Tejiendo Naufragios

Publicado el Diego Niño

Cifras y proyecciones del Coronavirus en Colombia

Se ha establecido que cada paciente contagia entre dos y tres personas. Para efectos de ilustración, asumiré que en Colombia se contagian dos personas por cada enfermo. Pensemos en el primer caso detectado: el 1 de marzo fue a culto junto con otros mil feligreses. Digamos que ese día contagió a dos personas en el trayecto a la iglesia, durante la ceremonia, de regreso o en su casa. Se sabe que el ciclo del Covid-19 es de cinco días, razón por la que el 6 de marzo se infectaron cuatro personas más. Como se ve en la gráfica, para el 21 de marzo habrá 63 infectados en Bogotá por cuenta del primer caso. Ahora, en esa ciudad se han encontrado cinco casos de personas que vienen de Europa, así que, bajo las mismas condiciones, tendremos que para el 21 de marzo habrá 315 contagiados. El problema es que los infectados se duplican cada cinco días: para el 26 de marzo habría 630 y 1260 infectados para el 31 de marzo.

Pero no sólo hay infectados en Bogotá, sino en Palmira, Buga, Neiva, Medellín y Meta. El señor de Medellín contagió a tres familiares, razón por la que habrá infectado a 192 para el 31 de marzo. Así las cosas, para finales de este mes habrá 2742 contagiados: 1020 (distintas ciudades) + 1260 (Bogotá) + 192 (Medellín).

Las cifras parten de la hipótesis de que no existen barrera para el contagio. Sin embargo, el índice no depende exclusivamente del virus. El volumen de infectados bajará considerablemente si se aíslan los enfermos, se restringe el contacto físico y las aglomeraciones, se lavan las manos con regularidad, se suspenden clases, etc. Esa es la razón y el sentido de las medidas del gobierno central y de las alcaldías. Hay un detalle adicional: el coronavirus desaparecerá si el índice de contagio es menor a uno (como sucedió en Wuhan, donde completaron una semana sin nuevos casos).

Quiero dejar claro que contagiarse no significa morir. Ni siquiera significa que tenga que hospitalizarse. Los síntomas no serán agudos en el 80% de los casos. Para mi ejemplo, el 31 de marzo habría 2742 contagiadas que se dividiría en dos grupos: 495 (20%) padecerían síntomas agudos y 2247 (80%) que podrían convalecer en casa.

Fíjese en un detalle: el sistema médico recibirá 495 pacientes por Coronavirus y esa será la cifra oficial. Pero la realidad es otra: hay 2742 contagiados. Ese es un problema enorme: el gobierno pensará que sólo tiene 495 infectados a pesar de que tiene 2742. Y hay más: el volumen se duplica cada cinco días. Para hacerlo claro, usaré las cifras de mi modelo: de 2742 el 31 de marzo pasaríamos a 21346 para el 16 de abril. Lo que quiere decir que pasaríamos de 495 pacientes a 4387 (¡creció 886% en dos semanas!).

Veamos quiénes componen el 20% que tendrían síntomas agudos: hombres y mujeres de la tercera edad. Buena parte con enfermedades respiratorias, cardiovasculares, diabetes, hipertensión, etc. Lamentablemente un porcentaje de ellos morirá por complicaciones de las enfermedades preexistentes o porque no fueron atendidos a tiempo. Este es un punto importante: el colapso del sistema de salud aumentaría el número de muertos: habrán personas que morirían en la puerta del hospital porque no tuvieron la posibilidad de ser atendidos. Murieron a pesar de que podían salvarse.

Volvamos a las cifras: el 11% de los muertos de China sufría de enfermedades cardiovasculares y cerca del 15% tenían más de 80 años. La enfermedad no es tan letal como suponemos, pero no tampoco es una gripa. Por ahora no se puede determinar su mortalidad porque varía en cada país: 2% en China y 0,6% en Corea del Sur. ¿Por qué la diferencia? Detección temprana, medidas de aislamiento, sistema de salud sólido, etc. De acuerdo a Tomas Pueyo, la mortalidad en países preparados estará por el orden del 0,5% y será del 5% en países que no estén preparados. Quiero ser insistente: no acatar las medidas implica saturar el sistema de salud, lo que hará que mueran más personas. De acuerdo a mi modelo, el 16 de abril habrá 21346 infectados y, si colapsara el sistema de salud, morirían alrededor de 1067 personas.

Del hecho que la mayoría de los muertos superan los setenta años, no implica que los jóvenes desestimen la pandemia: sus actos ponen en riesgo a personas mayores (por ejemplo, a sus papás). Su irresponsabilidad presiona al sistema de salud en la medida que se contagian ellos y contagian a otros. Eso no sólo significa que aumentarán las muertes por coronavirus, sino que aumentarán todas las muertes. Digamos que hay heridos de arma blanca a causa de una pelea. Los heridos no serían atendidos porque los médicos estarán sofocando el Covid-19. De esa manera las heridas menores se transforman en heridas mortales por gangrena o tétano.

No olvidemos que nuestros actos y decisiones afectan a nuestro entorno y el entorno nos afecta a nosotros. Si obligo a los empleados a trabajar con síntomas de coronavirus, corro el riesgo de que se infecten toda la nómina y ayudaré al colapso del sistema de salud. Si acaparo desinfectante, alcohol y medicamentos, haré que los vecinos no tengan protección, se enfermen y contagien a otros que podrían contagiarme a mí o a mis familiares. Acaparar es ponerme en riesgo. Ir a urgencias si no es absolutamente necesario empuja el sistema de salud. El número de contagiados y muertos dependerá de nuestras decisiones y de nuestros actos. No hago un llamado al pánico, pero tampoco a la indiferencia. La mejor arma contra el Covid-19 es que pensemos y actuemos con sensatez y solidaridad.

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