Coyuntura Política

Publicado el Renny Rueda Castañeda

Colombia. Democracia directa y electrónica. Exploración. La redefinición del vocablo.

La posibilidad de llevar a  cabo una variación simbólica y semántica de la democracia, representa un peldaño excepcional de la modernidad. De entre todas las variables que para este fin se conjugan, las posibilidades tecnológicas de hoy y las calidades competenciales de las nuevas generaciones, sobrepasan a las demás.   Ante la velocidad de acontecimientos globales que se presentan atiborradamente en sistemas sociales complejos de infinitas interacciones, conservar para las nuevas generaciones ese horizonte, es además una tarea ineludible.

Hoy en Colombia y en el mundo, evolucionan diversos procesos de democracia directa y electrónica, como exploración procedimental que busca generar la necesaria estabilidad política y social que requieren los proyectos nacionales. Desde experiencias digitales que lentamente evolucionan en algunos países bálticos, pasando por el norte de Europa, hasta la participación directa de la ciudadanía en partidos en red  que se ocasionan  en seleccionadas regiones del cono sur del continente americano, el rol político de la ser ciudadano a través de la tecnología evoluciona embrionariamente.

Colombia en este momento se encuentra en un momento excepcional para que la construcción de nuevas formas de concebir la democracia se desarrolle apropiadamente. El uso de herramientas tecnológicas, y la participación directa de la ciudadanía en los asuntos públicos a través de plataformas es solo el comienzo de este proceso. Un comienzo que en aparencia modesto; es revolucionario en su naturaleza y tangible en su forma.

El mundo actual demanda de la generación protagónica del presente, la reconstrucción de esquemas cognitivos a partir de los cuales el significado de la democracia supere las formas representativas, cuyas patologías de gobernanza comenzaron a cobrar fuerza desde su propio nacimiento. Hoy en día, ha sido fundamentalmente el papel instructor de las instituciones sociales formales, tales como los medios de comunicación, las universidades, los colegios o incluso los entes religiosos; las que han posibilitado formas de convivencia afines a conceptos de civilización coherentes con estadios más avanzados de la naturaleza humana. A pesar de que muchos de ellos corporeizaban en nuestro territorio un legado eurocéntrico, otros fueron descubiertos a través de los últimos siglos a lo largo de procesos emancipatorios domésticos y/o globales, como sea, las formas institucionales son insuficientes. Por ello, la definición del concepto de la democracia hoy es un proyecto más.

Sea como se presenten las transformaciones políticas venideras, un denominador es común, el rol del hombre como ciudadano y substancia de la política, es sistemáticamente más importante en el desarrollo harmónico de los sistemas complejos como los nuestros. Por ello, la idea de pensar que las formas de democracia representativa garantizan el necesario desarrollo de la vida social, es tan equivocada en su origen -aristocrático- como en su funcionamiento. Los proyectos civiles son solo eso, proyectos, por ello el horizonte de los debates políticos venideros es tan incierto como rico.

 

 

Decálogo ejecutivo. ECODEMOCRACIA

Renny Rueda Castañeda

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