Bienestar en tiempos de drones

Publicado el Maria Pasión

Las enfermedades de una autora

Mis somatizaciones son muy fuertes por mi trabajo. Cada vez que rechazan mis libros me duele como si me mataran un hijo en el vientre. Y es aún peor cuando en el mensaje me dicen cosas como esta:

Hola Maria Paz: Finalmente y tras mucho debate, hemos decidido no representar tu novela. La decisión se basa más en lo que pensamos podemos hacer en estos momentos, en el panorama editorial reinante, que en las cualidades de la misma, que han hecho que mantengamos la duda hasta el último momento. Los editores están muy poco abiertos a nuevas apuestas y eso que nosotros constatamos cada día en nuestra gestión, hace que tengamos que renunciar por puro honradez profesional, a gestionar obras que si bien a nuestro juicio, merecerían publicarse, creemos cuentan con escasas posibilidades de serlo en estos momentos. No te rindas, ya que las circunstancias deberán cambiar y por fortuna, la obra escrita permanece.

Un muy cordial saludo.  

 

(Que está en la bandeja de condenados detrás de este)

hola, hace tiempo leímos tu manuscrito y nos parece muy entretenido pero no se ajusta a nuestro criterios de publicación. tu obra apunta más hacia a una novela autobiográfica, que a una crónica donde  se pueda «respirar» y sentir la atmósfera de lugares, personas y dinámicas sociales. Nos pareció más un testimonio amoroso tuyo donde los principales personajes son tú y tus ligues. Lo otro es que buscamos crónicas que retraten el México de hoy.
De cualquier manera, estamos abiertos a alguna otra propuesta departe tuya donde podamos leer tu visión del México (o de los mexicanos) turbulentos e impredecibles.

Muchas gracias

Saludos

¡Postre o muerte!

 

Cualquiera pensaría que tengo ya callo para recibir estas respuestas. Una autora de diez libros, con editoriales de todos los tamaños detrás, debe prepararse para que le digan este tipo de cosas.

En el sector editorial, como en otros tantos, no vale con ser bueno.

Aquí influye la suerte… y la muerte de postre.

11940323_10206797970203950_785845369_n

Mi historia con mis libros es la misma de mis somatizaciones. Mi primera novela tuvo un final feliz, como algunos masajes tailandeses, pero fue mi contacto con las cartas de rechazo. Pero es que las mías tienen esas tomas falsas que duelen más. Me refiero a latiguillos como “después de un intenso debate”, “finalmente, y muy lejos de nuestro deseo editorial, hemos decidido no publicar su obra”, o cosas como “es indudable la calidad de su obra pero en estos momentos no tenemos forma de publicarla”. Tuve ya en tres ocasiones cadenas de correos con editores reconocidos que se lo han pensado, y se lo siguen pensando, y luego, un día negro e intempestivo me dicen que no. Que se han decidido por otra historia y que me desean la mejor de las suertes. Yo prefiero que cierren el correo con eso de postre o muerte.

Cuando eso sucede, yo, la autora de talento a la que bañan con suerte, ni contesta a los editores. La primera vez que recibí un rechazo de estos, de los largos, de los de sí pero no, de los de «Nos gustas pero no nos enamoras”, me dio una psoriasis en todo el cuerpo y me llené de gotas blancas. Así, toda goteada, viví seis meses. Ya no tengo psoriasis, ahora estoy en el año de la dermatitis atópica.

Cuando me rechazan, a veces cambio de asunto, pero en ocasiones me entra el Trastorno Obsesivo Compulsivo de enviar el manuscrito a más y más editores. No soy la más inteligente, no soy la más guapa, no soy la más culta, no soy la más intuitiva, pero tengo una enorme capacidad de resiliencia.

Así que empiezo por restaurarme: 

Es sábado y tengo la regla. Me he puesto un cristal de cuarzo en el segundo chacra y siento que las piedras me equilibran.

El té verde por las mañanas también me ayuda.

Ver a una mujer preciosa dando consejos para una sexualidad alegre y tántrica me da subidón. He visto su vídeo sobre cómo estimular los pezones hasta el orgasmo y sonaba de maravilla.

Lecciones de mi meditación del día:

 

 

 

TODOS SOMOS UN TODO

LO QUE TE DOY A TI, ME LO ESTOY DANDO A MÍ

DOY AMOR, RECIBO AMOR

DOY JUICIOS, RECIBO JUICIOS

DOY MIERDA, RECIBO MIERDA

 

 

Y cuando entiendo de lleno esto, hago las paces con mi destino y sé que todo trabajo tiene un aprendizaje. Divina paciencia gracias por cada reto y por cada respuesta negativa. Todo tiene un tiempo. Y la vida entiende poco de planes.

 

Texto de @mariapazruiz 

Ilsutrado por @dgalantz 

 

 

Comentarios