El Cuento

Publicado el ricardogonduq

Un compuesto no explosivo llamado E-24

La factura debía llegar por un poco más de 50 mil pesos, pero sin una aparente explicación empezaron a cobrarle unos miles de pesos más: veinticinco mil, para ser más exactos. Dejó que pasara. Pero al siguiente mes fue la misma historia, con otros miles de pesos encima en la cuenta. Movistar Hogar justificó el incremento a Iliana Bermúdez  porque “el IVA ya subió al 19 por ciento.” Y ahí crearon una indignada colombiana. Una de las E24, que va  a volver a las calles este jueves.

Billetemil

Por: Ricardo González Duque

En Twitter: @RicardoGonDuq

Cuando uno está en el colegio o cuando va al Museo a un costado de la Plaza de Bolívar de Bogotá, le cuentan la historia del chapetón José González Llorente, que originó la revuelta de los criollos del 20 de julio de 1810 y que terminó en el Grito de Independencia. La causa fue una sola: No prestar un florero para una reunión política.

En estos tiempos, todos los días por las largas filas y por los apretados buses de Transmilenio; cada mes cuando sabemos que subió el costo de vida o la gasolina; o en año nuevo, cuando suben hasta las limosnas pero no tanto el salario mínimo; me pregunto ¿cuál terminará siendo el florero de Llorente para los colombianos del siglo XXI?

Iliana Bermúdez, una joven caleña que estudió investigación criminal, encontró su florero de Llorente de estos tiempos -vaya paradoja- también con unos españoles. Los de Movistar. La mujer que tiene listos los tenis para salir a la marcha que están convocando sectores muy afines a la izquierda, empezó este movimiento de mamados (más que indignados) por una pelea con su empresa de telefonía. Cualquier parecido con la realidad, no es coincidencia. Solo por mal servicio de la telefonía celular, cada mes la Superintendencia de Industria y Comercio recibe 100 millones de quejas.

El Cuento es que la pelea de Iliana contra Movistar empezó en noviembre pasado cuando le cobraron 77 mil pesos por el servicio de internet, televisión y telefonía, cuando lo que paga habitualmente son 52 mil pesos. El primer mes pagó resignada, pero con molestia. En diciembre se repitió la historia, la cuenta ya estaba a punto de duplicar el precio normal y cuando en la amable línea quizá sin razón, le justificaron el incremento de la factura por el IVA del 19 por ciento que supuestamente ya se iba a empezar a cobrar, pensó que no podía aguantar más.

Coincidencialmente se enteró que un grupo de expertos le estaban recomendando al Gobierno por esos días esa mágica cifra para cobrar el impuesto que los españoles ya le estaban adelantando. Por eso, con la rabia encima creó un grupo en Facebook que rápidamente llegó a 88 mil miembros y desde ese momento ha recorrido un camino tan frenético que la tiene hoy a la cabeza de E24, el colectivo de ciudadanos que  va a salir por tercera vez este año a las calles del país.

“En Colombia no se vive, se sobrevive” cuenta Iliana que es una de las frases que más repite para convencer a los que desde inicio de año se han sumado a ella a protestar principalmente por el alza del salario, que en la última década ha sido en promedio de 5,5 por ciento anual, con un mínimo histórico en 2010 cuando subió 3,6 por ciento. Lo que comenzó como una queja para pagar la factura que le toca en la casa donde vive con su hermano y su mamá; se ha convertido en estos meses en un listado de peticiones al Gobierno, que además de mayor salario tiene unos extensos “No Más”.

“No más impuestos, no más alza de gasolina, no más corrupción y reducción del Congreso, no más minería, no más ventas de empresas públicas…” Una agenda que es claramente de izquierda, pero que ella se empeña en negar, escudándose en que en todas las elecciones siempre ha votado en blanco, porque no le cree a nadie.

Una caricatura me llama la atención en la página de Facebook que ella creó: ‘Paro Nacional Colombia’, la tribuna donde junto a otros mamados publica sus mensajes y ha convocado a las movilizaciones del 24 de enero, un domingo que  no tuvo mucha gente en las calles; y de este jueves 17 de marzo, que promete ser en términos de ellos “una explosión de ciudadanía”. En el dibujo se lee “la rebeldía nos da lo que la ley nos niega…” que explica lo que sienten otros de E24 como Jhon Lara, uno de los que reclama la falta de oportunidades que han tenido que padecer los de su generación. “Solo si tienes dinero, tienes buena universidad, es así de simple” concluye.

Caricatura

El jueves antes de que salga el sol y a más de 460 kilómetros de Iliana, ya va a estar Brayan Rojas en las calles de Bogotá moviendo a quienes le prometieron que saldrían a marchar porque creen como él, que “el país ya no aguanta más”. Este politólogo de 26 años de la Universidad Nacional, me dice que no tiene una historia que lo haya motivado especialmente a unirse a E24, pues antes ya había estado en el paro agrario de 2013 y en las marchas estudiantiles de 2011. “Este año -continúa- le toca al ciudadano de a pie empezar a despertarse por sus necesidades: la canasta familiar, el transporte público, el salario…”

Hablé muy rápido con otros cinco jóvenes que van a las marchas del 17: Jairo, Vanessa, Rodrigo, Jessica y Alejandro. Tienen el mismo discurso. Quieren salir a la calle  a decir algo así como “ya estamos mamados”, por ejemplo de que tengan que endeudarse con el Icetex con 40 o 50 millones de pesos para salir a ganarse por mucho un millón doscientos mil pesos, que es el salario promedio de un recién egresado en el país según el portal ElEmpleo.com

Además, parece creíble cuando todos dicen que no van a caminar afiliados a ningún partido político, pues se niegan incluso a decir por quién han votado, aunque por ejemplo Iliana se ratifique en que nunca le ha puesto la X a un político. Todos en E24 parecen tan alineados a la izquierda, pero no lo quieren hacer visible, tal vez para no excluir a otros y así lograr convertirse realmente en un movimiento ciudadano sin nombres ni apellidos, sin ismos.

Me pregunto si con E24 -ese nombre que parece de fórmula física o de producto químico-  estamos realmente ante “una explosión de ciudadanía” que nos llene de floreros de Llorente a Colombia como con optimismo quieren hacerlo ver ellos; o simplemente está pasando el tren bala de otro movimiento de indignados de moda hacia una Patria Boba, que volverá solo con el escándalo de turno. El primer reto real lo tendrán esta semana.

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