Mi Opinión

Publicado el Ben Bustillo

La bestia ineducada se levanta

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Revelación 6: 8: “Y miré, y he aquí, un caballo amarillento; y el que estaba montado en él se llamaba Muerte; y el Hades lo seguía. Y se les dio autoridad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con pestilencia y con las fieras de la tierra.”

Nada más preciso que comenzar este artículo, con uno de los versículos del libro que siguen quienes están conformando un poder político alrededor del globo terráqueo: los grupos religiosos concertados políticamente cambiando la fisonomía heterogénea de la pluralidad del pensamiento.

Comenzaron con Inglaterra transformando un experimento de agrupamiento de razas, economías y mentalidades impidiendo su desarrollo.

Siguieron en Colombia con una diferencia mínima y convirtieron el proceso de paz, en un abismo donde la imaginación de resultados corre salvajemente hacia la incertidumbre.

Y ayer, en Estados Unidos, al elegir una bestia salvaje como su presidente, a pesar de todas las señales y semejanzas con un líder responsable de genocidio. Un hombre que escoge como esposa una mujer con tan poca estima, que tiene que acostarse con un hombre físicamente deformado.

Esos son los ineducados religiosos movidos por líderes inescrupulosos con capacidad de manejar los votos que conceden a los políticos, la fuerza de cambiar al mundo. Es el pavor que tienen de manifestar sus pensamientos animales prefiriendo establecerlos bajo una moral formada sin raciocinio y en la oscuridad. Es el pánico de desarrollar una inteligencia propia permitiendo que la oscuridad rija en su interior dándole entrada a pastores que implanten hipocresías como normas de vida.

Pasando una mirada somera por los recién elegidos regidores de países globalmente, miren lo que el pueblo de Filipinas escogió como presidente; analicen a Venezuela y Estados Unidos, y sin ir muy lejos, miremos internamente a Colombia con una mescolanza de políticos, que da hasta asco.

Pero este es el resultado del apoderamiento de los erarios dejando por fuera a la población común al distribuir las riquezas nacionales solo entre la élite de las naciones. ¿Para qué tanta riqueza individual?

Y cómo es posible que los religiosos son incapaces de reconocer que, ¿ellos son el diablo que el mencionado libro que tanto adoran les insinúa constantemente para inferirles miedo?

Revelación 6:8 los identifica plenamente.

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