Líneas de arena

Publicado el Dixon Acosta Medellín (@dixonmedellin)

Retorno a lo básico

Dedicado a mi vieja máquina de escribir Remington.

Rusia nos está dando noticias interesantes en torno a espionajes y temas similares, sobre lo cual allí tienen bastante experiencia, no en vano la KGB era una de esas siglas inteligentes que se escuchaba con respeto y temor afuera y dentro de la vieja URSS. Pero no voy a hablar del Sr. Snowden ni de asuntos espinosos que puedan acarrearme algún problema internacional, Rusia ha informado públicamente que ha decidido combatir las complejas redes de espionaje electrónicas y cibernéticas con máquinas de escribir.

Supongo que las autoridades rusas se refieren a las antiguas máquinas de escribir manuales (ni siquiera a las eléctricas que las sucedieron) como una Remington en la que aprendí una vieja ciencia llamada mecanografía que ahora me es tan útil en el computador en el cual estoy escribiendo a toda velocidad. El único problema de la Remington era que pesaba como una tonelada, pero luego conocí una Brother liviana (mi intención no es hacer publicidad comercial), que soportó mis primeros intentos literarios.

Ahora bien, como en ocasiones, los buenos ejemplos suelen cundir y no sólo los malos que son los más prolíficos entre agencias de espionaje, es probable que otros servicios de inteligencia del mundo lleguen a la misma conclusión. Así las cosas, puede que en algunas oficinas del mundo se vuelva a escuchar el bello sonido de las teclas golpeando el papel, un tabulador corriendo y una campanilla que señalaba la meta final. Patricia mi esposa, recuerda la obra  ¨La máquina de escribir¨ del compositor Leroy Anderson  que aquí se puede escuchar, en la interpretación ¨invisible¨ de Jerry Lewis:

https://www.youtube.com/watch?v=2ozd6W1wyzo

Sin embargo, no todas son buenas noticias. Desde la India los que suspiramos por lo viejo, al mismo tiempo recibimos un golpe bajo, allá donde todavía existían los telegramas se anuncia el fin del servicio que seguía siendo utilizado por millones de personas en ese país con cara de continente. El taar como se designa en Hindi a la palabra telegrama, ha sido jubilado para darle paso a las nuevas tecnologías y la noticia la han dado los responsables, en cruel paradoja, mediante un telegrama! (como puede apreciarse en la imagen anexa).

Telegrama anunciando fin telégrafos

El telegrama, abuelo directo del Twitter contemporáneo, nos enseñó a sintetizar los mensajes en pocos caracteres separados por un punto (stop). Recuerdo bien siendo muy niño el temor que despertaba recibir un telegrama, porque se creía que debían ser malas noticias, lo cual generalmente era cierto. Como ciertas llamadas de madrugada, existía una alta probabilidad que el telegrama anunciara una muerte no deseada. Pero también cuántas vidas habrá salvado el telégrafo, cuántas declaraciones de amor habrán llegado a su destino viajando por un cable, luego de haber sido martilladas delicadamente por manos expertas en traducir las palabras en puntos y rayas.

Ronda la misma nostalgia que se siente por el arte de la fotografía. Ahora que se toman fotos con teléfonos, próximamente con gafas y relojes, luego con lapiceros y supongo que hasta con los cubiertos de comer en el futuro, me tropiezo con las fotografías inmortales en blanco y negro tomadas por el maestro Leo Matiz en sus correrías por el mundo, cuando la cámara fotográfica era un pincel robusto.

Pero el día que llegue el Armagedón, que no me lo imagino como el fin del mundo, ni los apocalipsis postnucleares con zombis ridículos del cine, sino el día que se produzca el colapso total de Internet y ese día que pronostico -cual Nostradamus- llegará y se arrepentirán todos de haber metido su vida en el universo virtual, ese día, quizás volvamos a escuchar el sonido romántico de un telégrafo, como el que usaba el padre de cierto Nobel de literatura colombiano. Stop.

Dixon Acosta Medellín

@dixonmedellin

P.D.: Curiosamente mientras preparaba esta nota, el escritor colombiano Juan Esteban Constaín publicó una columna titulada ¨Volver al pasado¨ que puede leerse aquí:

http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/juanestebanconstain/volver-al-pasado-juan-esteban-constain-columnista-el-tiempo_12934964-4

Pensé incluso eliminar los párrafos que ya había escrito, o cambiarle el título que suena tan parecido, en fin. Pero como mi conciencia está limpia, agradezco haber encontrado el texto, porque alguien pudo haber creído que el mío era una especie de plagio, pero no, es simplemente la coincidencia en un tema que viaja desde el pasado. Grata coincidencia con una mente tan privilegiada como la de Constaín, debo agregar.

P.P.D. : El presente artículo se publica en simultánea en el Sitio de Ciencia-Ficción, página española dedicada a este género, en la cual soy esporádico colaborador.

http://www.ciencia-ficcion.com/varios/firmas/f20130728.htm

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