Conversar, Sentir y Pensar.... Desde el SUR

Publicado el Jair Montoya Toro

04 de octubre día mundial de los animales. 52% menos que hace 40 años.

Los humanos en su proceso evolutivo y cultural han intervenido los ecosistemas que habitan, de hecho hay evidencia de pueblos que colapsaron como consecuencia de la degradación ocasionada a sus ecosistemas, por ejemplo Los Mayas en Centroamérica o El Imperio Khemer en Asia; lo particular del momento actual es que los humanos ya no sólo intervienen en algunos ecosistemas sino en la biosfera como totalidad; es una peligrosa realidad.

Tratar de entender la magnitud de lo que comúnmente se denomina “crisis ambiental” es una tarea que exige profundidad y amplitud en la información, además de análisis rigurosos.

WWF es una organización que ha hecho un gran trabajo para aportar información, análisis y rutas que permitan comprender la magnitud de lo que sucede; uno de sus frutos más relevantes es el Indice de vida del planeta, el cual se basa en el seguimiento a más de 10.000 poblaciones representativas de mamíferos, reptiles, aves, anfibios y peces.

En el Informe Planeta Vivo 2014, WWF divulga estudios que analizan datos desde 1970 y lo que evidencian es que al año 2010, las 10.000 poblaciones observadas han reducido sus tamaños en un 52%, tomando como año base 1970; toda una calamidad; pero la situación es aún peor cuando se estudian los datos de Latinoamérica, en esta región  la pérdida de tamaño de poblaciones es del 83%; sólo quedan 17 individuos de cada 100 que existían 40 años antes.

La situación es más grave donde hay mayores índices de Biodiversidad, es importante recordar que Brasil, Colombia, Perú están entre los países megadiversos y están en la zona que se describe de mayor pérdida de especies.

Al abordar el peso de las diversas amenazas a las especies el informe las describe así: 37% la explotación, 48% la degradación o pérdida de hábitat, 7% cambio climático, 5% especies invasoras, 4% contaminación y 2% enfermedades; como se puede evidenciar el origen de la gran mayoría de las amenazas es el Homo sapiens.

La arista más protuberante de la modernidad es su modelo de producción-consumo, en el cual la gran dictadora es la economía, desde donde se impulsa el crecimiento ilimitado; lo anterior vale la pena ponerlo en contraste en un biosfera finita, ¿acaso eso es esto razonable? «No es posible el crecimiento infinito (de la economía) dentro en un sistema finito (la biosfera)».

Como evidencia el Informe Planeta Vivo 2014, el publicitado Desarrollo Sostenible, que viene siendo promovido hace ya tres décadas no está ni siquiera logrando contener la tendencia de pérdida de biodiversidad, la evidencia es contundente.

Los organismos no existimos separadamente, todos hacemos parte de un mismo tejido en el cual interactuamos con otros organismos y con elementos abióticos, la escasez o pérdida de alguna especie significa el descalabro de una trama de vida que va mucho más allá de la especie misma, y por lo tanto se generan ondas de degradación o pérdida en otros niveles de la red de la vida.

Tratar de pensar lo ambiental exige acercarse a las tramas de vida, cuando lo ambiental sólo son normas comerciales como las ISO y estrategias similares no se va más allá de un abordaje administrativo y de negocio que apenas toca superficialmente el problema; cuando alguien habla del cuidado del ambiente o la naturaleza sin comprender-sentir lo relacionado con las tramas de vida, muy seguramente está sólo “echando cuento”.

La gran amenaza a los ecosistemas naturales es nuestro actual modelo de “desarrollo” que implica relaciones producción-consumo voraces, glotonas y además excluyentes; seguir repitiendo el modelo preponderante es continuar el camino al abismo que el Informe Planeta Vivo 2014 demuestra.

El reto actual es encontrar formas de habitar más respetuosas con los ecosistemas y eso incluye a productores y consumidores; hay rutas para vivirlo y crearlo en conceptos como «economías locales vibrantes, producción de ciclo cerrado», pero ante todo esta sociedad deberá contenerse frente al consumo excesivo, el derroche y la acumulación enfermiza.

@jairmontoyatoro

[email protected]

Informe Planeta Vivo 2014 2

Comentarios