Parsimonia

Publicado el Jarne

Vieja

Vieja, llevas a espaldas todas las batallas que da la vida. Tantas como den más de ochenta años, más de ochenta años de miserias, hambre y envidias. Tantos años llevas en este mundo, vieja, tantos años. Viste la República y la guerra y sufriste el hambre de la posguerra, algo que no vivieron tus hijos ni conocieron tus nietos.

Vieja, porque en España hubo hambre, miseria y polvo, aunque el No-Do dijera lo contrario. Tenías un padre jugador y ante las deudas que contrajo, te fuiste a servir a la capital. Más hambre y trabajo por poco dinero en casa de los señoritos. Eso te agrio el carácter y hoy, con 60 años más, todavía dura. Tuviste marido y casa, pero seguías con ese mal gesto que te caracteriza e hiciste que su vida fuera muy dura. La madre escapó, estudio y abandonó el hogar, pero ni eso te cambio.

Vieja, llevas los achaques de la edad, pero aguantas bien. Estuviste a punto de morir, pero te recuperaste. Pocos de tu generación pueden decir lo mismo, porque muchos han ido camino del camposanto. Has cambiado de varias veces de amigas porque, poco a poco, todos se han ido muriendo. Perdiste a tu marido. Recibes la pensión mínima porque nunca cotizaste cuando trabajabas en el campo y ahora vives sola.

Vieja, hay días en que solo hablas con la televisión y te santiguas cuando ves a los políticos debatir en el Parlamento. Rezas para que no vuelva la guerra. La televisión es tu niñera; ella te entretiene y te hace compañía. Tú que a tantos criaste y ahora no hay quien te guarde.

Hasta en los últimos años va a ser dura la vida, hasta los últimos años.

En Twitter: @Jarnavic

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