Todo Oídos

Publicado el jmaldonado

La queja

Resulta que hay una expresión en Finlandia  que se utiliza para describir el sonido de muchas personas que se quejan simultáneamente; lo llaman «coro de quejas», o   valituskuoro.

Están una tarde un par de artistas en una parque en Helsinki hablando de «la cantidad de energía que  gasta la gente quejándose». La pareja piensa, entonces, en lo curioso que exista una expresión como valituskuoro.
Seis años después, lejos de Finlandia, en el Museo de Arte Mori de Tokio, cien personas se reúnen para esto:

Se llaman a sí mismos el Coro de Quejas de Tokio. Son el último de 23 coros que de Melbourne a Sunbyberg han seguido el instructivo de los artistas  Tellervo Kalleinen y Oliver Kochta-Kalleinen (son, además, marido y mujer). Un grupo de interesados se reúne a quejarse. Alguien toma nota y le da un orden al descontento, y luego un músico le añade  cuerpo y sonido.

El primero de estos experimentos se llevó cabo en 2005, en la ciudad de Birmingham, en el centro de Inglaterra. Su primera queja es madre de muchas quejas: «la ciudad ha cambiado tanto… me gustaba más antes»:

El arte de quejarse que descubrieron este par de finlandeses parece estar dando discretas pistas antropológicas. Este semana, un reportero del New York Times señalaba que en Tokio las quejas sobre el trabajo son más comunes; en Helsinski se mortifican con más frecuencia por los defectos de sus celulares (¿tendrá Nokia algo que ver con esto?); en Chicago no soportan el tráfico y en Moscú los coros por lo general evocan «un profundo trauma existencial» o «un amor insatisfecho», según los artistas.

Curiosamente, ni en Colombia ni en ningún país latinoamericano hemos puesto nuestro innegable talento para quejarnos  al servicio de la música. Valdría la pena el intento. ¿Cuál sería nuestra queja más idiosincrásica?

PS.

Confieso que este fin de semana no puedo quejarme. El viernes, en el Teatro Metropol, Squirrel Nut Zippers puso a bailar como locos a los asistentes, a punta de su ya entrañable mezcla de swing y punk. El sábado en la noche, la súper orquesta de Carolina del Norte  repitió en el Jardín Botánico en Medellín, mientras que en Bogotá, Eblis Álvarez se paseó con su proyecto, Meridian Brothers, por el bar El Anónimo (Av. Suba cl. 106 C.C. Puente Largo), a las 8:00 PM. Escuchar a Meridian siempre será una experiencia memorable.

Comentarios