Sobre el desierto de Mojave la temperatura hierve a 40° C y la ciudad de Las Vegas se erige en medio del derroche inconmensurable de agua. Duplicando su población durante la última década, Las Vegas experimenta la mayor explosión demográfica del país. Nada prohíbe saciar la sed de quienes beben el doble de agua que consume el estadounidense promedio, superando los mil litros diarios por persona.
Dependen un 88% del río Colorado -que durante la última década redujo su nivel a la mitad-, y del depósito acuífero que abastece a otros seis estados, el Lago Mead. Las Vegas prevé la sequía del Colorado y adelanta la construcción de un acueducto monumental que nacería en los valles del este, transformando quinientos kilómetros de paisaje y atentando las tradiciones de los pueblos que atraviese, secando estas zonas y acabando el orden del ecosistema.
En el acueducto se invertirán más de dos mil millones de dólares. Principal atractivo turístico del país, Las Vegas percibe más de seis mil millones de dólares anuales, producto del despilfarro de cuarenta millones de personas que a esta misma hora estarán lanzando los dados para jugarse su propia suerte.
El 70% del agua es desperdiciada en el riego del césped, en antejardines y parques y en el mantenimiento de medio centenar de campos de golf. Hoteles y casinos exhiben sus fuentes descomunales y otras extravagancias acuáticas. La ciudad acapara el agua y en el desierto ya no brotan nuevos manantiales. Los abrevaderos que nutren la agricultura y la ganadería son cada vez más inaccesibles. Legalmente Las Vegas es dueña de estos territorios.
Consumo consciente y razonable resolverían el asunto; pero estas reflexiones podrían espantar a inversores y turistas. Un famoso contador en Internet insinúa que a Las Vegas le quedarían no más de 2.429 días para seguir pecando.
The wet sin of Sin City
The temperature goes up to 40 ° C on the Mojave Desert, and the city of Las Vegas stands amid a boundless waste of water. Doubling its population in the last decade, Las Vegas experiences the greatest population explosion in the US. Nothing forbids to quench the thirst of those who drink twice the water consumed by the average American, exceeding a thousand liters per person per day.
Las Vegas depends on the Colorado River by 88% -a river which reduce its flow to half over the last decade -, and by an aquifer reservoir that supplies six other states, Lake Mead. Las Vegas predicts Colorado’s drought and anticipates the construction of a monumental aqueduct that would start in the valleys of east. This project will transform hundreds of miles of landscape, it will destroy the traditions of the people as it passes through, and it will dry these areas and finish the order of the ecosystem.
The aqueduct will cost over two billion dollars. As one of the country´s main tourist attractions, Las Vegas collects more than six billion dollars every year, which are the product of forty million people who are rolling the dice to stake their own fate at this very moment.
70% of water is wasted on watering the lawns of gardens and parks, and on the maintenance of over fifty golf courses. Hotels and casinos display their enormous water fountains and other aquatic extravagances. The city hoards most of the water, and in the wilderness no springs bathe the soil. Wells that nourish agriculture and livestock are increasingly inaccessible. Legally, Las Vegas owns these territories.
Conscious and reasonable consumption would be sufficient to settle the issue; but these reflections may scare away investors and tourists. A famous countdown in the Internet states that Las Vegas has no more than 2,429 days left to sin.
Fuente: CNN (Mex) / BBC Mundo
Fotografía: Diego Cadavid
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