Tenis al revés

Publicado el @JuanDiegoR

La ansiedad por poseer no nos deja ser

Culpamos al capitalismo, al obsoletismo programado, al consumismo. Culpamos al sistema de hacernos querer más. Siempre más. Pero el sistema solo se acomoda a nuestra naturaleza insaciable pavimentándonos un camino al que le clavamos banderas mientras recorremos sin disfrutarlo.

ConsumismoBlog

Somos consumistas de personas, cargos laborales, sentimientos, lugares. No solo de objetos. Buscamos respaldo en bestsellers, copiamos fórmulas para ser millonarios y les creemos a exitosos prohibiendo el conformismo. El sistema solo satisface, sirve de espejo y consejero: consigue a toda costa, vales lo que ganas, trabaja y no pares. Así escapamos más rápido del abismo, del vacío, de la incertidumbre, de la nada interior, del miedo a no encajar.

Mantenemos entonces en una carrera por coronar, conquistar, adquirir, comparar lo viejo con lo nuevo y prescindimos de lo primero por la emoción que representa lo segundo. Nos creemos mejores con cada adquisición, cuando cada adquisición nos hace más insaciables. Más mendigos de olor a recién desempacado.

ConsumismoBlog2

Cuando adquirimos somos felices por un tiempo y de repente nada tiene sentido ya. Sentimos un vacío, listo para devorarnos. Debemos crear un nuevo deseo. Una nueva meta. Los viajes de largo aliento o sin tiquete de regreso, por ejemplo, los usamos para conquistar, para llenar un mapamundi con alfileres que cuantifican nuestro andar, para decir yo también o para contradecir viajeros del pasado. Para escapar de nosotros mismos, para sentirnos vivos.

Hiperventilamos cuando se acerca el final de un viaje, nos invade la nostalgia del que será cuando aún no acabamos de descubrirlo todo. Y solo encontramos bálsamo definiendo el siguiente destino. Entonces siempre estamos un poco ausentes, añorando las aventuras pasadas y fraguando las siguientes. La vida debería tratarse de un mapamundi y un solo alfiler para pinchar el sitio donde despertamos.

Comentarios