El segundo versículo de la Biblia dice que al comienzo “el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”; los mayas sospechaban que en las profundidades de una caverna inundada de agua dulce se hallaban las puertas del otro mundo; los indios pima creían que la Madre Tierra había quedado preñada con una gota de agua; Tales de Mileto filosofaba sobre el agua como detonante mismo del universo, y así los hebreos, babilonios, aztecas y otras tantas civilizaciones veían en el agua un símbolo sagrado ligado al origen.
El agua personifica la fuerza vital creadora. Al menos en nuestro mundo es culpable del origen de la vida y la que garantiza su permanencia. La mayoría de las religiones se inician en la fe sumergiéndose en las aguas bautismales. Veneramos lagunas y ríos.
El agua representa la pureza. “La limpieza es la mitad de la fe”, dijo Mahoma. Pero no sólo los musulmanes en las mezquitas turcas celebran el ritual de purificación a través del agua. Los judíos renuevan su espíritu en las aguas de una cantera conocida como mikve; el vudú purga sus penas en agua en el festival de la Virgen de los Milagros, en Haití; la santería brasilera invoca a su deidad Oggun en las aguas del río y la catarata sagrada del templo de Tsubaki, en Japón, es epicentro de la liturgia sintoísta del lavado de impurezas.
El agua cura. De ahí que algunos moribundos persigan las aguas mágicas de algunos ríos o beban la fuente milagrosa de los manantiales con el afán de sanar sus dolencias. Al agua le confieren poderes de rejuvenecimiento y vida de eterna.
Casi todas las culturas acostumbran lavar a sus difuntos. Los restos y cenizas de muchos se mezclaron con las olas. Todo termina también en el agua.
Water is sacred
The second verse of the Bible says that in the beginning «the Spirit of God moved upon the face of the waters»; Mayans suspected that deep in a cave flooded in freshwater the doors to another world were hidden; Pima Indians believed that Mother Earth had become pregnant with a drop of water; Thales philosophized about water as constituting a trigger of the universe itself; and so the Hebrews, Babylonians, Aztecs and many other civilizations considered Water as a sacred symbol connected to the origins of the Universe.
Water embodies Creative Life Force. At least in our world, it is guilty of the origin of life and it guarantees its permanence. Most religions have a rite of passage that involves plunging into the waters of baptism. We venerate lakes and rivers.
Water represents Purity. «Cleanliness is the half part of faith» Muhammad said. Not only Muslims in Turkish mosques celebrate the ritual of purification through water. Jews renew their spirit in the waters of a quarry known as mikvah; Voodoos purge their grief in water in the festival of the Virgin of Miracles in Haiti; Brazilian Santeria invoke their deity Oggun in the river, and the sacred waterfall of the temple of Tsubaki, in Japan, is the epicenter of Shinto’s liturgy of washing impurities.
Water Heals. Hence some ill people pursue the magical waters of some rivers or drink the miraculous source of the springs in an effort to heal their ailments. Rejuvenation and eternal life are conferred to the powers of Water.
Almost all cultures tend to wash their dead. So many remains and ashes are mixed in waves. It all ends in Water.
Fuente: National Geographic / memoriadelagua.org
Aporta información para 300 palabras más a través de nuestra página en Facebook
Curiosidades, datos y estadísticas a través de Twitter: @300gotas
Haznos llegar tus comentarios a nuestro correo [email protected]