Parsimonia

Publicado el Jarne

Condenados a la precariedad

¿Existe vida más allá del contrato en prácticas o la pasantía? ¿Qué es un contrato fijo e indefinido? ¿Es la última campaña de marketing de los sindicatos o realmente existió, como aseguran las fuentes escritas y los viejos del lugar? Cuando trabajas, ¿Hay que cotizar a la Seguridad Social? ¿Hay dinero que no sea negro? ¿Existe un salario que dé para vivir sin tener que vivir con tus padres? ¿Realmente se convocan oposiciones o es una ficción creada por el sector papelero-académico para que sigamos estudiando y consumiendo sus productos después del colegio y la universidad? Son los misterios a los que se enfrenta la juventud española y que trataremos desentrañar. 

Empiezo por el principio ¿Hay vida más allá del contrato de prácticas o la pasantía? Tengo 23 años y sólo he conocido ese tipo de contratos. Con suerte, he cobrado algo cuando he trabajado como periodista, porque ha habido ocasiones en las que no me han dado nada. Una miseria, pero por lo menos me alcanzaba para cubrir mis vicios. Pero, ¿Es cierto que te tienen que pagar obligatoriamente si tienes contrato? ¿Es verdad que por ley están obligadas a cotizar a la Seguridad Social? ¿Existen otras modalidades contractuales aplicables? ¿Se ha abolido la esclavitud?

Más preguntas ¿Puedes estar en una empresa más de un año? Porque nunca he visto eso. A lo sumo seis meses o  nueve meses porque un año es demasiado tiempo. Por favor, ¿Cómo va a haber algo distinto? Nadie se puede creer que no te toque firmar un contrato de renovación tras otro cada dos o tres meses. Un sólo contrato y te quedas allí para el resto de tus días. Imposible. Además, ¿Quién querría estar en una empresa de por vida? Con lo divertido que es ir rotando de un lado a otro, conociendo gente nueva, con la emoción de que te vayan a renovar o no y decidan dejarte en la calle sin pagar indemnización ni poder acumular antigüedad o beneficios adquiridos. Donde esté la emoción de la precariedad y la temporalidad, que se quite el resto.

¿Existe el mes de vacaciones? Me cuentan que sí, que tienes derecho a un mes de descanso y a que durante esas vacaciones percibas el salario de ese mes. Vamos, hombre, eso no se lo cree nadie. Aquí, trabajas y cobras, y si no trabajas, no cobras. Vaya mentira. Comentan que no sólo tienes derecho a esos 12 meses con sus respectivas pagas, sino que también tienes derecho a dos pagas extras más en julio y diciembre. Catorce pagas. Ahora sí que me voy a buscar a los loqueros.

¿Y las oposiciones?¿Realmente es un proceso público mediante el cual la Administración pretende cubrir un puesto? No, no. Creo que es un acuerdo entre la Administración y la industria para que no se hunda el sector papelero. Con la crisis del papel provocada por la informática e internet, el sector está en peligro. Así que para salvar a la gran industria del papel y los ingresos que obtenía el Estado vía impuestos, tenían que crear algo para la gente siguiera estudiando. Después de instituto, la universidad y el máster, había que mantener a la gente en la silla haciendo resúmenes a lápiz, memorizando, subrayando con colorines o utilizando cantidades ingentes de papel. Aquí es donde entran las oposiciones.

Las Administraciones tienen una tasa de reposición cero, pero en algunos puestos se sacan plazas. Pocas e insignificantes pero suficientes para que la gente tenga esperanzas. Todos se ponen a estudiar para tener un empleo fijo, algo imposible de encontrar en nuestros días. Otros ganan. El sector papelero consigue aumentar sus ventas, el Estado mantiene los puestos de trabajo e impuestos que percibe por ello y además no tiene a más gente que figure en las listas del paro como demandantes de empleo y, por último, los que hacen el gran negocio, las academias de preparación de oposiciones, que pueden sobrevivir ante la grave adversidad y alentar a sus alumnos a que no abandonen con la excusa de que existen unas pocas plazas. Es el complejo papelero-académico que pacta con el Estado para mantener el status quo y obtener un beneficio mutuo.

Las consecuencias del pacto y los beneficios obtenidos pueden ser todavía mayores para la industria. El complejo papelero-académico obtendrá mejores resultados a medida que disminuyan las plazas. La competencia será brutal entre los opositores y llevará a consumir un mayor número de recursos. Hay que estudiar más por lo que se necesitarán más clases en las academias de preparación y se consumirán más lápices, papeles y subrayadores. Si hay que estudiar más, habrá que recurrir a sustancias que aumenten el rendimiento a través de la cafeína u otros compuestos. Aunque no tengo pruebas para demostrarlo, no descarto que la industria cafetera y del narcotráfico de Colombia estén también detrás de este pacto. Todo puede ser por el dinero y un negocio tan provechoso.

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