Otro mundo es posible

Publicado el Enrique Patiño

Entrevista con Tero Saarinen, creador de la obra ‘Tres piezas’

A propósito de la presentación de la obra ‘Tres piezas’, de Finlandia,  en el Festival Iberoamericano de teatro de Bogotá, el artista, director, coreógrafo y creador Tero Saarinen explica su forma de trabajar.

¿Cómo logra transmitir tantos sentimientos y emociones a través del complejo arte de la danza?

ssaarinen

La danza y el movimiento no son complejos. Para mí, son la mejor y más natural manera de percibir y de estudiar la vida. El movimiento es un lenguaje que trasciende las barreras del lenguaje. Igualmente, siento que en nuestras vidas hay tal inflación de palabras y de información que el poder del movimiento puro se vuelve más esencial porque ni el cuerpo ni sus movimientos pueden mentir.

¿En qué punto decidió involucrar otros elementos en sus presentaciones, que van desde la danza butoh hasta las artes marciales?

Dejé el mundo del ballet para estudiar estas artes porque quería explorar otras verdades de la danza. Fui en pos de una búsqueda para enriquecer mi comprensión de la danza y del movimiento a través de otras filosofías aparte de la occidental con las que también me había encontrado.

Mi propio estilo es, de alguna forma, un resultado de mis experiencias de vida. No deseo ni quiero exhibir ningún estilo externo en particular o doctrina distinta en mi trabajo, pero es cierto que estas cosas –como el butoh, por ejemplo–, que me han movido y que siento relevantes e importantes, han influido mi propio lenguaje en movimiento.

El deseo de todo artista es convertirse en alguien más o transformar a la gente a través de su arte. En su caso, ¿qué quiere representar?

hunt

En la primera pieza, Westward Ho!, estudio la amistad y la posible pérdida de ella. De una manera más general, la eterna búsqueda de un hombre por lo mejor fue mi punto de partida para este trabajo importante y me ofreció abundante humor absurdo, la verdad.

La segunda pieza, Wavelengths, fue creada originalmente para el Ballet Nacional de Finlandia. Mi punto de partida mental para esto fue estudiar y establecer relaciones. Es una pareja que está en un cruce de caminos, buscando una nueva dirección y un nuevo inicio. Estruucturalmente sigue un clásico formato de pas de deux que yo lo quise renovar a mi manera, presentando una relación más equitativa entre un hombre y una mujer.

La última pieza, Hunt, que está basada en el Ritual de la primavera de Stravinsky, es el primer solo que he hecho para mí en los últimos diez años. Tiene muchos temas, pero una de las preguntas más importantes que quise plantear fue si ¿no estamos sacrificando las conexiones con nuestros cuerpos y con nuestro verdadero ser por toda esta nueva tecnología y el flujo de información en el que vivimos? ¿Estamos olvidando el conocimiento ancestral que cargamos en nuestros cuerpos a cuenta de todas estas innovaciones atractivas? ¿Nos estamos olvidando de nuestra propia concepción física?

¿Qué clase de conexión establece un bailarín con el público?

Pienso que un bailarín es una vasija, un mensajero y un contador de historias. Siempre dialoga con el público y siempre tiene resonancia.

Qué representa la danza para usted?

Es mi intento por entender la naturaleza humana y sus múltiples manifestaciones: la amistad, el amor y la fuerza del espíritu. Aún así, creo en el cambio constante y en la evolución, pero al mismo tiempo también siento un profundo respeto por la tradición y el pasado. No podemos evitar cargar con nosotros nuestra herencia de nuestros ancestros, tanto en la mente como en el cuerpo.

Con mi danza, quiero alcanzar lo no dicho, lo inexplicable y lo que no ha sido nombrado. Creo en la danza que toca, en la danza que habla por sí misma.

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