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Publicado el cruiz

Un terruño en Internet y un proyecto de jardinería

Antes que nada debo pedir disculpas a los lectores por mi abandono. Durante este tiempo he estado trabajando en reactivar un proyecto que pronto cumplirá 3 años, Hoja Blanca (www.hojablanca.net).De eso justamente quiero hablarles, presentarles este proyecto sin pena por la cuña descarada, pues creo que la manera de mejorarlo es escuchando las opiniones del mayor número de personas.

Hoja Blanca es un medio independiente en desarrollo, un medio experimental que busca entender las nuevas dinámicas de la información hoy en día y que se está haciendo sobre la marcha. Comenzó como un impreso y acaba de estrenar plataforma web, y es un espacio para la libertad de expresión y la discusión de ideas un rizoma de blogs hecho con una dedicada curaduría, como si fuera un jardín, y que espera ser renovable y movil, como los mismos jardines.

A continuación voy a contar la historia de Hoja Blanca (puede saltársela si quiere) y voy a dar los creditos pertinentes a todos los involucrados, lo que al lector le parecerá como un capítulo de genealogías de la Biblia, pero siento que debo tomarme mi tiempo para contarles sobre este proyecto –con el que aparezco casada en Facebook (¡!). Pondré subtítulos para que el lector pueda saltarse la lora a su gusto. Si solo hasta aquí he atrapado su atención lo invito a visitar la página que habla major por sí misma y a esperar mi próxima entrada que vendrá juiciosamente en 15 días y que promete ser corta y entretenida.

Arranquemos entonces con la session de diapositivas de viaje.

HOJABLANCANET

Hoja Blanca, publique sin palanca, primera etapa

Hoja Blanca es una revista que fundamos con Daniel Pacheco en el 2007, al ser unos de los ganadores de la convocatoria Bogotá un libro abierto, en el marco de Bogotá Capital Mundial del Libro. Con ese premio sacamos 4 impresos, con un tiraje de 10,000 revistas por ejemplar y 32 páginas. La idea vino del cansancio que nos empezaban a producir los impresos en Colombia: siempre los mismos, publicando a las mismas personas. En particular sentíamos que los textos dirigidos a los jóvenes eran escritos por gente que ya superaba los 30 o 35 y que por ende hablaban de una “juventud” que ya no tenía vigencia. El problema claro, es que a la gente menor no suelen publicarla, porque no la conocen, y no la conocen porque no la publican.

Con eso en mente se hizo Hoja Blanca, publique sin palanca, una revista monográfica que recoge textos, los somete a la deliberación de un consejo editorial itinerante de personas menores de 35 y de variadas credenciales, y los divulga. Lo mismo con las imágenes. Uno de los propósitos de nuestro impreso es publicar piezas que si bien son interesantes y originales, tal vez no serían publicadas en otros medios. Lo que buscamos son voces fuertes y puntos de vista originales. Para  mejorar aspectos de forma, hacemos con el autor un taller editorial para que mejore su texto, uno de los servicios que queremos ofrecer.

Segunda etapa

Después de la cuarta edición Daniel Pacheco se bajó del bus y se subieron María José Montoya, literata y maestra en literatura de los Andes, hoy, asistente de Andrés Hoyos en El Malpensante, y Nathan Jaccard, periodista que hoy trabaja en Semana en www.verdadabierta.com. Con este equipo sacamos una quinta edición, la plata salió de nuestro bolsillo, de una fiesta que organizamos y de algo de pauta. Después vinieron las tesis de maestría, el trabajo de 8 a 6, y esas cosas que dificultan que uno se entregue el día entero a conseguir plata para una revista. Así que el proyecto quedó en espera hasta que se sumó Carolina Barrera, jefe de prensa de Norma, y decidimos moverlo de nuevo.

