Publicado el Henry Salazar

Callejero*

Pasados muchos muchos años, en otra tierra, bajo otro cielo, un perro apareció en mi puerta. Tenía hambre y sed. Le dimos agua y comida, y lo echamos. Volvió pocas horas despúes y nos miró. Entonces le dijimos: “Entra, has encontrado tu casa”. No fue él único. Otros dos, cada uno por su lado,... Ver post completo.