Detrás de Interbolsa

Publicado el Alberto Donadio

Alba Luz Hoyos fue incómoda en Interbolsa

Rodrigo Jaramillo no saludaba a Alba Luz Hoyos. Tampoco le daba información. Pero Alba Luz Hoyos se le enfrentó en la junta directiva de Interbolsa diciéndole que estaba poniendo en peligro el patrimonio de la compañía.

Este y otros detalles hacen parte de un minucioso y sustancioso estudio de caso de la escuela de negocios del Inalde, preparado por el profesor Rolando Roncancio Rachid, vicerrector de la Universidad de la Sabana, junto con la estudiante de administración de negocios internacionales Paula Andrea Lara Peña.

Titulado «Un miembro de junta incómodo: el caso de Interbolsa Holding», el estudio presenta detalles hasta ahora desconocidos sobre el funcionamiento de la junta directiva de Interbolsa en sus últimos 8 meses de vida.

Basado en entrevistas con Alba Luz Hoyos Naranjo, que representaba en la junta al GEA (Grupo Empresarial Antioqueño), el análisis muestra que un miembro de junta directiva independiente siempre es incómodo para los administradores de una compañía.

Alba Luz Hoyos estudió administración de negocios en Eafit y tiene postgrado en instituciones financieras de la misma universidad. Ha sido miembro principal y suplente de las juntas de más de 10 compañías a partir de 1996. Fue gerente de nuevos negocios en las comisionistas Bolsa y Banca y Serfinco, gerente de finanzas corporativas en ISA y vicepresidente internacional y financiera de Corfinsura.

En las reuniones de la junta Rodrigo Jaramillo, el presidente de Interbolsa, saludaba cordialmente a todos en la sala, menos a Alba Luz Hoyos. Cuando ella llegaba con anticipación la hacían esperar en una sala junto a donde estaba Jaramillo, que nunca la saludó.

Uno de los enfrentamientos más fuertes ocurrió en la junta del 27 de septiembre de 2012. Alba Luz Hoyos había estado insistiendo sobre los repos desde meses atrás y volvió a hacerlo en esa fecha. Jaramillo le contestó que ella no tenía idea de dónde estaba sentada ni lo que era una compañía de bolsa que por su naturaleza estaba destinada a correr riesgos. Hoyos le contestó, según el estudio del profesor Roncancio: «Yo sí se lo que es asumir riesgos, pero también me enseñaron a controlarlos y administrarlos, ¿o a usted se le olvidó eso y está arriesgando el patrimonio de la compañía?». Hoyos dijo que mientras el rostro de Rodrigo Jaramillo se transformaba por la ira ella dio un golpe con la palma de la mano sobre la mesa exigiendo respeto.

El GEA tenía un 10% de las acciones de Interbolsa debido a la adquisición de ese paquete de acciones hecho por el fondo de pensiones de ING, que luego fue adquirido por el Grupo Sura. Gracias a ese 10% el GEA podía nombrar un miembro en la junta de Interbolsa.

En marzo de 2012 Alba Luz Hoyos estaba fuera del país en un viaje para celebrar sus 20 años de matrimonio cuando recibió una llamada de Mauricio Toro Bridge, presidente del fondo de pensiones Protección, perteneciente al Grupo Sura. Toro le propuso que fuera miembro de la junta de Interbolsa S.A., la holding del grupo Interbolsa.

Hoyos dudó en aceptar «porque nunca le había gustado Interbolsa», señala el estudio del profesor Roncancio. «En varias ocasiones había conocido conductas sospechosas en esta compañía, pues le constaba que, por ejemplo, se tomaban decisiones que la hacían pensar que ellos conocían los valores de la inflación con antelación a su publicación; siempre consideró que en ese mercado se caminaba constantemente al borde del abismo y que en Interbolsa lo hacían, además, al borde de lo inmoral».

