La revolución personal

Publicado el larevolucionpersonal

020 – Aceptación equilibrada y consciente en La Revolución Personal

Aceptación equilibrada y consciente significa que cuando tengamos momentos difíciles podemos hallar en nuestro interior la serenidad y la fuerza que nos permitan comprender y liberarnos de nuestros errores encontrando el consuelo y la paz interior que nos transporte hacia un aquí y ahora pleno que nos llene de luz para recibir las indulgencias que merecemos.

No significa perfección, significa que aceptamos la imperfección, que aceptamos lo que juzgamos como negativo para liberarnos y hallar en nosotros mismos el equilibrio que nos  puede brindar la paz que nos acompañará por siempre.

Significa que debemos aceptar nuestros errores, aceptar nuestro pasado, de esta forma podremos aceptar el futuro con una nueva visión aprovechando las oportunidades que nos brinda la vida.

Aceptémonos como somos, aceptemos nuestro cuerpo, nuestra forma de ser. También aceptemos las demás personas como son, con sus errores y equivocaciones, no tratemos de cambiar a nadie. Recordemos que la aceptación es incondicional.

Cuando aceptamos, estamos permitiendo que la vida fluya y nosotros fluimos con ella. Por el contrario, si nos negamos a aceptarlo, sentimos ansiedad, dolor y hasta nos enfermamos, el mayor daño sucede donde más nos hace daño, dentro de nosotros.

Cuando aceptamos nos damos cuenta que no hacerlo es inútil, al no hacerlo tratamos de controlar diciendo “debería” o “tendría” lo que nos ocasiona sufrimiento porque las personas y/o las situaciones no son como nosotros queremos que sean. Aceptemos, así como aceptamos la salida del sol, por más que no aceptáramos, el sol siempre sale, entonces no aceptarlo  es ir contra la corriente. Pero quizás nunca trataremos de controlar la salida del sol, tratamos es de controlar nuestro mundo y el de las personas que están a nuestro alrededor. Este es un falso sentido de poder,  porque  la verdad  es que no podemos ni siquiera controlarnos a nosotros mismos, no controlamos nuestras reacciones, no controlamos ni siquiera nuestros pensamientos. ¿Cómo osamos pensar que podemos controlar a las demás personas?

Al aceptar aligeramos nuestros cuerpos, pues nos liberamos de cargas innecesarias, experimentamos la levedad del ser, creamos el conocimiento sobre nosotros mismos y evolucionamos.

Recordemos que la aceptación es diferente a la resignación.  Una gran parte de nuestros sufrimientos se generan por causa de los pensamientos, sentimientos, emociones y sensaciones que pensamos que no podemos soportar. Similar a las sensaciones que tenemos cuando visualizamos o imaginamos un limón, lo partimos, lo olemos, exprimimos su jugo dentro de nuestra boca y podemos llegar a decir que sentimos los ácidos del limón en nuestras papilas gustativas. En nuestro caso el limón es imaginario; las sensaciones, emociones y pensamientos  que no podemos soportar o que nos causan algún daño también son imaginarios, no son reales.

La prueba de los números uno, dos y tres es interesante. Le pedimos a alguien que repita dos veces esos números y luego le pedimos que haga todo el esfuerzo por olvidarlos, esa persona por más que haga el esfuerzo no podrá olvidarlos. Este ejercicio nos demuestra que es fácil pensar en lo que queremos pero que es muy difícil dejar de pensar en lo que no queremos pensar. También sucede lo mismo especialmente con nuestras emociones y sensaciones dolorosas o miedosas, entre más nos esforcemos en eliminarlas, más estarán presentes en nuestros pensamientos. Entonces la solución es la aceptación. No demos importancia a nuestros pensamientos dolorosos, negativos o miedosos, pues sólo nos generan depresión, ansiedad, estrés y además nos inutilizan.

