No es simplemente una recomendación la de ingerir agua todos los días como parte integral de nuestros hábitos, ya que hablamos de una necesidad humana, y en ese sentido cada persona debería conocer muy bien su dosis adecuada de agua y respetarla con su debido consumo.
Para quienes estén pensando en bajar de peso, tal vez sea importante mencionar que la ingesta de agua no sólo hidrata, sino que contribuye a frenar el apetito, además de ayudar en el desarrollo muscular y de optimizar el metabolismo.
La cantidad de agua diaria que necesitamos depende de nuestro propio peso y de otros factores subjetivos. Sin embargo existe una fórmula que consiste en dividir por dos nuestro peso corporal (medido en libras), y el resultado se supone es la cantidad aproximada de onzas de agua que tu cuerpo necesita a diario.
Conocernos mejor; ser más concientes de nuestras costumbres cotidianas e incorporar ciertas prácticas nuevas a nuestros hábitos de rutina. Beber agua antes de cada comida ayuda a que los alimentos se metabolicen más rápido en nuestro organismo. Se recomienda beber un vaso de agua y esperar unos 45 minutos antes de desayunar, almorzar o cenar, y así mismo esperar unas 2 horas después de cada comida antes de volver a ingerir agua u otro tipo de alimentos.
Consumir agua no sólo contribuye a la reducción de peso, sino que además previene múltiples enfermedades como la bronquitis, asma, diarrea, estreñimiento, epilepsia, migraña y molestias de los riñones, entre tantas otras virtudes que ya son reconocidas.
Así que la dieta del agua, más que una dieta para bajar de peso, consiste en una terapia para controlar y regular su consumo, con propósitos de ordenar nuestras comidas y bebidas y de lograr un cuerpo sano, una piel elástica y un aspecto joven y saludable.
Fuente: mejorconsalud.com / vix.com
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