300 GOTAS

Publicado el Bastián Baena

En la misma semana alerta por deshielo en ambos polos

En menos de diez días se difundieron noticias alarmantes desde ambos polos.

En la Antártida se acelera la pérdida de plataformas heladas. La costa oeste desaparece precipitadamente. Los casquetes del sur han perdido volumen cada vez más deprisa durante las últimas dos décadas.

En el norte se anticipó el deshielo. Lo común es que la superficie congelada alcance su mayor extensión hacia mediados de marzo. Sin embargo este año ya comenzaron a descongelarse los enormes témpanos de hielo y una vez más la tribu de los inuit, así como algunos animales -entre ellos el amenazado oso polar-, tuvieron que modificar sus estrategias para cazar sobre un territorio cada vez menor. El casquete del Ártico registró su extensión más pequeña: el manto helado se redujo en más de un millón de kilómetros cuadrados en comparación con la medida contabilizada entre 1.981 y 2.010.

La causa principal sigue siendo el discutido calentamiento global.

Lo cierto es que cada vez hay menos hielo en los océanos. Al descongelarse, el agua dulce se desaprovecha y a su vez afecta la salinidad marina, alterando el balance de las corrientes oceánicas y provocando la formación frecuente de huracanes, nevadas y sequías. Por otro lado el nivel del mar aumenta con rapidez y amenaza la existencia de importantes ciudades costeras.

Y nosotros, ¿qué tan lejos estamos de los polos? ¿Este problema es también nuestro y está dentro de nuestras posibilidades aportar soluciones concretas? Llevamos varias décadas de advertencias pero aún nos negamos a participar activamente en la tarea de encarar estos desafíos.

Seguimos inactivos, ajenos, desentendidos de nuestras responsabilidades planetarias. Aún permanecemos estáticos sin decidirnos a emprender la revolución en nuestros modelos de vida.

Nos negamos a creer que esta revolución comienza por el hogar, a pequeña escala. La revolución es, hoy, cerrar la llave del agua.

In the same week, alerts of thawing in both poles 

In less than ten days alarming news were spread from both poles. In the Antarctic, the loss of ice shelves accelerates. The west coast is disappearing abruptly . South caps have lost volume with increasing speedduring the last two decades.

Up north, thaw anticipated. The common thing is for the frozen surface to reach its greatest extent by mid-March. But this year the huge icebergs already began to thaw and once again the Inuit tribe, as well as some animals -including endangered polar bears-, had to change their strategies to prey upon a shrinking territory. The Arctic ice cap registered its smallest extension: the icy mantle fell by more than a million square kilometers compared with the measure accounted for between 1981 and 2010.

The main cause is still the much discussed global warming.

The truth is that every year there is less ice in the oceans. When thawed, fresh water is wasted and in turn affects ocean salinity, altering the balance of ocean currents and causing frequent formation of hurricanes, snowstorms and droughts. On the other hand, the sea level is rising rapidly and it threatens the existence of major coastal cities.

And us, how far are we from the poles? Is this problem also ours and is within our means to provide concrete solutions? We have had several decades of warnings but still refuse to actively participate in the task of addressing these challenges.

We remain inactive, oblivious, blind eyed to our planetary responsibilities. Unfortunately we remain static without deciding to undertake the revolution in our ways of life.

We refuse to believe that this revolution begins at home, on a small scale. The revolution is, today, to close the faucet.

Fuente: deshielosanfra.blogspot.com.ar / elespectador.com

 

Fotografía: blogosfera-web.blogspot.com

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