No le dio una respuesta a Toro, que la llamó al día siguiente para decirle que ella era la única opción para el cargo. Terminó aceptando el nombramiento, contra su intuición, solamente por ser el Grupo Sura quien se lo solicitaba: «Unica y exclusivamente por ser ustedes les voy a aceptar pero les dejo de una vez dicho … ¡me aterra!». Según Hoyos: «Pesó más el agradecimiento que el instinto».

La primera junta a la que asistió Alba Luz Hoyos en la sala de juntas del sexto piso del edificio Interbolsa en la Av. 82 con carrera 12 de Bogotá, fue el 29 de abril. En esa primera reunión había otro miembro nuevo en la junta, Eduardo Pizano, que fue ministro de Desarrollo Económico en el gobierno de Andrés Pastrana.

En los primeros meses de pertenencia a la junta, dijo Alba Luz Hoyos, «los PowerPoints que hacía la administración eran una hermosura». Les hablaron del crecimiento y éxito de Interbolsa en Colombia, Estados Unidos, Panamá y Brasil y de los nuevos negocios. Jorge Arabia, vicepresidente financiero, enfatizó en esa ocasión que Interbolsa realizaba periódicamente revisiones de alto nivel para reducir el riesgo operacional, de liquidez, crédito, mercado y de lavado de dinero, destacando un riesgo conservador, indicó Hoyos.

En la sesión de abril de 2012, Hoyos fue elegida presidente del comité de auditoría que se encargaba del control de prácticas corporativas, gestión de riesgo, prevención de lavado de activos y auditoría interna. Esa reunión fue básicamente de inducción para los nuevos miembros de la junta y de conformación de comités.

En la junta del 29 de abril Alba Luz Hoyos solicitó las últimas tres actad de la junta, pero le dijeron que eran confidenciales y que ella no tenía acceso. «Ese mismo día debí haber renunciado», dijo Hoyos en entrevista con el profesor Rolando Roncancio Rachid.

Tras la primera reunión de la junta a Hoyos le dijeron que le enviarían el acta en PDF para su aprobación. Ella pidió que se la enviaran en Word para poder hacer cambios pero se dio cuenta que era costumbre enviarla en PDF, es decir, que los miembros debían aprobarla tal como venía redactada.

En la primera reunión del comité de auditoría el 24 de mayo de 2012, Hoyos planteó unas inquietudes que le surgieron cuando visitó las páginas de internet del Grupo Interbolsa y de sus empresas vinculadas. Preguntó por el contrato con el Fondo Premium, por el conocimiento de los clientes sobre las inversiones, sobre cómo se garantizaba que no se desviaran los fondos, quiénes los administraban. Rodrigo Jaramillo contestó que todas las debidas diligencias sobre riesgos jurídicos, de contraparte y de inversiones, se habían realizado y que los clientes conocían y entendían los riesgos de sus inversiones.

El mismo 24 de mayo se reunió la junta. Allí la administración presentó 49 diapositivas y se les dijo a los miembros de la junta que Interbolsa tenía las prácticas más avanzadas en control de riesgos en el mercado de valores colombiano. Se informó también que los repos pasivos sumaban desde abril $600.000 millones.

En junio de 2012 la administración siguió presentando estados financieros positivos. Se presentaron 86 diapositivas y se dijo que con el control de Finabank, comisionista con la que Interbolsa operaba en Brasil, Interbolsa ocupaba el primer puesto en participación y mercado por encima de los principales bancos del Brasil. También se propuso la apertura de oficinas en Santa Marta, Cúcuta, Ibagué y Villavicencio. Se decidió desmontar la comisionista en Estados Unidos, Interbolsa Securities, y buscar un aliado estratégico en Brasil, pues ambas filiales producían pérdidas millonarias. Alvaro Tirado, presidente de la comisionista Interbolsa, dijo que Interbolsa era tomada como punto de referencia en todo el sector financiero.

Alba Luz Hoyos no asistió a la junta de julio, en que se habló de los repos sobre acciones de Fabricato y de Interbolsa.

