En la legislatura pasada se aprobó un proyecto de acto legislativo que eliminó los impedimentos que pudieran tener senadores y representantes a la Cámara para votar reformas constitucionales. La iniciativa adicionó lo siguiente al artículo 183 de la Carta Política: “Los congresistas perderán su investidura por violación al régimen de inhabilidades e incompatibilidades, del régimen del conflicto de intereses, con excepción de lo relacionado con su participación en debates y votaciones de actos legislativos”. ¿A qué viene el caso? Resulta que la Comisión Primera del Senado acaba de designar a los tres primeros ponentes de la reforma a la justicia: el liberal Jesús Ignacio García, Jorge Eduardo Londoño del Partido Verde y el conservador Eduardo Enríquez Maya. Y precisamente este último tiene en la actualidad dos procesos en la Corte Suprema, que lo investiga por presuntos nexos con paramilitares y supuesto tráfico de influencias en la Dirección de Estupefacientes. Es cierto, la nueva legislación lo habilita para participar en la discusión de la reforma, pero ya hay quienes dicen que por ética y por principios, Enríquez Maya debería tomar la decisión de hacerse a un lado. ¿Podrá el Congreso sacar adelante una reforma de fondo y estructural con congresistas investigados por la misma justicia?
Los editores de los blogs son los únicos responsables por las opiniones, contenidos, y en general por todas las entradas de información que deposite en el mismo. Elespectador.com no se hará responsable de ninguna acción legal producto de un mal uso de los espacios ofrecidos. Si considera que el editor de un blog está poniendo un contenido que represente un abuso, contáctenos.