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El dólar: malo si sube y malo si baja

Por: Sebastián Mayor

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El aumento en el precio del dólar suponía una nueva oportunidad para los exportadores colombianos, que en el 2014 tuvieron un año gris. Sin embargo, parece que aun con la subida del precio del dólar, el panorama sigue siendo bastante preocupante para ellos.  

Desde mediados del año pasado, el peso ha sufrido una tremenda devaluación de más del 30%, alcanzando recientemente los 2.600 pesos por dólar, lo que ha dado cabida a diferentes análisis desde muchos sectores. Para los exportadores del país, por ejemplo, el aumento del precio del dólar suponía una nueva oportunidad debido a que el 2014 no fue su mejor año. Sin embargo, parece que aun con la subida del precio del dólar, el panorama sigue siendo bastante preocupante para ellos.

Para empezar por el lado positivo del asunto, uno podría pensar que esta es la oportunidad que los exportadores colombianos esperaron durante mucho tiempo; dado que ahora sus productos serían más baratos (relativamente) en el exterior y por consiguiente, más competitivos frente a sus pares en otros lugares del mundo. Sumado a esto, la apertura comercial generada por los tratados de libre comercio, se podría pensar que ocurriría un aumento en las exportaciones, que impulsaría la industria nacional y disminuiría el déficit en la cuenta corriente, que en 2014 fue el más grande en la historia del país.

Fuente: http://mx.investing.com/news/noticias-forex/el-peso-mexicano-se-aprecia-un-1,69–frente-al-d%C3%B3lar-estadounidense-39459

Otros grupos que vale la pena analizar son los productores y comerciantes, que dependen de la importación de productos y materias primas para sus negocios, y en últimas, los consumidores finales que estamos sintiendo la devaluación, vía un aumento en los precios. Sólo van dos meses del año y la inflación acumulada ya es de 1,8%, casi tan alta como la que se presentó en todo el 2013 que fue de 1,94%. Esto se ha observado específicamente en el precio de los alimentos, que en muchos casos depende del precio internacional de los fertilizantes y que, según el DANE,  tuvo un aumento del 1,81% y en los últimos 12 meses, del 6,77% en febrero.

Sin embargo, no se puede pensar que la devaluación del peso solucionaría todos los problemas que tenían los exportadores (que el año pasado observaron una caída del 6.8% en el valor de sus exportaciones frente al año inmediatamente anterior); contrario a lo que se podría pensar, desde que se devaluó el peso, las exportaciones colombianas han sufrido la disminución más fuerte en los últimos dos años. Lo anterior, está impulsado por la caída en los precios del petróleo, lo cual reduce los ingresos que recibe el país ya que es uno de los principales productos de exportación.

Por su parte, las importaciones aumentaron frente al mismo periodo del año inmediatamente anterior. La caída en las importaciones se empezará a observar paulatinamente; ya que existe un rezago debido a que muchas de estas están comprometidas contractualmente desde mucho tiempo antes, por lo que actualmente se han mantenido.

Gráfica

Es decir, que todos los buenos pronósticos para los exportadores debido a la devaluación del peso no se están cumpliendo y por el contrario, en los últimos meses, están enfrentando  una situación menos favorable que cuando el precio del dólar supuestamente los beneficiaba poco o nada. No es un secreto que muchos países están pasando un mal momento económico debido a la caída de los precios internacionales del petróleo y que, incluso otros países de la región, estén enfrentando los efectos de la devaluación.

Las exportaciones hacia Estados Unidos, el principal socio comercial del país, cayeron a pesar de la devaluación. Otros importantes socios comerciales como Ecuador y Venezuela están  fuertemente afectados por la caída en los precios del petróleo, a lo que se debe sumar las restricciones impuestas por el Gobierno ecuatoriano a las importaciones de algunos productos colombianos y la crisis que se presenta en Venezuela. Brasil, otro país con el que hay un comercio exterior significativo, también está enfrentando  una devaluación y  una coyuntura económica no muy favorable. Paradójicamente, en el 2014, las exportaciones aumentaron hacia la Unión Europea, que todavía no logra recuperarse completamente de la crisis; estas se encontraron entre las pocas que crecieron, impulsadas por un significativo aumento comercial con Italia y España, dos de los países que más han sufrido la crisis.

Todo esto indica que las exportaciones no dependen únicamente de la tasa de cambio sino de la coyuntura económica mundial y del dinamismo del sector externo, que actualmente es bajo. La caída de los precios del petróleo ha afectado los ingresos del país significativamente, al igual que los de otros países; algo que está afectando la demanda de productos colombianos. Aunque la devaluación pudo haber atenuando el efecto que ha tenido la caída de los ingresos por exportaciones de petróleo, no ha logrado impulsar los demás sectores.

 

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