En agosto el tema que dominó la reunión fue el de los repos. «En esta junta tengo conocimiento por primera vez de la enorme concentración de los repos en Fabricato», señaló Alba Luz Hoyos. Además Interbolsa se había quedado con el 20% de las acciones de BMC (Bolsa Mercantil de Colombia) cuando la Bolsa de Valores cerró los repos sobre BMC. Se decidió hacer un plan de desmonte de los repos sobre BMC e Interbolsa. En esa reunión Eduardo Pizano preguntó qué era un repo. Alba Luz Hoyos le contestó: «Muy sencillo, como una prendería con acciones».

Los miembros de la junta preguntaron a la administración si la alta exposición que tenía Interbolsa frente al negocio de Fabricato era una decisión estratégica o el producto de decisiones aisladas que llevaron a ese nivel de exposición. «Como lavando un pescado, siempre evadían la respuesta a nuestras preguntas», indicó Alba Luz Hoyos, según el informe del profesor Roncancio. Finalmente el gerente de riesgos informó que asumir el riesgo de la operación Fabricato había sido desde el inicio una decisión estratégica del Grupo y que le apostó al negocio. Hoyos resaltó la contradicción pues primero la administración dijo que «empezaron pequeña y lentamente».

Hoyos preguntó a la secretaria general del Grupo Interbolsa en cabeza de quién estaba los repos. Le contestaron que no le correspondía conocer esa información. Según el Código de Buen Gobierno de Interbolsa los miembros de junta tenían derecho a solicitar a la administración la información o las aclaraciones que estimaran necesarias o convenientes en relación con los asuntos que se traten en la sesión. Pero Rodrigo Jaramillo rechazó la petición de Hoyos.

Rodrigo Jaramillo afirmaba que Interbolsa se caracterizaba por diversificar los riesgos y que la administración había aprobado el negocio de Fabricato previo análisis de riesgo apropiado. A Jaramillo «le sacaba la piedra que Alba Luz representara a los del GEA», señaló la periodista de Semana Gloria Valencia, citada en el estudio de caso.

En la junta del 27 de septiembre los miembros pidieron un cuadro con los datos de cada accionista frente a los repos sobre acciones de Interbolsa para hacerle seguimiento mensual. «Jaramillo, sin embargo, añadió que los nombres de los clientes eran confidenciales y que no se podían exponer en el cuadro que solicitban», afirma el estudio del profesor Rolando Roncancio. Sobre los repos de Fabricato Interbolsa informó que los clientes estaban en proceso de cumplir con el desmonte mediante la búsqueda de liquidez y que el Grupo Interbolsa no había tenido que utilizar sus recursos para el proceso.

En la reunión del 27 de septiembre, Hoyos insistió en pedir información pues seguía intranquila con los repos. Ante la insistencia, Jaramillo le contestó que ella no tenía idea de dónde estaba sentada ni de lo que era una compañía de bolsa, que, por naturaleza, estaba destinada a correr riesgos. «Alba Luz, elevando el tono de voz, añadió ‘yo sí sé lo que es asumir riesgos, pero también me enseñaron a controlarlos y administrarlos, ¿o a usted se le olvidó eso y está arriesgando el patrimonio de la compañía?’ Entonces con un golpe con la palma de su mano sobre la mesa, mientras el rostro de Jaramillo se transformaba por la ira, le exigió que la respetara».

Alba Luz Hoyos se comunicó esa misma tarde con Mauricio Toro del GEA para decirle que «le olía muy maluco» lo que estaba pasando en el Grupo Interbolsa y que no estaba de acuerdo con el trato que Jaramillo le estaba dando. Hoyos pensó esa tarde en renunciar.

Entre tanto Rodrigo Jaramillo daba entrevistas de prensa donde afirmaba que el valor del Grupo Interbolsa era de unos 430 millones de dólares y que no tenía problemas de capital.

