Otraparte@otraparte
Cortesano esperando ser nombrado embajador: Sire, ya sé español.
Luis XIV: Te felicito, ahora podrás saborear Don Quijote en el original.
Marjorie Ross@marjorieross
En Madrid, a un mendigo: –¿No le da vergüenza practicar este oficio infame pudiendo trabajar?
Mendigo: –Señor mío, os he pedido dinero, no consejos.
(Recogido por Voltaire en su Diccionario Filosófico)
Jose M. Ruiz@josetenene
La emperatriz Eugenia en favor de un obrero:
¿Con seis hijos y una mujer que alimentar podía tener tiempo este pobre hombre para conspirar?
maria paz ruiz@mariapazruiz
Enrique IV el Galante, rey de Francia, le preguntó a una dama de la corte por el camino para llegar a su alcoba.
Y ella: «Por la iglesia».
Diego Aristizábal@d_aristizabal
En la historia de la tauromaquia, como en cualquier otra, se han dicho frases para la Historia. Una de Juan Belmonte podría ser de Séneca.
López de Ayala, tras una gran faena de JB: «Ahora, Juan, ya sólo le queda morir en la plaza».
«Se hará lo que se pueda, don Ramón»
AnaCristinaRestrepoJ@anacrisrestrepo
Lord Palmerston sobre el embajador de Napoleón III en Londres:
“Ese hombre miente hasta cuando no dice nada”.
(Ricardo Bada: ¡Qué actual!)
Sandra Suárez@SandSuarez
Isabel I: Esta casa es pequeña para un hombre como vos.
Bacon: Señora, no es culpa mía si V.M. me ha hecho demasiado grande para mi casa.
Juana Jirafa@juanalajirafa
Goethe, tras pedir que abriesen las ventanas porque entrase luz, más luz, le dijo a su nuera sus últimas palabras: «Dame tu patica, hijita».
Catalina Franco R@catalinafrancor
Museo de Historia Natural. El administrador nos enseñó un envoltorio lleno de paja, nos aseguró que contenía el esqueleto de un dragón, y dijo:
«Esto prueba que el dragón no es un animal fabuloso». (Casanova en sus Memorias, tomo IV).
Arely Díaz R@Arelitad
Víctor Hugo recibió una carta desde América, dirigida «Al más grande poeta de Francia. París».
Sin abrirla, resolvió mandársela a Lamartine.
Andrés Hoyos@andrewholes
Castelar en el Congreso, oyendo un discurso altisonante y altitonante sobre un tema trivial:
«Su Señoría mata los gorriones a cañonazos».
jobuwa@JohanBushWalls
1929, rebelión en España contra el dictador Primo de Rivera.
Juicio a Sánchez Guerra: ¿Con quién contaba usted para la sublevación?
Sánchez Guerra: Malograda, con nadie; este lance me ha producido un fenómeno de amnesia que no me permite recordar ningún nombre.
Ana María Mesa@animesa
Salía él de un estreno teatral y una joven dijo: “¡Mira, mamá, Martínez de la Rosa!”
Y él: “Martínez solamente, señorita; la rosa…es usted”.
Marcos Villasmil@mantle61
Dionisio I, tirano de Siracusa, le leyó unos versos a Filoxeno y el poeta le dijo que eran abominables. El tirano lo mandó encarcelar.
Al día siguiente lo mandó traer a su presencia y le leyó otros.
Al terminar, Filoxeno dijo a los guardias: «Volvedme a la cárcel».
Laura García@LaZapaquilda
Soldado espartano: – Son tantos los persas que sus flechas forman una nube que oculta el sol.
Leonidas: – Mejor, así pelearemos a la sombra.
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