El previo entrenamiento en tener claros nuestros valores, hará que hagamos caso omiso de esta clase de pensamientos y nos permitirá actuar con aceptación minimizando los riesgos, pero aceptando conscientemente las sensaciones de sufrimiento dolor y miedo tomándolo como una experiencia y enseñanza, que nos confronta con nosotros mismos y nuestras reacciones frente a la persona o situación que estemos viviendo en ese momento.

Lo siguiente va a hacer parte de nuestra entrada 21 la próxima y subsiguientes semanas. Tenemos un pensamiento que nos desagrada, que no es nuestra voluntad, simplemente seamos conscientes de él pero no nos involucremos con ese pensamiento, si nuestro pensamiento fuere: “tengo que matar ese desgraciado que me hizo tanto daño”  podemos decirle a nuestra mente “ese es su problema, no el mío” y simplemente lo dejamos quieto, el pensamiento desaparecerá porque dejamos de “luchar” contra él. Hagamos la prueba. Vale la pena correr el riesgo pues nos permitirá ser nosotros mismos.

De acuerdo a la Dra. Elisabeth Kübler-Ross, los pacientes a quienes se les diagnostica una enfermedad terminal pasan por el siguiente proceso:

1 – Negación: El choque, abatimiento, pánico y rechazo de la realidad.

2 – Odio: Cólera, ira, reproche, rabia contra uno mismo y contra los demás.

3 – Negociación: Se regatea, se humilla para no afrontar la realidad.

4 – Depresión: Al darse cuenta que de nada sirvió el regateo, ni la ira para evitar la realidad.

5 – Aceptación: Finalmente se pone en paz con la realidad, se respeta, se libera se acepta.

Este es el duelo donde se aprende de la experiencia vivida. Lo importante es encontrar el punto de equilibrio personal para finalmente llegar a la aceptación.

Cuando tenemos baja la autoestima pretendemos encontrar la aceptación en los demás: Si los demás me quieren yo puedo quererme. Por el miedo a ser rechazado, puedo aceptar cualquier cosa. Tememos mostrarnos como somos por temor a ser rechazados imitando conductas con las cuales no estemos de acuerdo, situación generada por la dificultad para sentirnos cómodos con los demás.

Buscar la aceptación de los demás es como luchar contra la corriente, es buscar afuera lo que no hemos buscado adentro, cuando nos amamos a nosotros mismos, ¿por qué buscar afuera quien me ame? Si me acepto, ¿Por qué buscar afuera que los demás me acepten? Olvidemos la culpa, el chantaje y todo lo que nos haga daño, aceptémonos a nosotros mismos, amémonos, querámonos consintámonos, mimémonos que cuando estemos llenos de amor, automáticamente daremos amor sin esperar que nos devuelvan amor a cambio, ese día dejaremos de sentirnos rechazados y seremos libres.

*

Esta semana practiquemos la aceptación equilibrada y consciente: Aceptemos todo lo que está dentro de nosotros, pensamientos, sentimientos, lo que está alrededor de nosotros, nuestro ambiente, los sonidos los olores. Aceptemos lo que no tenemos, nuestros recuerdos, fantasías, lo que hemos hecho, lo que no hicimos.

Algo muy sencillo en caso de que no tengamos el don de la aceptación, es practicar el optimismo, la atención, la gratitud, la generosidad y la compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás, todo es cuestión de actitud, es el “libre albedrío” del que hablan las sagradas escrituras de todas las religiones.

Invitamos a todas las personas interesadas para que estén pendientes a partir de la próxima entrada, estaremos tratando el tema “Meditación para principiantes” donde vamos a llevarlos desde lo  básico hasta lograr mantener una meditación por una hora o ampliarla al tiempo que deseemos. Ese es el aspecto central de La Revolución Personal.

Texto: Dhyanamurti

Edición: Vilma V.

Naturaleza caprichosa (Fotografía: J.P.A.)
Naturaleza caprichosa (Fotografía: J.P.A.)

Comentarios