El Magazín

Publicado el elmagazin

Bolaño. La farsa del siglo II. Alguien tiene que decirlo

Roberto Bolaño
Roberto Bolaño

Marco Tulio Aguilera*

Sí, queridos 19 lectores, alguien tiene que decirlo. Lo voy a decir yo, que ya tengo la costumbre kamikaze de tirar la piedra y mostrar la cara, y lo tengo que decir aunque me excomulguen en Anagrama, aunque nunca me den los premios Herralde, Rómulo Gallegos, Alfaguara, Planeta –ya saben que el Nobel nunca lo voy a aceptar–, aunque pierda la posibilidad de entrar en los grupos de elogios mutuos y promoción y repartición de premios de Vilas-Mata, Sergio Pitol, Jorge Edwards, Juan Villoro, Jorge Herralde, aunque me odien todos los chilenos del mundo (menos el autor de Malorum). Alguien tiene que decirlo: Los detectives salvajes, del «genio de la literatura contemporánea Roberto Bolaño», es una de las novelas más mediocres, aburridoras, monótonas, intrascendentes, libres de personajes o situaciones memorables. Es una novela sin raíces, sin espíritu, sin trama, sin tensión: cien o más personajes hablan en primera persona –todos de manera semejante–, hablan, hablan, cuentan aventuras sosas, olvidables, en ocasiones estúpidas. Muchos de ellos se echan a llorar sin razón y buscan a una mujer de apellido Tinajero (nunca me enteré bien quién era pues abandoné la novela en la página 300 y juro que no terminaría las 600 del volumen de Anagrama ni bajo pena de decapitación). Bolaño ofrece un mundo sin sentido y sin color: escenas tras escenas sosas se van en una antología de bobadas más dignas de lástima y llanto que un niño atropellado. Las voces son todas monótonas. Un solo personaje rescato: el alemán medio tonto llamado Heimito. Esta dizque novela es una avalancha interminable de naderías.
Ya lo dije una vez: o el mundo está imbécil al exaltar a este monumento al ocio improductivo, al promover a este atentado contra la naturaleza y al ofender al dichoso y escaso tiempo dichoso de lectura… o el imbécil soy yo. Que lo juzgue el lector. Pensar que Bolaño pudo escribir algo valioso –dicen que su novela 2006 o 2666 es… Aquí se suspende la frase y se incluye un comentario del blog «El Sentenciero»… Después se reanuda mi frase…

Marco Tulio, hola. No soy lo que pueda llamarse un «fan» de Roberto Bolaño (es que estos términos son los que se usan con él, es parte de una moda y de una forma de hablar), aunque he leído Los detectives y tres libros más de él. De todo ese material, lo único que realmente me ha parecido bueno, es un cuentario que se llama «Llamadas telefónicas». El resto no es que sea deplorable, pero apenas pasa de curioso, de divertimento.Claro, en ciertos círculos de escritores, hablar mal de Bolaño puede significar el linchamiento público.

…una obra maestra …(¡ojala!)– es algo que no puedo entender. Estoy anonadado y estupefacto y demolido: Anagrama, que ha publicado tantas obras de valor, ahora exalta a esta almita de Dios (vi a Bolaño en un video: sí, es un inocente, un ingenuo, muy culto, sí, pero con unas ideas resobadas y con unos aires de grandeza que oculta (ocultaba) tras una fachada de timidez y modestia. Es el típico escritor del post-boom: convencido que el mundo comienza con sus propias obras. Para él García Márquez es una especie de maestro orfebre, na má. No dudo que como persona y como amigo Bolaño haya sido maravilloso: como escritor no es de los míos. Es un frenólito disfrazado de frenáptero. Mis 19 (ya no son 19 sino entre 50 y 119. Nota actualizada el 11 de septiembre de 2010) lectores me entienden. Con ellos me basta. Aunque 800 millones de moscas estén de acuerdo en que comer mierda es algo maravilloso, uno no tiene por qué estar de acuerdo. Han comenzado a llegar mensajes de adhesión a estas opiniones, no dudo que comenzarán a llegar insultos. Los espero con ansiedad para agregarlos a mi Colección de estímulos a la Creación Literaria que atesoro con cariño…

————————————————————————————
(*) Colaborador que se inició en la escritura en el viejo Magazín Dominical. Vive en México desde hace 30 años y tiene un blog: www.mistercolombias.blogspot.com

Comentarios