¡Qué curioso! Los dos candidatos que dicen tener asegurado el paso a segunda vuelta están preavisando un fraude. Sería lógico que lo hicieran posibles perdedores como Vargas o De la Calle. Pero los que avisan fraude son los presuntos ganadores. ¡Qué raro!
Una primera hipótesis tiene que ver con su miedo a perder. Preavisando un fraude, los presuntos ganadores buscarían deprimir al votante de opinión que amenaza su posibilidad de ser elegidos. Estaría probado que, en las elecciones presidenciales, el voto de opinión ha triunfado en las grandes ciudades, excepto en Medellín. Si mi memoria no me falla, Santos “el uribista” no tuvo gran votación en Bogotá. Y, si los datos no me engañan, en Bogotá y centro del país, las diferencias entre Duque, Petro y Fajardo son las más bajas frente a otras regiones. Primera conclusión: Creando miedo al fraude sólo se benefician sus denunciantes: Duque y Petro.
Una segunda hipótesis, tiene que ver con que el preaviso del fraude sólo pretende distraer. En lugar de promover el voto, los presuntos ganadores en primera vuelta llaman a cuidarse del fraude. Este juego sucio les conviene porque ambos llevan aproximadamente cuatro meses estancados: Duque alrededor del 30% y Petro alrededor del 20%. De esta forma, asustando con el fraude ocultarían su afán porque no les queda mermelada para el 27 de mayo. Las maquinarias Urochavista y Madurista están aferradas a sus votos en la consulta de marzo. Esos votos equivalen al 25% del potencial electoral colombiano y están buscando que Fajardo no capture votos del 75% restante. ¿Cómo? Echando petardos. Duque y Petro riegan la especie de que va a haber conteo fraudulento para que el voto de opinión se quede en casa. Si sus 9 millones de votos en marzo, fueron válidos ¿por qué los votos de mayo van a ser fraudulentos? Segunda conclusión: Duque y Petro serían, ellos, el verdadero fraude.
Tercera hipótesis: El binomio Duque Petro es experto en lanzar petardos. Duque se suma a los preavisos de que “ya viene el fraude” cuando hay muchas pruebas de que él es, de suyo, un fraude que gobernaría en cuerpo ajeno. Y encuentra en Petro otro gran petardista. Cerrar las Cortes, deshacer el acuerdo de La Habana o exportar aguacates para reemplazar el petróleo. ¡Mamma mía! Ambos juegan al pastorcito que anuncia el fraude cuando, en verdad, ellos lo son. Sus candidaturas tienen al enemigo por dentro, pero asustan al electorado para que busquen enemigos por fuera. Tercera conclusión: Ambos hacen como el ladrón que, mirando para otro lado, grita: ¡atrapen al ladrón!
Para perfeccionar la estratagema, los preavisos de fraude pretenden estimular la abstención como forma de protesta contra el fraude (!) En Colombia, la mayoría abstencionista se autodenomina contestataria (¡) o antisistema (¡). Quienes más critican, no votan y, no votando, son los mayores cómplices de todo fraude electoral. Duque y Petro estallan el petardo fraudulento para que las mayorías no voten. Magnífica trampa para un país donde los abstencionistas se creen héroes políticos.
Hablemos claro antes del 27. Su búsqueda de la guerra, ciudadano Duque, refleja su desafecto por la paz. Para la prueba, su candidatura no se ha deslindado del paramilitarismo uribista de las Convivir y de la Casa Castaño. Su política humanista, ciudadano Petro, está disfrazando una alcaldía fracasada. Su intentona de quebrar la empresa de acueducto dejó sin empleo a 2.000 familias, ellas sí muy humanas pero abandonadas por Usted. Si Usted se abstiene de votar, ciudadano lector, se hará cómplice del triunfo del petardismo. Pero si Usted vota, puede impedirlo. ¿Conclusión? ¡A votar!
Nietzscheana. Petro, la cárcel. Duque, el carcelero. Fajardo, el diferente.
Nietzscheana 2. Duque, la minoría arrodillada. Petro, la minoría engañada. Fajardo, la inmensa minoría.
Platónica. El abstencionista quiere salir de su caverna pero, al ver el brillo de la luz, se devuelve.
Platónica 2. Duque gobernaría de espaldas a Uribe. Petro gobernaría de espaldas a Maduro.
Bernardo Congote es Profesor universitario colombiano y miembro del Consejo Internacional de la Fundación Federalismo y Libertad (Argentina). [email protected]