A calzón quitao

Publicado el A calzón Quitao

El caballero no tiene memoria

Sábado, Seis de la mañana. Escucho un estruendo en el primer piso de la casa, me levanto afanada y oh! Sorpresa llegaba mi hermano en un estado de embriaguez total.

Subió como pudo las escaleras. Lo despertó el dolor de cabeza que deja el haberse bebido todo el bar. Miró su celular y tenía varios mensajes de un número x, no le dio importancia y siguió en su profundo sueño esperando que el guayabo no lo fuera a matar.

El domingo salió con sus amigos a la ciclovía y pasaría su tarde con la novia. Llegó para el almuerzo. Apenas nos sentamos en la mesa dice: ¡La cague!

Sabia de lo que estaba hablando. Un amigo de él soltó una carcajada, yo lo mire y le dije: El caballero no tiene memoria.

Claramente sabia de lo que estaba hablando, sabía en qué podría terminar esa noche de locura y de tragos descontrolados. Sabía que había terminado en la cama de alguna vieja que jum!, ni idea.

Resulta que no fue en una cama, fue en el baño del lugar en donde se la pegó y la chica en cuestión no era muy bonita que digamos. Sus amigos se la montaron hasta el límite.

Pregunto ¿cuántas veces bebemos tanto alcohol que al otro día ni nos enteramos de qué fue lo que hicimos?

Abrir tus ojos y despertar al lado de una persona que conociste la noche anterior, de la que no conoces su pasado ni nada de su vida es un choque para muchos, otros se relajan y disfrutan.

El “no me llames yo te llamo”, es usual en este tipo de relaciones. Fue una noche de copas una noche loca de la que no queremos tener rastro en nuestra vida. Si te vi no me acuerdo.

Este tipo de relaciones pueden traer consecuencias nefastas que van desde enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados y la ruptura con su pareja estable por infidelidad.

Ahora pregunto ¿A quién le gusta tener sexo con borrachos? Yo puedo decir que he estado en los dos lados.

Estaba tan alicorada, tan ebria que no me podía ni tener. Estábamos en el apartamento de un amigo y soy de las pocas mujeres que creen que metiéndose a la ducha puede pasmar un poco el estado de alicoramiento.

Resulta que un “amigo” -y lo encomillo porque teníamos nuestro encarrete- se metió conmigo al baño, muy querido él (ironía). Me desvistió y me metió a la ducha… y ¡oh por Dios! Tengo lapsos de tiempo que no concuerdan con lo que creo que paso. No estaba en ese momento ahí. No sentí absolutamente nada. Si hizo o no hizo yo no lo viví.

Me acostaron y me levanté a las horas, estaba desnuda y no me acordaba muy bien de lo que había pasado. De verdad es una experiencia que no quiero volver a repetir en mi vida, aunque no me dio tan duro porque igual tenía una especie de relación con él.

Esa es estando ebria. No sé qué sintió él al verme en el estado tan deplorable en el que estaba. Pero creo que no lo disfruto, yo parecía un muñeco.

La otra experiencia que tuve fue con mi “amor de verano”, así lo llamo yo. Salimos de la universidad y nos metimos en un hueco a beber hasta que se nos parara el ombligo –en ese tiempo yo “aguantaba” mi hígado “aguantaba”-

Nos fuimos para su casa. Yo estaba bien, él en la inmunda y yo lidiando un borracho (hombres es lo peor que nos pueden hacer). Su amiguito no funcionó y yo quede lista, me dio mal genio y salí corriendo despavorida.

No es chévere tener relaciones sexuales con borrachos y menos aprovechar el estado vulnerable de otra persona para acceder a ella. Para poder disfrutar de una relación sexual es necesario tener nuestros cinco sentidos en funcionamiento.

Si no es así y se la pasan en esas, créanme, esa relación no va para ningún lado.

Ahora bien, si te quieres enloquecer y experimentar una noche como estas por favor hazlo responsablemente, protégete y protege a la persona con la que vas a estar.

Ya sabes “el caballero no tiene memoria”. O se puede decir que tenemos memoria selectiva, nos acordaremos de lo que nos conviene. Todo depende de nuestros recuerdos de la noche anterior.

Por lo que a mi concierne, olvidé por completo la primera experiencia, igual no me acordaba de muchas cosas y además quisiera que la persona en cuestión también lo olvide, pero me lo recuerda cada vez que hablamos de desdoblamientos por culpa del alcohol.

Y lo ocurrido con mi “amor de verano” solo lo traigo a colación cuando mis amigas me preguntan por él en una noche donde solo rajamos de la humanidad.

Reitero, se pueden vivir todas estas experiencias –aunque no son recomendables, de verdad te arrepentirás toda la vida- pero con responsabilidad.

Este tipo de relaciones no nos lleva a ningún lado. Solo a matarnos la cabeza cada vez que recordamos esa bochornosa experiencia. Ni tu disfrutas, ni él/ella lo hace… Es mejor todo con conciencia.

 

Comentarios