Volvamos a la fuente

Publicado el Banco Interamericano de Desarrollo

Pero no hay agua

Este blog fue publicado en Gente Saludable del
Banco Interamericano de Desarrollo

http://blogs.iadb.org/salud/2014/01/29/pero-no-hay-agua/Por Diana Pinto

S

Imagina una típica escena de lavado de manos en una guardería en un país en vías de desarrollo. Una clase de aproximadamente 15 niños hace fila para utilizar el lavabo. Pero solo sale agua del grifo en algunas ocasiones o el lavabo no funciona en absoluto, por lo que el agua debe ser traída en recipientes de un tanque lejano.

Una adecuada higiene de las manos es un factor clave para la prevención de la diarrea aguda y las infecciones respiratorias, que son las causas principales de mortalidad y morbilidad en niños menores de 5 años. El lavado de las manos con agua y jabón ha demostrado ser la intervención más eficiente en  lo que a costos respecta para la prevención de estas enfermedades. Promover la práctica del lavado de manos y rostro en diferentes comunidades de la región, especialmente entre los niños, es un componente importante de los proyectos del BID en Latinoamérica y el Caribe, pero ¿qué hacer cuando no hay agua disponible?

El hecho es que una gran proporción de la población agobiada por estas enfermedades vive en lugares donde el agua es un recurso natural escaso o de acceso limitado  debido a deficiencias en  infraestructura. Sin embargo, si bien es cierto que lavarse las manos es una práctica simple en sí misma y la razón para tal práctica parece ser fácilmente comprensible para las personas, fomentar cambios de comportamiento para asegurar su adopción y cumplimiento puede ser bastante difícil. La practicidad de lavarse las manos con jabón en situaciones de alta demanda de agua, como en el caso de centros de salud y escuelas, resulta cuestionable y sin duda puede convertirse en un obstáculo para el cumplimiento de tal práctica. En el escenario descrito anteriormente, si los niños siguen estrictamente las instrucciones recomendadas para el lavado de manos, le tomaría a toda la clase una media hora lavarse las manos, a expensas de las actividades de aprendizaje o de juego. Por lo tanto, es prioritario identificar alternativas de higiene de manos para los escenarios en los cuales la escasez de agua o las barreras de comportamiento constituyan un problema.

Fui coautora de un estudio con un grupo de investigadores colombianos y encontramos una menor incidencia de diarrea aguda e infecciones respiratorias en niños de entre 1 y 5 años de edad que asistían a centros de cuidado infantil en los que las lociones de manos a base de alcohol (lociones desinfectantes) se encuentran disponibles. En el estudio titulado “Ensayo controlado aleatorizado por conglomerados sobre el uso de antisépticos para las manos para la prevención de enfermedades infecciosas en los niños en Colombia”, se designaron aleatoriamente 42 centros de cuidado infantil con un acceso al agua esporádico y limitado, ya fuera para que usaran lociones desinfectantes como complemento del lavado con agua y jabón o para que continuaran con sus prácticas usuales de lavado de manos.

Los resultados de este estudio sugieren considerar las lociones desinfectantes como una opción para las políticas nacionales de salud pública. Por un lado, son baratas: la utilización de dichas lociones durante un año escolar de 210 días tendría un costo de tan solo $2,50 USD por niño. Lo que es más, el nivel de comodidad y satisfacción con el producto que reportaron los profesores que participaron en el estudio dan a la loción desinfectante una ventaja sobre el lavado de manos con agua y jabón. Además, su uso podría ser una solución temporal en entornos con escasos recursos hídricos e instalaciones y suministros sanitarios inadecuados.

Aunque prometedor, el potencial rol de las lociones desinfectantes como una herramienta de salud pública podría ser analizado con mayor profundidad mediante estudios sobre la relación costo-eficacia en comparación con otras opciones de higiene de las manos, con los factores que influyen en la adopción de procedimientos en diferentes contextos y con maneras efectivas de facilitar un cambio de comportamiento y una adopción de tecnología a largo plazo en diversos contextos culturales.

Diana Pinto es especialista líder en salud en las oficinas del BID en Washington DC. Este artículo fue publicado originalmente en el Blog Primeros Pasos del BID.

Comentarios