Un gran imperativo era renovar la página web que para entonces era anticuada y prácticamente inoperativa. El rediseño se empezó a trabajar con María Luisa Vela, arquitecta de día, diseñadora de noche. Decidimos hacer una fiesta para volver a imprimir y recaudar fondos, dado que la revista número 6 la tenemos editada y diagramada (diagramada por María Paula Bolaños, artista visual de la Javeriana y autora e ilustradora de libros para niños –Rana y Camila, Rana ya fue traducido al portugués y circula en Brasil) pero la fiesta fue un fracaso en parte porque llevábamos tanto tiempo por fuera de circulación que ya no estábamos en el imaginario cotidiano de la gente: no teníamos público. Una razón más para enfatizar en el desarrollo de nuestra página web.

www.hojablanca.net

La pregunta fue entonces cómo hacer una versión de Hoja Blanca que fuera fiel a su estilo y sus premisas, pero que no fuera el fantasma calcado de la versión impresa sino un producto hecho en y para Internet. Una publicación propia de Internet son los blogs, por eso pensamos que era en ese formato en el que se debía publicar sin palanca. Pero oh, claro, de eso mismo se tratan los blogs, de que cualquiera pueda publicar, ya que lo haga con calidad o que alguien lo lea es otra vaina, pero lo que se dice publicar, en Internet puede cualquiera.

Los blogs también tienen desventajas, no tienen un editor, su regularidad depende de la gana y el tiempo del autor y por eso a veces es dificil seguirlos. Un buen blog, además, se alimenta de una comunidad, que puede darle retroalimentación y regular su calidad, pues de qué sirve Internet, el gran rizoma, si no es para hacer pensamiento colectivo, olvidar al autor solipsista de la bufanda y la boina, y entender que cada voz es la voz de muchos.

Lo que Hoja Blanca ofrece a nuestros bloggers es unirse a una comunidad en la que se arma un tejido de ideas, solo por la contigüidad, y también un editor, que está pendiente del proceso de cada blog y anima su regularidad. Nosotros recibimos unas voces inesperadas, que vienen de Colombia, de Argentina, Uruguay, Chile, Ecuador, Guatemala, España que nos anuncian qué es lo que están pensando sin eufemismos y mojigaterías.Todo esto conforma un tejido de voces donde el lector puede saltar de las reseñas de comida, al pensamiento político, a la ilustración y hasta al porno.

Por supuesto mucho de lo que hacemos es experimentar con formatos, y se trata de un constante ensayo y error para ver qué funciona en este tipo de publicaciones. Hemos tenido unos intentos de hacer streaming que han servido para escalar en la curva de aprendizaje y pensar cómo sofisticar el recurso. También estamos viendo a ver cómo es hacer periodismo desde la forma del blog, cuyo autor siempre habla mediado por un punto de vista, donde la objetividad de la noticia es reemplazada por la honestidad de la voz.

Además de estos experimentos hay muchos proyectos que implican la comercialización de productos de diseñadores independientes, y cierto activismo a favor de la libertad de expresión. Tampoco hemos desistido del impreso, que queremos que sea trimestral y que conservará su formato original y a este se sumará una selección de los mejores posts de los últimos meses. Así, cada 3 meses se reunirán dos consejos editoriales, uno para la edición web que evaluaré si todos los blogs están funcionando bien (por si vale la pena cerrar alguno) y que propuestas nuevas han llegado y cuáles vale la pena incluir en el proyecto; y un segundo consejo para la edición impresa que escogerá y editará sus contenidos. Claro, para volver al impreso, necesitamos plata, y para la plata, paciencia, así que ahí vamos.

blogs

Genealogías

En este momento están vinculados al proyecto Carolina Barrera, María José Montoya, Diana Cifuentes (Economista y Artista de la Javeriana), Alberto Marío Coronado (ex-editor de la Revista Dominical de El Heraldo y editor y cronista independiente), Catalina Hernández (Fotógrafa que lleva el proyecto de One Million Portraits), María Luisa Vela y María Paula Bolaños. Por supuesto, el equipo está apoyado por todos los bloggers, cuyos nombres son una larga lista que debo mencionar uno por uno pues sin su pensamiento generoso no habría revista. Así que nuestros bloggers son:

