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016 – Diferencias e igualdades entre hombre y mujer en La Revolución Personal

Debido a que el ser humano conforma una unidad de cuerpo mente y emociones, así lo manifiesta en todas sus actuaciones. La Revolución Personal propende porque esas actuaciones sean equilibradas concientemente.

Ya dijimos en la entrada anterior que “La mujer y el hombre no somos iguales ni desiguales, somos únicos”. Esas diferencias e igualdades son las que nos hacen complementarios y contribuyen al desarrollo de la familia y por ende a la sociedad. Desde niños nos enseñan a ser diferentes, pues a la niña se le viste de rosa y al niño de azul; al niño se le compran juguetes bélicos y a la niña muñecas.

Tanto diferencias como igualdades, todavía están sin reconocer en muchas de las sociedades en el siglo XXI, ya sea en los países desarrollados como en los que están en vías. En los primeros, se ha pasado de negar la igualdad de hombres y mujeres en cuanto a dignidad, derechos y obligaciones, es decir, de establecer la supremacía del hombre, a negar las diferencias más evidentes impulsando a la mujer a que, para ser ella misma, tenga que transformarse en antagonista del hombre. En los países en desarrollo las diferencias son aun mayores.

Las mayores diferencias se perciben en el aspecto físico, pues la mujer esta hecha para la maravillosa función de ser madre, otro cuento seria si el tener hijos fuera turnado, uno el hombre y uno la mujer. Debido a que la mujer puede ser madre y el hombre no, ellas también han desarrollado una gran diferencia en el aspecto emocional, ella es más sentimental, más sensual; el hombre es más material. El macho engendra o fecunda y la hembra concibe, gesta, pare y amamanta.

Las mujeres son más intuitivas, más perceptivas y más compasivas. El reparto de las tareas del hogar sigue siendo casi exclusivamente de la mujer. La religión católica no ha permitido a la mujer ordenarse como sacerdote.

Los pintores y artistas también representan a Dios con la figura de un hombre. En La Revolución Personal hemos dicho: “El ser humano no conoce lo que es Dios” Absolutamente nadie puede decir cómo es, ni las cualidades de Dios. O me pueden demostrar que alguien lo conoce?

Las igualdades mentales no se pueden discutir, son tan inteligentes los hombres como las mujeres, tenemos muchos ejemplos. Quizás en número se hayan destacado menos las mujeres pero es debido a la discriminación que fue tan fuerte hasta hace solo unas décadas, inclusive hoy se ve muy marcada en los países del medio oriente y aunque en occidente las legislaciones de casi todos los países le han dado a la mujer la igualdad; en la práctica todavía falta mucho camino por recorrer.

La idea es que mujeres y hombres practiquemos un poco mas nuestro equilibrio consciente y así tener la oportunidad de acercarnos un poco mas, permitamos que las mujeres dejen salir un poco su parte masculina, sin dejar de ser mujeres femeninas y los hombres dejemos salir un poco nuestra parte femenina sin dejar de ser hombres viriles. Recordemos que hombres y mujeres tenemos las dos hormonas femenina y masculina, pero predomina una de ellas y eso hace que seamos hombre o mujer. Seria interesante ver la colaboración de los dos en todas las actividades del ser humano, por ejemplo el hombre debería estar más pendiente de la familia y la mujer de la economía.

El ser humano no es andrógino, es mejor decir que la dualidad esta compuesta por dos seres humanos (hombre mujer) que se hacen uno, aclaro no es que se parte uno en dos; es que dos se hacen uno. Es que ellos dos se complementan biológica, sicológica y ontológicamente, siendo diferentes en estos aspectos, pero es que la diferencia no rompe la igualdad. La antropología diferencial nos enseña las diferencias y es que hombre y mujer tenemos diferentes formas de hacer lo mismo. Pero la diferencia realmente es la misma de todos los seres humanos. No existen dos mujeres ni dos hombres que sean exactamente iguales.

Las cualidades dependen en gran parte de las individualidades y no del sexo. Las virtudes pueden practicarlas hombre o mujer, aunque normalmente se tenga mas predisposición a determinadas virtudes o cualidades.

Hombres y mujeres tenemos iguales  dignidad, valor, sueños y nuestros objetivos de felicidad, paz, estabilidad y salud son similares. Hombre y mujer se complementan más no se completan, cada uno somos seres completos independientemente. Somos distintos en nuestra masculinidad y feminidad, la forma de razonar y nuestros cerebros son diferentes.

Lo que realmente es sustancial es la realización plena del ser humano, sea este negro, blanco, gordo, flaco, sexy, hermoso,  niño, joven, viejo. Sea hombre o mujer. Lo significativo es vivir a plenitud.

La utopía sigue vigente, queremos un mundo justo, solidario libre e igual para todos los seres humanos. Existen personas que viven en condiciones infrahumanas, las mujeres siguen siendo victimas de la violencia, los negros son discriminados, se persigue a las personas por pensar diferente, etc.

Hay escasez de una educación en valores igualitarios y solidarios en todas partes del mundo. Un humanismo internacional que luche contra las injusticias sociales y falta de derechos, todo empieza por uno mismo por ser un activista social en pro de los derechos humanos, siendo libre, pensando por nosotros mismos y cuestionándonos esta sociedad actual que condena a los desposeídos y trata con deferencia a los poderosos. Otro mundo es posible y necesario.

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Esta semana invitamos a reflexionar sobre lo que cada uno de nosotros podemos hacer para lograr la igualdad entre todos los seres humanos, de forma equilibrada  y conciente.

Texto: Dhyanamurti

Edición: Vilma V.

Cactus (Fotografía Catalina Giraldo P.)
Cactus (Fotografía Catalina Giraldo P.)

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