En mi oficina tenían varias teorías acerca de mi estado civil, que iban desde ser una beata que los fines de semana se quedaba en casa viendo sábados felices o por el contrario era Samantha la de Sex and the City y me acostaba con uno diferente cada 3 días.
Desde tiempos inmemoriales existe la maravillosa costumbre de etiquetar a las personas y en ocasiones sucede que una percepción exagerada llega a ser más fuerte que la realidad y entonces los estereotipos acerca de la soltería se convierten en un mal chiste.
Reconociendo que en ocasiones pueden tener algo de verdad pero bastante de ficción, enumeré los típicos clichés en los que se rotula a las treintañeras que no se han casado.
Soltera Aburrida: Es la típica fémina que en su guardarropa posee más pijamas largos que ropa de rumba, por lo general mira el vaso medio vacío y no medio lleno, tiene un gato y piensa adoptar el segundo. Se ha visto todas las comedias románticas y siempre llora cuando se imagina a Mathew McConaughey diciéndole te amo.
Frase típica: “Pobrecita a esa la dejó el tren”
Soltera Inalcanzable: Es bella, tal vez sin necesidad de haber pasado por el quirófano, con clase, inteligentísima, tiene una especialización, un sueldazo, un carrazo, un apartamentazo y es aquella con la que muchos hombres sueñan, aunque en la realidad se deciden por una mujer considerada más a su alcance. Y bueno, ella no se queda atrás y espera un príncipe azul de 1,80 de estatura que llegue en su BMW.
Frase típica: “No pierdas el tiempo que esa vieja no te va parar bolas”
Soltera Lesbiana: Resulta que varios en el trabajo le han echado los perros y ella obviamente a ninguno le ha hecho caso, también comparte apartamento con una gran amiga y ciertas señales indican que su roommate, podría ser realmente su novia y que extra-oficialmente salió del closet.
Frase típica: “Será que no le gustan los hombres?”
Soltera Resentida: En el amor le ha ido como a los perros en misa, el tipo la dejó esperando en el altar, o se fugó con su mejor amiga y después de vivir la tragedia de su vida, renace como el ave fénix y suelta la típica frase de telenovela mexicana: Yo no creo en el amor, Yo no creo en los hombres. Desde entonces vive desconfiada de todos los que se le acercan, pues los sujetos son perversos y tienen malas intenciones.
Frase típica: “Esa vieja esta paranoica”
Soltera Zunga: Ha desarrollado de forma asombrosa aquella practicidad masculina que a veces nos hace falta a algunas féminas de desconectar la cuca del corazón, por supuesto no tiene ningún inconveniente en disfrutar plenamente del aquí y el ahora, sin pensar en maridos o casas en el aire. Goza plenamente su sexualidad más no faltaran los prejuiciosos que la califiquen.
Frase típica: “Ella es una Zorra”
Las mujeres somos un mundo y por ende nuestras situaciones son más complejas e interesantes que las historias o más bien historietas antes mencionadas. Y si en algún momento de la vida hemos sufrido el despecho, no por eso tenemos que recibir el título de amargadas, si nos encanta la buena compañía no significa que seamos putas, o si los personajes de la oficina nos parecen poco atractivos esto no traduce que seamos gays o insoportables y tampoco nos volveremos monjas si un viernes por la noche preferimos hacer pereza.
La conclusión final es simplemente reírse de los ignorantes que no saben nada de nosotras y sobretodo que desconocen que la felicidad va más allá de tener novio o gato. Y como decía un famoso cantante de larga rasta: Su opinión es suya, pero mi vida es MIA!
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