300 GOTAS

Publicado el Bastián Baena

Julia Abdullah se lava las manos 300 veces al día

Después de lavarse las manos unas trescientas veces con más de una veintena de jabones diarios, no cabe duda de que Julia tiene las manos muy limpias. Durante casi dos décadas esta malaya de 40 años ha venido desarrollando un trastorno obsesivo compulsivo que acabó descarnándole la piel.

No se trata de una promesa que hizo a los dioses; se trata de un caso de excesiva limpieza. Todo comenzó con su oficio como técnica de laboratorio, manipulando constantemente muestras de sangre y heces fecales. Obsesionada con los virus, Julia pasaba cada vez más tiempo en el baño tratando de impedir que los gérmenes invasores se propagaran hasta convertirse en una temible enfermedad.

Su práctica de lavarse las manos se hizo más intensa y frecuente hasta el punto de tener que dejar su empleo. Se incrementó su obsesión y se incrementaron también las facturas del agua, del jabón y del champú. Su trastorno la imposibilitaba para sostener cualquier tipo de trabajo. Sin tiempo ni energía para otra cosa distinta de limpiarse, Julia terminó por perder cualquier contacto con la realidad.

Su madre desesperó diseñando una estrategia muy sucia con la que pretendió aleccionar a su hija: se rebeló a no bañarse durante tres meses. Tratando de evitar la convivencia con los parásitos maternos, Julia se defendió con un nuevo ritual de limpieza que la llevaba a permanecer unas cinco horas diarias bajo el chorro de la ducha.

Vacilando con la tentativa del suicidio, la mujer con las manos más limpias se internó en un sanatorio mental. Aún no se recupera del todo, pero ya no invierte en la compra rutinaria de los dos frascos de champú con los que solía lavar su pelo más de veinticinco veces al día.

El mundo le agradecerá el ahorro de agua de estos últimos meses.

Julia Abdullah washes her hands 300 times a day

After washing her hands 300 hundred times with more than twenty soaps daily, there is no doubt that Julia has very clean hands. For almost two decades, this 40 year-old Malay woman has developed an obsessive compulsive disorder that ended peeling her skin off.

This is not a promise to the gods; it is a case of excessive cleanliness. It all started with her job as a laboratory technician, where she had to manipulate blood and feces constantly. Obsessed with viruses, Julia spent more and more time in the bathroom trying to stop germs from invading her body and spreading into a dreaded disease.

Her practice of washing hands became more and more intense and frequent, to the point of making her quit her job. Her obsession increased and so did water, soap and shampoo bills. Her condition made it impossible for her to sustain any kind of job. With no time or energy left for anything other than getting cleaned, Julia ended up losing all contact with reality.

Her desperate mother designed a dirty strategy that sought to instruct her daughter by not bathing for three months. Trying to avoid parasites form her mother, Julia fought back with a new ritual of cleansing that had her remain five hours a day under the spray of the shower.

Tempted with the idea of suicide, the woman with the cleanest hands in the world introduced herself into a mental hospital. She is still recovering from a whole, but she no longer invests her daily budget in two bottles of shampoo for washing her hair more than 25 times a day.

The world will thank this water saving.

Fuente: pais24.com / rinconabstracto.com / noticiasstarmedia.com

 

Fotografía: rinconabstracto.com
Fotografía: rinconabstracto.com

Aporta información para 300 palabras más a través de nuestra página en Facebook

Curiosidades, datos y estadísticas a través de Twitter: @300gotas

Haznos llegar tus comentarios a nuestro correo [email protected]

 

Comentarios