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Consolidación: la forma de evitar la infraestructura de TI estilo Frankenstein

¿Cómo balancear el flujo de tráfico entrante y saliente de un servidor?

En la búsqueda por proveer todos los servicios tecnológicos de manera permanente y segura, la manera como usualmente el gerente de TI de una compañía operaba hasta hace unos años era a través de compras de soluciones tecnológicas de forma segmentada. Por un lado, el paquete de office, por otro los servidores, el almacenamiento, la red, las herramientas de monitoreo y control, etc.

A medida que los requerimientos de la compañía se hacían más extensos, el gerente de TI empezaba a adquirir más servidores, más almacenamiento, a robustecer la red y a buscar alternativas en herramientas de monitoreo para obtener visibilidad sobre todos los aspectos anteriores. Se multiplicaba la adquisición y se multiplicaba el crecimiento de la infraestructura haciendo más difícil su administración, y más aún si se contaba una aplicación específica de negocio.

Toda esa infraestructura residía en la misma oficina, pero entonces llegó la movilidad y las soluciones de nube, y se hizo necesario extender la infraestructura hacia otros terminales (dispositivos como teléfonos, tabletas, portátiles, etc.). Entonces, lo primero que el gerente de TI pensó es cómo asegurar el acceso y la conectividad, entonces recurrió a las soluciones de VPN y de control de acceso.

Dichas soluciones se diseñaron para despachar desde un computador, o desde un equipo principal, y ante la complejidad que ese cambio representa para entregar los recursos de TI en otro tipo de terminales, incluyendo tabletas y dispositivos móviles, el gerente consideró que lograr esa adaptación era costoso y complejo.

Hoy, las tecnologías permiten generar una solución más sencilla a ese obstáculo, de modo que, en vez de seguir aumentando la infraestructura para despachar los recursos desde cada equipo, la virtualización permite que los recursos sean despachados desde la infraestructura ya existente, y por eso no importa el dispositivo desde el cual se acceda.

En los próximos años la experiencia del usuario será el gran desafío para los departamentos de TI y para sus estrategias de movilidad empresarial, con ello crecerá la demanda por las soluciones que permitan crear ambientes de trabajo virtuales y personalizados. Tecnologías como la virtualización y las soluciones de nube son, sin duda, las principales aliadas para brindar el soporte en el desarrollo de estas estrategias.

En el panorama actual de la movilidad empresarial, en el que, según el último estudio de Citrix, el 70% de los empresarios en Colombia considera que la movilidad es muy importante para el sector al que pertenecen, un aspecto cobra especial relevancia: la optimización de redes. Las compañías saben que necesitan preparar su infraestructura para los requerimientos de los consumidores internos y externos, garantizándoles que la red esté funcionando sin interrupciones para cumplir sus expectativas y lograr una experiencia de calidad.

Actualmente las redes tienen muchas más exigencias que en el pasado, superando la pregunta de ‘¿mi ancho de banda es suficiente para mis aplicaciones y procesos de negocio?’. Ahora, las empresas se enfrentan a un contexto de bajo aprovechamiento de la red, costosa escalabilidad y administración descentralizada, que no logra dar respuesta a los requerimientos y la velocidad del mercado actual. De hecho, el 75% de los encuestados afirmó que considera prioritario para sus iniciativas móviles lograr el mejor rendimiento y acceso a la red.

En este contexto nace la necesidad de incluir en la infraestructura de red un ADC (Application Delivery Controller), que hace posible un mejor desempeño de aplicaciones, asegurándolas contra los ataques más recientes, optimizando su comportamiento sobre los diferentes enlaces de comunicaciones y brindando visibilidad total sobre la experiencia de los usuarios y la gestión de distintas terminales.

En un principio el ADC fue meramente un balanceador de carga. Es decir, realizaba un balanceo de información web o de aplicaciones, enviando esos datos al servidor más conveniente, pero sin realizar un análisis profundo de ese servidor. Básicamente su función de detectar a qué servidor enviar la información se basaba en que tuviese capacidad libre y en seguir una secuencia determinada en relación al resto de los servidores disponibles.

A medida que las empresas comenzaron a crecer tanto en cantidad de empleados como de clientes, y por ende en cantidad de información, los ADC empezaron a incluir nuevas funcionalidades. Comenzaron a analizar la información para poder identificar cómo ayudar al usuario a llegar más rápido a lo que estaba buscando y con la mejor experiencia posible. En este momento, también balancean aplicaciones y son realmente útiles para lograr una mayor optimización de las aplicaciones e incluso, facilitar y controlar el acceso remoto a la información corporativa.

Por eso los ADC son hoy mucho más robustos y flexibles. Un ADC es mucho más que un balanceador de carga: mejora la manera de navegar en la web, ofrece a los usuarios mayor velocidad al acceder a sus aplicaciones, permite el acceso remoto de los usuarios a la información que necesitan, cuenta con distintos niveles de autenticación para resguardar la información, posee un firewall de aplicaciones que restringe y protege de hackers externos garantizando estándares de protocolos de seguridad y finalmente, ofrece disponibilidad para soportar picos de tráfico entrante y saliente, a través de modelos de crecimiento elásticos.

El ADC se ha convertido en la herramienta de consolidación de experiencia, seguridad y escalabilidad de las aplicaciones e información de negocio en las compañías; es el cerebro del data center dado que organiza y optimiza el funcionamiento estructurado de la información para cumplir con las necesidades de la empresa y los requerimientos de sus empleados y clientes. Ahora los líderes de TI tendrán que decidir si prefieren seguir expandiendo el ‘Frankenstein’ de una infraestructura de TI segmentada, o si prefieren una arquitectura consolidada que les permita gestionar sus sistemas a través de la optimización de las redes y aplicaciones.

 

Damián Prieto

Ingeniero de ventas para soluciones de redes NOLA Citrix

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