Sentimiento Embajador

Publicado el sentimientoembajador

La calma que no asoma

Han pasado siete juegos desde que Millonarios debutó en tierras peruanas con su nueva nómina.  Siete partidos en los que lejos de ir armando un equipo compacto y serio, la afición observa como el castillo de naipes se va derrumbando; lo que parecía ser un arranque prometedor, hoy parece ser el aviso de una nueva debacle.

Hasta el momento las contrataciones no dan mucho para hablar.  Quizás Ochoa, Domínguez y Ortiz puedan ser los llamados a sacar la cara, pero los malos planteamientos tácticos del señor Páez, sumados a la pereza y desidia del señor Candelo y el desorden que estos dos factores generan en la cancha, dan al traste con la buena intención de la directiva de armar un equipo competitivo.  Es por esto que entro a cuestionar algunos errores repetitivos del señor Páez.

¿Por qué permite que Rafael Robayo se parta el alma intentando hacer lo que los demás no hacen, que se canse demasiado para el segundo tiempo y que no sea capaz de ordenarlo en el terrero? ¿Será que no se ha dado cuenta que sus salidas y la falta de relevo generan las permanentes llegadas del contrario?  ¿No será mejor que le prohíba subir repetidamente o poner a uno de los centrales a tapar el hueco que él deja y le den una mano a Ortiz que está siendo sacrificado en su labor?

¿Desde cuándo en el fútbol moderno los laterales atacan al mismo tiempo, dejando solos en su labor a los centrales y vulnerables a un balón a los costados o a un cambio de frente en profundidad?  ¿Será por eso que nos llegan tanto por las bandas o al espacio libre que está quedando entre los centrales como en el tercer gol del Huila y en los dos del Caldas?

¿Por qué insiste el técnico en jugar con dos personas como Preciado y Tolosa que serían muy buenos para los 100 metros planos pero que no le aportan al equipo?  ¿No sería mejor poner otro volante al lado de Candelo a ver si algún día el equipo tiene un poco más de dinámica y velocidad en su ataque y ubicar otro delantero que acompañe a Carpintero que se muy solo arriba?

Con respecto a esto último, no hay forma alguna de que el técnico le haga entender al señor Candelo que el futbol es dinámico, veloz y de proyección?  ¿Que en Bogotá se debe aprovechar la altura y que con su juego lento, perezoso y cansino lo único que hace es darle ventaja a su rival de turno?  ¿Qué su tarea como volante 10 no es dar pases retrasados o laterales de tres metros y que esperamos más jugadas como la que desembocó en el balón que dio en el poste contra el Once Caldas?

¿Por qué Luis Delgado se ve tan inseguro cuando queda solo atrás y debe salir a cortar el avance del rival? Me niego que Paez notó la similitud entre el gol del Dayro Moreno y el segundo gol que recibimos por parte de Equidad en la penúltima fecha del torneo anterior.

¿Qué tenemos que hacer los hinchas para no tener que ofrecer cadenas de oración cada vez que hay un cambio? Con el sacrificio ya mencionado de Robayo, cómo se le ocurre a Páez sacar al único volante de contención que teníamos contra el cuadro albo? ¿Por que tuvo que esperar hasta el minuto 21 para darle entrada a Tancredi cuando desde el descanso era evidente la necesidad del relevo? Realmente es de no entender, pero cambios como estos son el pan nuestro, duro y viejo, de cada día.

Y hablando de santos y milagros, qué hay que hacer para volver a ganarle al Huila, Once Caldas y  Chicó en Bogotá?  Aquí el video del 19 de marzo de 2000, última vez que le ganamos al Once Caldas en Bogota:  http://www.youtube.com/watch?v=UJ52PLJm4CY

Y para tener en cuenta, el onceno de Tunja, nuestro próximo rival en El Campín, las últimas ocasiones se llevó los tres puntos (2-3 en marzo de 2010, 0-1 en abril de 2009 y 0-4 en abril de 2008).  Aquí el video del 31 de octubre de 2007, última vez que le ganamos al Chicó en Bogotá:  http://www.youtube.com/watch?v=Y2_UBqfSE-A

Por ahora, solo resta que cesen las declaraciones altisonantes del señor Candelo (a quien habría que decirle que es mejor que juegue bien y calle), que paren los golpes de pecho del entrenador cada vez que se acaba un partido (sería mejor que planifique bien para que entregue partes de victoria) y que se apliquen cambios ya para que no nos coja la noche.  Si ganamos en Medellín, la caja volvería a quedar medio cuadrada, así que aún podemos recomponer.  Señores directivos, aprieten clavijas para que este proceso no acabe como los anteriores.

MIS NOTAS AL PIE. En primero lugar me uno al sentimiento de solidaridad hacia la familia de Pedro Franco; paz en la tumba de su señor padre.

En segundo término, hago extensivo ese sentimiento para la familia del joven Luis Fernando Reyes, asesinado de manera absurda el pasado sábado; no hay derecho a que se siga matando por una camiseta.  Pero deseo hacer una pregunta:  Si los hechos ocurrieron alrededor del parque de Lourdes, por qué el joven fue trasladado hasta el Hospital de Santa Clara (Carrera 15 # 1-59 sur) en vez de acudir a la Clínica Pediátrica Colsubsidio ubicada a tres cuadras (Calle 67 # 10-67), o al Hospital Militar (Transversal 3 # 49-00), o al Hospital San Ignacio (Carrera 7 # 40-62) o a la Clínica Palermo (Calle 45C # 22-02), todos estos centros evidentemente mucho más cercanos e igual de capacitados para atender esa urgencia vital?

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