Del Museo Nacional me informaron sobre la Mesa Nacional de Museos, que se realiza este 24 y 25 de mayo, y tiene como objetivo debatir la construcción de la Ley de Museos, una gran apuesta para el sector cultural.

No estaba enterada del tema, así que acepté con gusto el poder conversar con William López, director del Museo Nacional.

Hablar o escribir de estos temas me parece apasionante porque, dejando a un lado la institucionalidad y lo académico, pienso que es una gran oportunidad para que tu o yo entendamos cuál es la importancia de un museo, porqué deberíamos visitarlos más seguido y cómo tienen impacto en nuestra vida más allá de las obras de arte: ese concepto sobre la memoria y su importancia para el desarrollo personal y de sociedad me pareció encantador.

Por eso, este tema es el protagonista del #MiércolesdeBlog.

¿Qué es la Mesa Nacional de Museos?

Dentro del Sistema Nacional de Cultura existen las instancias de participación, los consejos y las mesas. La instancia de participación del sector de museos es el Consejo Nacional de Museos. Adicionalmente, hay una instancia más amplia, que no está regida oficialmente, pero el sector la ha pedido, y es la Mesa Nacional de Museos.

Vamos a tener la decimosegunda reunión de la Mesa Nacional, este 24 y 25 de mayo, para discutir la estructura de la Ley de Museos y para sistematizar los insumos que tiene el sector para esa ley.

En Colombia no hay una legislación específica y es un gran vacío, no solamente jurídico, sino un gran vacío institucional que hace que, a diferencia del sector de los archivos o de las bibliotecas, tengamos un desempeño muy frágil, y si hablamos de crecer como sector, pues las posibilidades son precarias.

Cuando hablamos de Ley de Museos, ¿de qué hablamos? ¿Qué abarca y qué fortalece?

Uno de los pocos países en América latina que no tiene Ley de Museos es Colombia. Brasil, por ejemplo, tiene tres leyes dedicadas a los museos: una que regula la profesión de los museos, o sea el trabajo de los museólogos y en general de los trabajadores de los museos. Tienen otra ley dedicada al tema de la profesionalización de los museos que permite crear pregrados, maestrías y doctorados de museología. La tercera ley creó el Instituto Brasileño de Museos.

Entonces, estamos hablando en primer lugar de la arquitectura de nacional del Sistema Nacional de Museos. Por otro lado, del funcionamiento de este sistema y, en ese contexto, del financiamiento de los servicios, de la sostenibilidad de los museos, de la profesionalización y de otros asuntos claves que tienen que ver con la tutela jurídica en relación con los museos: el trabajo de los museos públicos y privados en el país.

Por ejemplo, en Colombia hoy se abren y se cierran museos públicos sin ningún tipo de protocolo. Después de la pandemia desaparecieron muchos museos, eso puede parecer anecdótico y hasta cierto punto escandaloso, porque los museos en otros países son instituciones venerables, como las bibliotecas. ¿Qué pasaría si cerrara la biblioteca Luis Ángel Arango? Sería una tragedia nacional.

¿Cuál es el primer paso para lograr la ley? ¿En qué etapa estamos?

Los que vamos a tratar de generar este 24 y 25 de mayo es el marco jurídico regulatorio, que nos sirva como matriz proteica que sirva para posibles leyes que vayan que potenciando y fortaleciendo el trabajo de diferentes tipos de museos y que, adicionalmente, se proyecta al menos a dos décadas.

Llevamos 20 años tratando de sacar adelante la Ley de Museos, es una deuda histórica del Estado colombiano con el sector y si se logra, sería una de las grandes transformaciones que tendríamos en el sector cultural.

¿La Ley de Museos cómo beneficia o afecta a los ciudadanos?

Si hablamos del campo de la memoria en el país, estamos hablando de una gran deuda histórica. Es la posibilidad de que efectivamente los ciudadanos y las ciudadanas colombianas puedan ejercer el derecho a la memoria plenamente, sin que se piense como un privilegio de clase.

Yo utilizo una analogía. Los colegios y universidades garantizan el derecho a la educación, los hospitales garantizan el derecho a la salud, los museos garantizan el derecho a la memoria. Claro, con una sociedad lastrada por la guerra y, en ese sentido, completamente amnésica, con una ciudadanía completamente deshistorizada, como que es un derecho que no nos hace falta.

Pero es un derecho estructural y estructurante de la democracia, porque sin memoria histórica el voto es un acto inconsciente.

Los museos garantizan la rehistorización y la historización del ejercicio del ciudadano, hacen que ese acto tenga una densidad simbólica, intelectual y política verdaderamente importante.

La crisis de los partidos políticos y la crisis del ejercicio de la política tiene que ver profundamente con la debilidad de instituciones de la memoria y particularmente con la marginalidad de la acción.

https://www.facebook.com/museonacionaldecolombia/posts/pfbid02PBS18v5YiYBAo9aGxJEg8MoAx6GJZmiyrBsaqCPMRYWNRPY43pAcSBfLuaLxnhS5l?locale=es_LA

 

Pero este concepto de la memoria histórica del país se estructura de acuerdo con cada museo, ¿o no?

No.

Bueno, es verdad que hay algunos museos que hacen un esfuerzo por presentar exposiciones políticas, pero cuesta la entrada…

Ah… es que estamos hablando de un derecho exclusivo. La memoria del arte, el derecho a la memoria artística se convierte en algo exclusivo.

La Ley de Museos tiene que ver también con una política de accesibilidad y de gratuidad, entendiendo que gratuidad no es necesariamente accesibilidad.

Deberíamos tener un esquema general que nos permita garantizar el derecho democrático a la memoria.

Todo este debate que surgió al principio del año por el cobro de entrada a una persona extranjera no tuvo en cuenta el esquema de precios, en el que continúa la gratuidad para ciertos sectores, sino que incluso la ampliaba.

Los turistas tienen su residencia fiscal en otro país y nosotros no tenemos que garantizarle el ingreso gratuito, nosotros tenemos que garantizar el acceso a un a un escenario que puede ser muy interesante en su vida intelectual.

Si la memoria ya se tiene en cuenta como país, y no tanto como arte, ¿cambia la curaduría de compra y exhibición de obra?

La pregunta hay que hacerla de otra forma. ¿Por qué en un país como Colombia el 48% de los museos son privados? ¿Cuáles sectores del país, sectores de la memoria histórica e histórico-cultural han sido privatizados?

Cuando el Estado colombiano no se hace cargo hora de garantizar el carácter democrático de la sensibilidad a la cultura está perpetuando la inequidad y la diferencia.

Ahora, no estamos tratando de privatizar. Se trata de garantizar que la función pública de esos museos privados no se convierta en la perpetuación de inequidad.

Entonces los museos dejarían de percibirse como exclusivos…

En Colombia la memoria se vive como un privilegio de clase o como un acto de resistencia y no como ejercicio de un derecho.

Es el ejercicio de un derecho que nos hemos negado colectivamente y la Ley de Museos pretende tener un carácter profundamente democrático y verdaderamente transformador en el sector cultural.

La debilidad de la política pública de Colombia respecto a los archivos y acervos, que son muy importantes para contar la historia del país de forma compleja, plural e incluyente es tremenda. Por eso digo que Colombia es una sociedad amnésica.

Así que esta es una oportunidad histórica para el sector de los museos para pensar y desmantelar esta política oligárquica de dominación de las instituciones culturales.

Foto: Cortesía Museo Nacional 

[email protected] / @LiarteconArte

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