Al salir de la junta del 27 de septiembre y en camino al aeropuerto El Dorado para tomar el vuelo a Medellín en compañía de Leonardo Uribe, contralor normativo de Interbolsa, Alba Luz Hoyos le preguntó a Uribe si las juntas siempre habían sido tan difíciles y conflictivas en el pasado. Uribe le contestó, de acuerdo con el estudio del profesor Roncancio, que se habían vuelto complicadas desde la entrada a la junta de ella y de Eduardo Pizano, por los continuos cuestionamientos de ambos, ya que a Jaramillo no le gustaba que lo cuestionaran. «Pues conmigo se va a fregar, porque a mí no me contrataron para tomar tinto», le comentó Hoyos a Uribe.

Señala el profesor Rolando Roncancio Rachid: «Y por supuesto que así eran las cosas, los miembros de junta que le precedieron no se alarmaron nunca por el crecimiento que estaban presentado los repos, figuras que empezaron a ser utilizadas desde el 2009». Agrega Roncancio: «La participación e intervención de los miembros era casi nula, pues se limitaban a asentir lo que se les presentaba en cada junta», refiriéndose a las juntas anteriores al ingreso de Hoyos y Pizano.

Alba Luz Hoyos habló después del 27 de septiembre con Pizano para mencionarle que pensaba renunciar. Mauricio Toro le dio el aval para hacerlo. Pero a Hoyos le preocupó que la renuncia pudiera causar pánico económico cuando anunciara los motivos de su renuncia.

La siguiente junta fue el 25 de octubre de 2012. Previamente, en la reunión del comité de auditoría, Hoyos, Pizano y Daniel Feged plantearon por escrito las dudas que tenían sobre el manejo de Interbolsa. Preguntaron por los beneficiarios de los repos, la descripción del Fondo Premium, dónde estaban invertidos los recursos y la manera de tomar decisiones sobre las inversiones de los clientes. Querían dejar constancia de los riesgos que no se le mostraban a la junta. «Tanto en la junta como en el comité no nos decían nada», recordó Hoyos, citada por el profesor Roncancio. Cada vez que ella entraba al sexto piso del edificio de Interbolsa, donde los ejecutivos vestían marcas muy exclusivas de ropa, lo hacía a regañadientes.

En el comité de auditoría de esa fecha Jaramillo afirmó que todo marchaba bien, si bien para esa fecha Interbolsa monopolizaba el 100 x 100 de los repos de Fabricato, BMC e Interbolsa que se negociaban en el mercado.

En la junta de ese mismo 25 de octubre Jaramillo no incluyó en el orden del día el tema de los repos que preocupaban a los miembros de la junta dese agosto. Los miembros pidieron cambio del orden del día para hablar de los repos de Fabricato.

Rodrigo Jaramillo habló entonces de los repos de Interbolsa pero sin individualizarlos, solamente se refirió a ellos como Cliente A, Cliente B, etc. Pero Víctor Jaramillo, dueño del 30% de las acciones de Interbolsa, asistió como invitado especial a la junta y dijo que él era el Cliente A. Agregó que con la administración estaban trabajando para liquidar inversiones que les permitieran a finales de diciebre cumplir con el plan de reducir en $25.000 millones las operaciones repo. Alba Luz Hoyos recordó que en la junta de agosto se habían prohibido los repos sobre la acción de Interbolsa. «En la práctica, estaban hablando de autopréstamos», indicó Hoyos, que consideró el hecho como inadmisible, «ya que encontraba absurdo que una persona siendo socia de una compañía que captaba recursos de clientes, decidiera realizar operaciones repos con ellos a nombre de la empresa».

Jaramillo comentó que la situación se había vuelto crítica pues el mercado había castigado duramente los repos de Fabricato e Interbolsa era prácticamente la única que estaba fondeando esa acción, comprometiendo la liquidez de la comisionista de la holding. Planteó que estaban buscando compradores que pudieran atender el costo del desmonte y se habló de tomar un crédito por $100.000 millones con alguno de los tres bancos con los cuales estaban buscando liquidez. Jaramillo asumió la resonsabilidad por incrementar los riesgos de los repos de Interbolsa e informando que la Superfinanciera estaba enterada y que se había pedido ayuda al gobierno.

