Sin Margenes

Publicado el Tathiana Sánchez Nieto

La nueva ley del cine: preocupaciones sobre la industria cinematográfica en Colombia

Ley de Cine Colombia
Ley de Cine Colombia

@tathysan

Estoy preocupada. He hablado con algunos amigos y conocidos que trabajan en el campo audiovisual y parece que no entiende la nueva ley del cine. Desde hace varios días estoy buscando en internet el texto completo de la ley y no lo encuentro. Vi el sábado que la Silla Vacía lo publicó, pero no volví a encontrar ese post. El viernes estuve entrevistando en Magazín 91.9 a Pedro Adrián Zuluaga, periodista cultura y ahora asesor de la Cinemateca Distrital y comprobé que la preocupación no es sólo mía. Parece que de la ley del cine sólo nos mostraron los beneficios para la economía del país, y de esos no se sabe específicamente cuántos fortalecen la cultura. Como se trata de entretenimiento, se dejó para el último espacio de los noticieros, y el país, especialmente muchos de los creadores audiovisuales, pasaron por alto el análisis de esta nueva disposición. Los periódicos sólo registraron lo que pasó el día de la sanción presidencial. Y ya.

Entrevista Pedro Adrián Zuluaga
Fragmento del programa Magazín 91.9 Entrevista aPedro Adrián Zuluaga. Emitido el viernes 13 de julio, 2012. Si no puede escuchar el audio, haga clic aquí

Siempre he sido partidaria de que la creatividad, el talento y la artes son un motor económico importante para los países. Sólo ver como la muy mentada innovación es la palabra de moda en las empresas grandes y pequeñas, muestra como la divergencia de pensamiento, la originalidad y el romper con los esquemas -labores esenciales de las artes- son fundamentales para cualquier compañía competitiva. Las ideas, la autoría es lo que hoy en día hace que las empresas se renueven, tengan mejores propuestas de valor y se diferencien en esta era de globalización en la que todo tiende a homogeneizarse. Lo que nos salva son las raíces. Y además, esas particularidades son las que generan dinero. Por otro lado, el que los artistas vivan de sus creaciones, más que una necesidad, es un derecho. Por eso las estrategias de formación en emprendimiento que brotan en el país, son acertadas, y sí, esta nueva ley abre las oportunidades de negocios para aquellos que tienen un emocionado espíritu emprendedor.

Sin embargo, contrario a lo que muchos productores audiovisuales creen, la ley no significa que vayamos a tener más productos cinematrográficos colombianos. A lo que se refiere es que algunos colombianos participarán en procesos de producción de cine de otros países. En otras palabras, le ponemos la mano de obra a los realizadores extranjeros. Y por supuesto esto genera más trabajo para quienes están formados en estas áreas. Además, quienes contraten nuestros servicios de preproducción, producción y posproducción, se verán recompensados con una retribución del 40% de lo que inviertan. Lo que debió preguntarse los creadores audiovisuales es si esto es lo que quieren. ¿De qué forma serán reconocidos? y ¿cómo vamos a competir?, ¿por precio?. Los análisis de mercado de la industria serían un buen insumo en momentos como estos para que no seamos una “maquila de cine”, como dijo Pedro Adrián en la entrevista que realizamos en Magazín 91.9.

Otro de los temas de los que habla la nueva ley de fomento a la industria cinematográfica es el de las facilidades que tienen los productores internacionales para grabar en Colombia. Estamos ofreciendo además de locaciones, todos nuestros hoteles y servicios turísticos. Esto tiene para ellos una retribución del 20% de lo que ellos inviertan en el país. Sin embargo, esto no garantiza el tipo de escenas que puedan grabar en Colombia, ni la imagen que en esas películas se vea del país. Trayendo a colación el ejemplo del presidente Juan Manuel Santos, ¿qué nos garantiza que no tengamos escenas similares a las de las películas Mr & Ms Smith? En ningún lado nos aseguran que nuestras playas y montañas no serán escenario para retratar los problemas socio-políticos que vivimos pero desde lo que otros creen. Hasta ahora nada.

Y, a pesar de todo lo anterior, lo que más me preocupa es que teniendo una industria cinematográfica creciente, no haya unidad de gremio, y parece que ni siquiera los creadores de cine colombianos estén empapados del tema. Los realizadores deberían tener la disciplina del sector minero o de infraestructura para leer las leyes y estar al tanto de lo que los beneficia y de lo que no. No puede ser que preguntas sencillas como las de los beneficios reales para las ideas colombianas o el verdadero impacto de nuestros artistas al exterior, ellos no lo tengan claro, pues más de uno dude al contestar. Hoy yo, que no hago parte activa de la realización audiovisual tengo muchas preguntas, pero la más importante de todas es por qué quienes sí hacen cine no conocen lo que el Gobierno hace y que los afecta positiva o negativamente.

No dudo que esta ley traerá muchas ventajas especialmente económicas. A pesar de esto, la cultura nuevamente parece ser a lo que menos se le presta atención en Colombia, pues siempre hay prioridades que la superan, sin dejar tiempo para el análisis minucioso en esta área. Nuestro país no aprende de sus errores, ni siquiera de los inmediatos, y se sigue enfocando en solucionar los daños y no en mirar al futuro para prevenirlos.

Finalmente me sorprende mucho no haber encontrado respuesta de personajes tan importantes e influyentes en el campo audiovisual como Germán Rey. Aunque entiendo que el Centro Ático, -institución que él dirige- se verá bien beneficiada con este tema, quisiera escuchar su opinión, que tiene todo el peso de la experiencia dentro de una industria que él mismo ayudó a fortalecer. Necesitamos su voz, Germán, para estar seguros de que esta ley era lo que los colombianos necesitábamos, o si fue una de esas promesas que hace que los creativos sueñen, pero estén a unos años de entrar en una pesadilla.

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