Con los pies en la tierra

Publicado el Observatorio de Tierras

INSEGURIDAD CRÓNICA EN EL CAMPO

por Francy Carranza

En un conteo que se encuentra realizando el Observatorio de Tierras se ha encontrado que en los últimos 10 años han sido asesinados más de 325 líderes agrarios y rurales. Los ataques han sido dirigidos a una gran variedad de personas, incluyendo líderes indígenas, presidentes y miembros de juntas de acción comunal, sindicalistas, víctimas reclamantes de tierras, etc. Algunos de ellos inclusive tenían esquemas de protección individual por parte del Estado, lo cual no impidió su asesinato.

No sobra decir que además de la lamentable pérdida en vidas y calidades humanas, esto tiene un impacto enorme enla capacidad organizativa de las comunidades rurales, ya que se trata siempre de comunidades pequeñas en donde todos se conocen o se encuentran relacionados y en donde la posibilidad de reemplazar estos líderes es limitada. Además estos ataques generan una sensación de inseguridad generalizada, que en ocasiones  puede llevar a producir desplazamiento forzado.

Ya anteriormente el Observatorio ha denunciado las amenazas sistemáticas en contra de los líderes rurales en la Costa Atlántica por parte de las Bandas Criminales (ver aquí)  y los asesinatos hacia líderes rurales y reclamantes de tierras en todo el país (ver aquí). A esto se suman las amenazas recibidas por los servidores públicos – jueces y funcionarios –que trabajan el tema de restitución de tierras (ver aquí).

Como respuesta a las amenazas el gobierno ha establecido sistemas de seguridad con la Unidad Nacional de Protección, con esquemas que son a todas luces ineficientes: primero sería prácticamente imposible proveer protección individual a todos aquellos que reciben amenazas; en segundo lugar,en las áreas rurales los esquemas de escoltas, chalecos antibalas o carros blindados son inoperantes debido justamente a las condiciones geográficas de esas zonas. Pero aún más importante, tanto las amenazas como los homicidios reflejan un problema crónico de inseguridad en el campo.

La característica fundamental de un Estado es su capacidad de proveer seguridad a sus ciudadanos. Esto no se logra colocándole escoltas a quienes son amenazados, sino fortaleciendo a las instituciones – las Fuerzas Armadas y la Policía entre otros –, para que protejan a los líderes rurales y campesinos. La seguridad entonces no se  limita a la protección individual, sino a la protección de comunidades enteras que tradicionalmente han sido vulneradas por todos los actores armados,  e inclusive han sino atacadas por estos mismos organismos oficiales de seguridad.

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