Alba Luz Hoyos afirmó que era inadmisible que la junta no conociera el nivel de riesgo tomado en las operaciones. La junta manifestó que no estaba en capacidad de monitorear el tema de riesgos por falta de información.

Al finalizar la reunión y después de escuchar «esa bomba de información se me fue el mundo encima», indicó Hoyos. «Yo sabía que un problema de liquidez no había con qué manejarlo al tratarse de una entidad financiera y cuando se quiebra una entidad financiera, se quiebra también la gente».

Casi una semana después se convocó una reunión de la junta para hablar de los repos. Eduardo Pizano no asistió pues ya había renunciado. Rodrigo Jaramillo tampoco porque estaba buscando un comprador para Interbolsa. Intervino en su lugar Alvaro Tirado, presidente de Interbolsa comisionista: «La comisionista tenía un cupo de repos sobre Interbolsa entre 60.000 y 100.000 millones de pesos, luego por decisión del representante legal de la holding, se reciben 100.000 millones de pesos adicionales que se originan en una operación de la SAI (Sociedad Administradora de Inversión) que la Superintendencia (Financiera) ordenó desmontar, llevando a una operación de 200.000 millones y luego, en septiemre de 2012, las otras firmas comisionistas de bolsa dejan de apalancar la acción de Fabricato y para evitar un incumplimiento en masa se reciben los 100.000 millones de pesos adicionales que tiene el mercado».

La junta preguntó dónde estaban las áreas de control y por qué el comité de riesgos no advirtió esta situación. Tirado dijo que la junta directiva de la comisionista estaba al tanto de la situación con los repos y que esa junta tomó la decisión de incrementar los repos. Afirmó que había que conseguir los recursos para cubrir los vencimientos de los repos, de lo contrario tendrían que inactivar la comisionista para evitar un incumplimiento.

El primero de noviembre la junta de Interbolsa holding escuchó a Rodrigo Jaramillo. Dijo que habló con Banco Davivienda que estuvo muy cerca de comprar Interbolsa comisionista pero al final nada se concretó porque Davivienda consideró que no estaba en capacidad de administrar Interbolsa comisionista por su enorme tamañao. En consecuencia la comisionista fue avisada de que sería intervenida por la Superfinanciera con fines administrativos por no poder operar debido a unproblema de cupos. Alba Luz Hoyos comentó en esa reunión: «Lamento mucho que hubiera tenido la razón cuando hace dos meses en la junta de agosto 29 donde se informó por primera vez a la junta directiva de los repos de la comisionista, llamé de forma enfática la atención sobre el riesgo desmedido que se habían tomado con los repos de Fabricato, momento en que la administración argumentó que no había riesgos, que Fabricato era un excelente negocio y que el peor escenario era que la acción se cayera a 52 pesos, momento en el cual y gracias a las garantías que se tenían, no habría lugar a pérdidas».

Los miembros de la junta directiva manifestaron que no estaban en capacidad de ayudar a resolver el problema porque estaban desinformados y porque la administración minimizó el riesgo. «La Junta Directiva tiene dentro de sus funciones preservar el patrimonio de los accionistas, pero para esto necesita estar debidamente informada, lo que en este caso no ocurrió». Los miembros de la junta dejaron constancias y renunciaron. Cinco horas después Interbolsa confirmó públicamente que tenía problemas de liquidez.

El viernes 2 de noviembre de 2012 a las 3 de la manaña la Superfinanciera ordenó la toma de posesión de Interbolsa comisionista por incumplir el pago de un crédito de $20.000 concedido por el BBVA.

El Grupo Empresarial Antioqueño perdió toda la inversión que tenía en Interbolsa, el 10% de las acciones. Ese paquete de acciones, que no lo compró el GEA sino ING cuando era dueño del fondo de pensiones Protección, había costado $55.000 millones.

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