Paola Estrella, (literata y maestra en literatura los Andes que hace reseñas de restaurantes por la ciudad); Martín de Mauro (filósofo Argentino que escribe sobre estética y teoría de género);  Mariana Iácono (una argentina convencida de que puede enamorar a Colombia); María Paz Ruiz (escritora colombiana radicada en España); Ángela Balaguera (una chica que nos escribe, furiosa, desde un call center); Santiago Espinosa (poeta, que nos trae una selección de poemas semanal según el tema de coyuntura); Lucas Urdaneta (polítogo y fan del fútbol); Adriana Roque (pronta a ser filósofa de la Javeriana, veinteañera sorprendida con el panorama político nacional); Santiago Rocha, Simón Wilches y Santiago Rivas (que se alían a nuestro proyecto con El Pequeño Tirano); Ana Hakim (consultora independiente en ecoeficiencia para proyectos arquitectónicos, escribe sobre sostenibilidad); Dariela Pérez (una mexicana que habla de su vida en el D.F.); Andrea Gutiérrez (artista visual y peluquera que hace animaciones con la técnica de pixiliación); Amalia Andrade (gradudada de estudios literarios en la Javeriana y escritora freelance); Ivonne García (comunicadora social y periodista que escribe sobre Bogotá); La bobada literaria (y su escritor estrella Gabriel Ruiz-Navarro que nos manda una columna quincenal); La regla (el blog de sátira política); Alejandor Arciniegas (autor de la novela Fondoblanco, Ícono Editorial, 2008); Ignatius Reilly (comerciante minorista de mediana edad quien muchas veces se come la mercancía que tiene que vender); Atina (psicóloga que nos cuenta las infidencias de la vida de los publicistas); Sebastián Bages (artista visual de la Javeriana, ilustrador, escultor y Dungeon Master); Celso X (el pervertido que todos llevamos dentro); Jaime de Vargas Severiche (desertor profesional de carreras profesionales, que nos escribe desde Lorica); Dennisse Legrand (fotógrafa y activista uruguaya por el género y la salud sexual y reproductiva); Luz Schmidt (trabajadora social argentina y Educadora de Sexualidad Humana para la Orientación de Jóvenes y Adultos); Gonzalo Valderrama (periodista y comediante de stand up); Kuyllur Saywa (fotógrafa y activista Kichwa del Pueblo Kayampi); Iván Gómez (publicista de profesión, escritor de vocación, crítico de cine de oficio); Guillermo Riveros, (artista Bogotano radicado en Nueva York); Ángela Pizarro (psicóloga en proceso, música reprimida y adicta al Internet); Pepe Plata (periodista bogotano experto en música); Andrés Méndez (rtista visual y animador caleño, hace motion graphics en Savannah Georgia) y

Maricial Díaz (guatemalteco estudiando en el pueblo de Walla Walla, en Washington).

Además, algunas personas del staff, como María Luisa Vela, Alberto Marío Coronado, Carolina Barrera y María José Montoya tienen blogs en Hoja Blanca. Es importante mencionarlos a todos y cada uno porque lo que mantiene este proyecto a flote es el entusiasmo y el cariño que estas personas tienen hacia la revista y que la revista les tiene a ellos. Ya ven, a falta de plata, amor.

Libertad de expresión, vecindad sin violencia

Vuelvo a la metáfora del jardín porque tener una página web es como comprar un pedazo de tierra en Internet, hay que trabajarle con cuidado todos los días, y en nuestro caso, cada blog tiene la la voluntad propia e inesperada de una planta, de manera que Hoja Blanca, en su conjunto, es siempre inesperada.

La plataforma la estrenamos el 20 de mayo y hasta la fecha contamos con 700 visitas diarias y ya hemos saturado dos veces el ancho de banda. Tenemos propuestas muy interesantes de blogs para el futuro y la terquedad necesaria para seguir creciendo. Más allá de la cuña, quiero poner a su consideración este proyecto, y también, ponerlo a la orden, pues los medios independientes, como Hoja Blanca, están interesados en difundir la literatura que les parece provocativa, más allá de lo poco rentable que pueda ser, y por eso son excelentes plataformas para nuevos autores. Esperamos que Hoja Blanca sea una casa de páginas en blanco para jóvenes críticos y un abanico diverso de puntos de vista que pueden tener una vecindad sin violencia.

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