Visto desde Europa

Publicado el vistodesdeeuropa

Prandelli y el renacimiento de la Fiore

Hace 10 años, un 27 de octubre de 1999, Gabriel Batistuta sellaba la clasificación de la Fiorentina a los octavos de final de la Liga de Campeones. El histórico Bati marcó el tanto que significó la victoria de su equipo ante el poderoso Arsenal en territorio inglés. Fue el clímax para una generación de futbolistas consagrados a nivel europeo potenciados desde el banco por el distinguido Giovanni Trapattoni, quien meses más tarde partiría al banco del seleccionado italiano y le cedería su lugar al turco Fatih Terim de gran campaña con el Galatasaray. Ese sería el último registro encantador de la ‘Squadra Viola’. Surgieron los problemas: la economía del club presentaba un cuadro de colapso total que en la temporada siguiente acabó con un ciclo que incluyó la conquista de dos Copas y una Supercopa de Italia.

«Nos han humillado a todos nosotros», pregonaban cientos de hinchas en una pancarta tras conocer la debacle financiera y deportiva de la Fiorentina en la temporada 2001-2002. Envueltos por un manto de dolor, lágrimas e indignación, los hichas  simbolizaban un funeral poniendo flores al frente de la sede deportiva del club. No había vuelta atrás. Los toscanos enfrentaban la peor crisis de toda su historia tras el descenso de 1993. Las épocas de gloria y regocijo quedaban atrapadas en el pasado.        

La responsabilidad del nefasto suceso fue obra de la pésima administración de la familia Cecchi Gori, reconocidos productores de la industria cinematográfica italiana. La deuda que alcanzó los 50 millones de euros no dejó margen para la conciliación y el equipo fue descendido sin tregua a la tercera categoría.  «la vieja Fiorentina ya no existe. Ahora tiene que empezar de cero», fue tajante Adriano Galliani, en aquel momento Presidente de la poderosa Liga Italiana. La institución sufrió como nunca la quiebra. Tuvo que despojarse de referentes históricos como Rui Costa, Chiesa, el yugoslavo Mijatovic y Batistuta, goleador, capitán y el último gran ídolo de Firenze.

El coma institucional imponía una nueva era con reestructuración inmediata.  La primera pieza de la renovación fue la asunción a la presidencia del empresario de calzado Andrea Della Valle, quien trajo consigo como entrenador a Emiliano Mondonico, gestor del ascenso en la temporada 2003-04 y víctima de la  irregularidad en el retorno a primera. La falta de resultados le costó el puesto y su lugar fue ocupado por el mítico Dino Zoff, entrenador al que algún día le darán el mérito de haber sacado el barco a flote cuando parecía que otra vez su destino era el fondo. El 3-0 en la última jornada contra Brescia fue la salvación de otro colapso y la cuota inicial de un nuevo destino.     

Durante la etapa de reconstrucción, el eslabón del resurgimiento, Cesare Prandelli, seguía cosechando experiencia como entrenador en el banquillo de la Roma, luego de su paso por Atalanta, Lecce, Venezia y el modesto Hellas Verona de la Serie B. Como jugador forjó su currículo formando parte del plantel de la magnífica Juventus de Trapattoni. En aquel equipazo que tenía como estandarte al brillante Michel Platini, el ex mediocampista  ganó tres scudettos (1980-81, 1981-82 y 1983-84) y una Copa de Italia (1982-83). Europa también entró en el sumario de conquistas con la ‘Vecchia Signora’ a principios de los 80’s. Una Recopa y una Supercopa marcaron el camino del ciclo inolvidable que culminó con la obtención de la Copa de Europa (1984-85) y la Intercontinental en una final memorable ante el gran Argentinos Juniors del ‘Bichi’ Borghi y el ‘Checho’ Batista. El 4-2 en definición por penales y el festejo de Platini, quedarán en la historia del extinto trofeo.    

En el 2005, Claudio Cesare y la Fiore estrecharon su vínculo contractual para devolverle el prestigio a la institución en un proyecto en el que entraron, entre otros, el portero Sebastien Frey, el ex defensor de la selección italiana Giuseppe Pancaro, el mediocampista Riccardo Montolivo y el implacable Luca Toni. El delantero de 1.95m y que había tejido una excelente campaña con el Palermo, anotó 31 goles y conquistó el Botín de Oro de Europa en la 05-06. El conjunto Viola terminó cuarto y se constituyó en la revelación del campeonato. Sin embargo, la desgracia volvió a tocar sus puertas. Esta vez el club entró en la lista de involucrados en el ‘calciopoli’, escandaloso acontecimiento relacionado con el arreglo de partidos que le costó la pérdida de categoría a la Juventus y la penalización con quita de puntos al Milán y a la Fiore.   

Lejos de dejarse consumir por el bochornoso suceso, dirigentes y cuerpo técnico encontraron soluciones para ejecutar un plan de contingencia con el fin de evitar un nuevo capítulo de frustraciones. Se mantuvo la base y se sumó al plantel el rumano Adrián Mutu, complemento de ataque ideal para el referente Toni. Juntos construyeron una dupla demoledora, sumaron 31 tantos y contribuyeron al regreso de los toscanos a una competición europea.  Sin más interrupciones en el camino del renacimiento, Prandelli planificó los objetivos y logró ejecutarlos con criterio. Su equipo elaboró una campaña formidable en la Serie A dejando atrás los 15 puntos de penalización y llegó a semifinales de la Copa Uefa (hoy Europa League) donde cayó por penales ante Glasgow Rangers.

Lo hecho este año es la confirmación del proceso y el fruto de una labor encomiable. La coherencia en las contrataciones ha sido un factor clave en la estructura del plantel. Con el dinero de la venta de Felipe Melo a la Juventus llegaron Marchionni y regresó Cristiano Zanetti. El peruano Juan Vargas es el futbolista que marca la diferencia desde su posición como volante por izquierda. Gilardino, el montenegrino Jovetic y Mutu son letales en el ataque. Frey es prenda de garantía en el arco y el veterano capitán Martin Jorgensen impone jerarquía.    

Como hace diez años, Inglaterra volvió a ser testigo de un episodio histórico para los violetas. Ahora el turno fue para Gilardino ante Liverpool. La Fiorentina terminó líder del grupo con 15 puntos. Ganó 5 partidos consecutivos tras su derrota ante Lyon en el debut. El 18 de diciembre sabrá el nombre de su rival en la siguiente fase. Sin duda, y más allá de lo que pueda acontecer en febrero en el mano a mano, Firenze tiene un motivo para brindar y recibir el 2010. Aquella frase de indignación de la pancarta se ha transformado en orgullo. Las flores ya no simbolizan un funeral, son para los jugadores y sobre todo para Cesare Prandelli, el guía y máximo responsable del renacer de la Fiore.

Comentarios