Desde el jueves 12 hasta el sábado 14 estaré en Albuquerque, Nuevo México, en la conferencia más grande del mundo de reformadores de políticas de droga.
Estoy en algún lugar entre Atlanta y Albuquerque volando en avión. Hoy en Delta Airlines están regalando el acceso a Wi-Fi, así que puedo postear desde el aire.
En Washington, donde estudio, conocí a una organización de estudiantes que hacen presión política, lo que los gringos llaman «advocay», para reformar ciertas leyes sobre drogas.–por ejemplo, las que le quitan los subsidios federales a los estudiantes que encuentran son consumidores. La organización se llama Estudiantes por una Política de Droga Sensata (EPDS). Intentan ser la voz de los jóvenes que se oponen a que los políticas libren una guerra contra las drogas en su nombre. Cuando les conté lo que había hecho con Dosis de Personalidad me invitaron a que hiciera parte de la comitiva de EPDS en la conferencia de Albuquerque.
Los organizadores de la conferencia, Drug Policy Allience, son el grupo de presión más grande para descriminalizar el uso de marihuana y cambiar el enfoque de la guerra contra las drogas en EU. Ethan Nadelmann, Director Ejecutivo de DPA, la auto promueve como el evento más grande del mundo de personas interesadas en acabar con la guerra contra las drogas. Dice , como cada dos años, que se reunirán desde los amantes de la marihuana hasta los que odian las drogas; exdrogadictos; gente que acaba de salir de la cárcel y ahora quiere promover una visión distinta luego de haber padecido en carne propia las pensa por delitos dedrogas; gente que antes estaba en agencias de lucha contra las drogas y hoy trabajan para que se acabe.
Vamos a ver. Los tendré informados. Vamos a ver si el contraste entre los reformistas del mundo y los reformistas de la constitución colombiana en temas de drogas es tan grande como pinta.