300 GOTAS

Publicado el Bastián Baena

El hábito de malgastar lo abundante

En una década la extrema escasez de agua podría afectar a unas 2.000 millones de personas. Para mediados de siglo se contarán más de 10.000 millones de habitantes. En pocos años el humano arrasó aquello que a la naturaleza le llevó millones de años en crear. Es urgente replantear y convencernos sobre una nueva cultura del agua.

Las campañas para economizar y evitar el malgasto de agua se habían concentrando hasta ahora en la producción, pero considerando que cada cosa requiere de agua para su fabricación, el consumidor final podría convertirse en la principal respuesta a la crisis del agua.

Un tercio de los alimentos acaba desperdiciándose en la basura durante su procesamiento, mientras cada año cientos de millones de personas mueren de hambre. En la mayoría de los países nórdicos el uso medio de agua por persona supera los 200 litros diarios. En los EE.UU. la estadística se duplica. Al mismo tiempo, más de 4.000 niños mueren cada día por temas relacionados con la insalubridad del agua.

Esto no parece preocupar a quienes siguen patentando un estilo de vida fundamentado en el lujo y el despilfarro irracional. Este confort, esta excesiva comodidad a la que estamos acostumbrados, el desinterés por nuestras responsabilidades ambientales y el desaforado derroche que nos caracteriza, atenta peligrosamente contra los ecosistemas de un mundo en el que se agotan los recursos que pudieran apaciguar esta desesperada necesidad de adquirir.

La publicidad debería informar al consumidor de la cantidad de agua que requiere cada cosa que consume. En China se promueve el consumo de papa ya que su producción requiere menos agua que el arroz. Nuestro consumo tendría que priorizar el respeto por los recursos ambientales, y la idea del desarrollo tendría que sustentarse en encontrar soluciones sostenibles que armonicen con la conservación del patrimonio ecológico.

The habit of wasting abundance

Within the next decade, extreme water shortages could affect about 2,000 million human beings. By the middle of this century, the world’s population could exceed 10,000 million. In a few years, the human race wiped out what took Nature millions of years to create. It is urgent to rethink and convince ourselves about the need of developing a new culture of water.

So far the campaign to save water has been focused on production, but considering that everything requires water for manufacturing, consumers could become the main response to the water crisis.

A third of the food is wasted in the trash throughout the process of production, while every year hundreds of millions of people die of starvation. In most of the richest countries, the average water use exceeds 200 liters per person per day. In the US these rates double. At the same time, more than 4,000 children die every day of diseases related to unsafe water.

These issues do not bother or concern those who live a lifestyle based on irrational luxury and extravagance. The excessive comfort to which we are accustomed, the disinterest about our environmental responsibilities and the outrageous waste that characterizes us is attacking the ecosystems of a world in which resources are depleted to soothe our desperate need to consume.

Advertising should inform consumers about the amount of water required for producing each thing. In China, potato consumption is promoted because its production requires less water than rice. Our consumption should prioritize the respect for environmental resources, and the idea of development should be based on sustainable solutions that harmonize with the conservation of our ecological heritage.

Fuente: elespectador.com / gwp.org.es

 

Ilustración: Pawel Kuczynski

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