Internet pa’l diario

Publicado el internetpaldiario

Chico rico, chico pobre… Las diferencias se ven en el consumo digital

La brecha existe, para nadie es un secreto, y en este caso las distancias van de lo económico a lo tecnológico, reafirmando la idea de que la brecha digital ya no se trata del acceso a conexiones sino de apropiación sobre las posibilidades que abre Internet.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la misma que realiza las pruebas PISA que generan un ranking en la educación global – en el que Colombia no suele estar muy bien posicionado – analizó el consumo digital de jóvenes en 40 países del mundo y cruzó los datos con la información económica de cada uno de ellos.

La conclusión es simple, los chicos ricos leen noticias y rastrean información, mientras los chicos pobres están en el chat o jugando en línea.

Y no es que jugar en línea sea malo, incluso se ha demostrado que los videojuegos ayudan a desarrollar capacidades multitarea y de procesamiento de información a grandes velocidades, las cuales son muy útiles en el mundo laboral, pero lo cierto es que si el uso de la web se limita a jugar, estamos desperdiciando infinitas posibilidades.

El estudio parte de la base que el tiempo consumido por los jóvenes en Internet es proporcional en todo el mundo, si se contrasta entre estratos. Entonces, al comparar qué se consume, mientras los jóvenes que viven en mejores condiciones en los países desarrollados dedican parte de su tiempo en línea a leer noticias y obtener información práctica de Internet, caso Finlandia, Islandia y Estonia – el top tres del ranking –, los jóvenes de Costa Rica, México y Jordania están jugando en línea en modo solitario o colaborativo – ubicándolos en el otro extremo del conteo –.

«La igualdad de acceso no implica igualdad de oportunidades. En línea, prácticamente cualquier persona puede inscribirse en el mejor curso abierto masivo (MOOC), responder a una oferta de empleo para un cargo muy bien pagado, participar en el proceso legislativo a través de una página web de gobierno electrónico, o llamar la atención de las autoridades de la ciudad sobre un desperfecto en su calle. Pero los estudiantes desfavorecidos pueden no ser conscientes de cómo la tecnología puede ofrecer oportunidades para aprender sobre el mundo, practicar nuevas habilidades, desarrollar un plan de carrera o participar en las comunicaciones en línea que están solo a unos pocos clics de distancia. Y puede que no tengan el conocimiento y las habilidades necesarias para convertir las oportunidades en línea en oportunidades reales», señala el estudio.

El debate por la apropiación tecnológica está más vigente que nunca antes. Según un estudio de la Fundación ICDL, dedicada a certificar en competencias digitales a personas alrededor el mundo, existe una ‘falacia del nativo digital‘, que hace creer que aquellos que ‘nacieron con el chip’ están preparados para usar los recursos tecnológicos cuando en realidad tienen vacíos tan profundos que no saben cómo dar formato a un párrafo en un procesador de texto.

Conectarse a Internet no es aprovecharlo y estar horas en línea usando un único recurso tampoco es tomar ventaja del panorama digital. La riqueza de la web radica en poder acceder a un sinnúmero de posibilidades atadas a todo tipo de intereses, pero aquí entra el desafío del criterio y de cómo conseguir que los niños y jóvenes desarrollen un juicio que les permita ver más allá de los cinco primeros resultados que arroja el buscador de Google.

Con padres que no están preparados para el entorno digital y se excusan en no haber nacido con la tecnología; con maestros que se pelean por escasas salas de cómputo o que tienen tableros digitales y siguen proyectando diapositivas planas; y con sistemas educativos y económicos que todavía no le dan el valor que se merecen los estudios en línea, pobres chicos los que tienen que darse la pelea solos frente a la inmensidad de la web.

Adriana Molano

Directora de Contenidos, Corporación Colombia Digital

Comentarios