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Servicios diferentes para la igualdad

Por: Alejandro Gamboa (@dalejogamboa)

En días recientes compartí en redes sociales una consulta particular que hice a mi banco, Bancolombia, sobre los servicios especializados para la población Lgbti y lo compartí en redes sociales para invitar a otros a hacerlo.

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A decir verdad no esperaba una respuesta positiva o la existencia de un programa en especial y como tal esperaba una respuesta insulsa y vaga, pero amable como esta:

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Lo que me sorprendió fue la sorpresa de algunos que decían: ¿acaso que esperas una fila especial para personas Lgbti?, estar segmentados sería un error y por qué segregar si lo que se busca es la igualdad. La verdad me asombré al darme cuenta lo acostumbrados que estamos a no ver a las personas Lgbti en el día a día y que de repente estimular su presencia en un sector económico tan esencial como es el financiero, fuera percibido como un ataque a aquella igualdad y no todo lo contrario, un avance hacia ella.

La verdad, solicitar servicios diferenciados tiene dos visiones diferentes, la que nos ve a las personas Lgbti como un mercado potencial y repite muy constantemente que con un menor número de niños en los hogares, las personas Lgbti se inclinan hacia una mayor renta disponible y un mayor gasto en todo, incluyendo los productos financieros y que su alta valoración de la familia y sus hijos los inclinan al alto gasto para su cuidado, incluyendo el sector de seguros y crédito. Lo cual, y advierto que no soy un experto en temas de mercadeo, tiene su lógica.

Por otro lado, quienes creemos que esos servicios diferenciados reafirman la identidad, contribuyen a la visibilidad positiva de las personas Lgbti y disminuye los niveles de discriminación, en la medida en que estamos reflejados en la publicidad y en el lenguaje corporativo.

Este tipo de cosas molesta sin duda a muchas personas Lgbti que aún tienen miedo a lo público, en muchos casos, incluso a los heterosexuales aliados que esperan una completa igualdad en el sentido de no tener que hablar más del asunto, cuando posiblemente de eso no sea lo que se trate esa igualdad.

El miedo a lo público reafirma que aún no hay un sentimiento de seguridad para asumir en espacios diferentes a la familia y los amigos el hecho de ser gay, lesbiana, bisexual y, menos, trans. Esa sensación de inseguridad es la que me impulsa a creer en la necesidad de estos servicios diferenciados, en las políticas corporativas que involucren la comprensión de sus empleados y empleadas y las refleje en su mensaje al público como un acto de respeto y de reconocimiento.

La igualdad como lo que no se tendrá que hablar algún día no existe, sin duda es todo lo contrario, la igualdad se parece más al momento en el que hablamos de ello de manera cotidiana, sin el sentimiento de sobresalto al ver quebrantado el principio de heterosexualidad obligatoria que todos presumen.

Estos servicios diferenciados serían, contrario a los sentimientos negativos expresados, la muestra del compromiso de las instituciones financieras con los derechos y el cumplimiento de las órdenes de igualdad emitidas por tribunales nacionales, pero también por estamentos internacionales, duramente cuestionadas en el país por grupos de interés que contra la evidencia procura mantener a las personas Lgbti fuera del reconocimiento de la institucionalidad.

El sector privado se constituye también en un tipo de institucionalidad, un potencial validador de una opción de vida honorable atacada constantemente.

Las instituciones financieras pueden ver que hacer tal cosa no es extraño al sistema financiero internacional, varios bancos en otros países han incluido servicios y mensajes especiales a las personas Lgbti. Solo a modo de ejemplo,  Lloyds Banking Group 2010, TD Bank 2007, Wells Fargo patrocinaron eventos de la marcha en San Francisco en 1992 y tiene servicios especializados desde 2001, Credit Suisse y Barclays 2001 son de las instituciones que han introducido prácticas inclusivas que al diferenciar han incluido en sus condiciones particulares a las personas LGBT.

Los servicios diferenciados no son a o b, eso dependerá de los estudios de mercadeo, no es una fila especial en el banco, es como el banco se compromete contra la discriminación y propicia ambientes más amenos a sus empleados y clientes Lgbti que, históricamente rechazados, recientemente empezamos a salir poco a poco ante la sociedad a reclamar la ciudadanía que merecemos.

 

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