, Jorge Ospina y Carlos Lozano, también provenían de senadores del Polo, Mauricio Ospina y Gloria Ramírez, respectivamente. Así las cosas, mientras el Polo hizo campaña con tres senadores, la Alianza Verde dispuso de diez. Desde este punto de vista el Polo pasó de tres a cinco senadores y la Alianza Verde de diez a cinco.
  4. Las listas de indignados dieron resultado: Se sumaron sectores nuevos, el partido se compenetró con la lucha social como nunca antes y se registraron excelentes votaciones en lugares marcados por la movilización como Antioquia, Valle, Santander, Huila y Bogotá.
  5. En Bogotá florece un nuevo Polo: Germán Navas Talero, cabeza de lista a la Cámara, fue la más alta votación individual con 45.386 respaldos. Además, la lista al Senado fue la cuarta más votada de la capital por encima de Verdes, Cambio Radical, Conservadores, Mira y antiguo PIN, superando incluso la votación del Polo al Concejo en 2011. Para terminar, Robledo fue la más alta votación individual al Senado en Bogotá con 49.967 apoyos.
  6. La Cámara en Antioquia: si los lugartenientes de Santos no triunfan en su jugarreta de quitarle la curul a Rodrigo Saldarriaga, los 59.938 votos alcanzados por la lista polista le permiten a este dramaturgo pasar de las tablas a una nueva curul para el Polo en uno de los departamentos más importantes del país.
  7. Jorge Enrique Robledo, mayor votación individual al Senado: tener al congresista más votado del país es sin duda un gran triunfo para el Polo. A Robledo le premiaron su coherencia y ahora tendrá más espacio para subir el volumen.

De la misma manera como la tormenta permite probar el material de los barcos, la hostilidad vivida por el Polo durante las pasadas elecciones, permitió sacar lo mejor del partido, probar su fortaleza y notificarle a Colombia que el Polo es un partido que llegó para quedarse.

Durante la campaña del Polo en Quinchía, Risaralda.

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