Ojo de pez

Publicado el Mónica Diago

El abrazo de la serpiente: más taquilla, menos esnobs

Ahora que pasó la emoción, el patriotismo, la foto con Ciro Guerra en el Facebook y las filas en el cine; ahora que sabemos que la Academia prefirió premiar  una película más sobre el holocausto (que no deja de ser buena) antes que el paisajismo amazónico y las consecuencias de la colonización en Colombia, llegó la hora de pagar.

abrazo de la serpiente

Por: Mónica Diago

@monicadiago 

De volver a las filas del teatro como el día en que se anunció la nominación del Abrazo de la serpiente, que no le cabía un alma a ninguna de las salas de cine que tuvieron que reprogramar la película (salvo Cine Tonalá que llevaba muchos meses proyectándola). De recompensar el trabajo de las muchas Cristina Gallego que hay en la industria cinematográfica convenciendo a inversores de que pongan plata para desarrollar la historia en la que llevan años trabajando. De recompensar a todos los Ciro Guerra que están trabajando en cine antes de que los medios de comunicación los tilden de genios, de premiar a todos los actores que eligen trabajar en películas con un salario considerablemente menor que los proyectos de televisión que deben dejar a un lado por rodar un largometraje.

De recomendarle a la mamá que vaya a ver la nueva película de los directores caleños, de los bogotanos, de los paisas, de hacerle voz a voz a la película que se ganó un premio , a la que nos pareció interesante, a la que tiene actuaciones destacadas.

En Colombia estamos construyendo una industria de cine circular, que debe completarse con el consumo del público, con la taquilla. Lastimosamente, parece una línea recta que empieza en la mente de un guionista y termina en el afiche que dura pocas semanas exhibido.

Y no valen las excusas de tipo “el cine es muy caro”, porque Colombia es uno de los países latinoamericanos con boletas de cine más baratas. Es uno de los espectáculos de entretenimiento más asequibles del mercado. (Ver Las cifras de cine en el mundo)

Dense la oportunidad de sorprenderse con las historias que están contando nuestros cineastas. Nuestros, los mismos por los que se nos hincha el pecho cuando van a Cannes o a los Óscar. Claro, no todas las películas están hechas para el mismo público, pero en Colombia se están estrenando más de treinta (¡30!) películas al año. ¿Cuántas vio usted?

Queremos más alfombras rojas con las huellas de nuestros compatriotas (se nos llena la boca escribiendo eso en Twitter durante la transmisión de los Óscar), más gente contando las historias que nos identifican y mostrándolas en todo el mundo. Vayamos a cine, a ver cine colombiano.

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